Tras un examen exhaustivo en el Hospital General Medlatec, al niño se le diagnosticó epilepsia de inicio parcial que evolucionó a crisis tónicas y convulsiones bilaterales.
| Fotografía ilustrativa. |
Los médicos advierten que la epilepsia es una enfermedad neurológica crónica. Si no se detecta y trata a tiempo, puede afectar gravemente la salud, la vida diaria y la psicología del paciente.
El paciente NBM (16 años, residente en Phu Tho ) ha sufrido tres caídas repentinas en el último año, perdiendo el conocimiento por causas desconocidas. Según la familia, en la ocasión más reciente, NBM perdió el conocimiento súbitamente, sus ojos y cabeza giraron rápidamente hacia la izquierda, sus globos oculares se pusieron en blanco, todo su cuerpo se puso rígido, lo que provocó que cayera al suelo. Posteriormente, sufrió una convulsión que duró entre uno y dos minutos.
Tras el ataque, el paciente recuperó gradualmente la consciencia, pero no recordaba nada de lo sucedido. Fue trasladado de inmediato al Hospital General Medlatec para ser examinado y determinar la causa.
En el hospital, el electroencefalograma mostró actividad paroxística en la banda de frecuencia theta, predominante en el hemisferio derecho y con tendencia a extenderse a ambos hemisferios. La resonancia magnética cerebral detectó algunos nódulos desmielinizantes dispersos en la región cerebelosa.
Los análisis de sangre, el electrocardiograma, el ecocardiograma y el Holter ECG no mostraron anomalías peligrosas. Tras analizar los resultados de las pruebas, los médicos concluyeron que el paciente presentaba epilepsia parcial que evolucionó a crisis tónicas y convulsiones bilaterales.
Al paciente se le recetaron anticonvulsivos para tratamiento ambulatorio y se le recomendó limitar las actividades que impliquen riesgo de caídas o que sean peligrosas, como escalar, nadar y practicar ciclismo de larga distancia.
Según los neurólogos, la epilepsia es un trastorno neurológico crónico que se produce cuando las células nerviosas del cerebro funcionan de forma anormal, causando convulsiones recurrentes.
La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero los niños y adolescentes son los más susceptibles. Si no se detecta y trata adecuadamente, la epilepsia puede tener consecuencias a largo plazo, como dificultades en el aprendizaje, problemas de desarrollo psicológico, pérdida de confianza y dificultades en la integración social.
Las causas de la epilepsia infantil son muy diversas, e incluyen factores genéticos, defectos cerebrales congénitos, traumatismo craneoencefálico, infecciones del sistema nervioso central, falta de oxígeno durante el parto o secuelas de un accidente cerebrovascular. Sin embargo, también existen muchos casos en los que no se puede determinar la causa específica.
La doctora Bui Thi Thanh, neuróloga del Hospital General Medlatec, afirmó que la detección temprana de la enfermedad juega un papel particularmente importante en el tratamiento y control de la epilepsia.
Los médicos recomiendan que los padres presten especial atención a cualquier síntoma transitorio pero inusual en los niños, como caídas repentinas o pérdida breve del conocimiento; mirada fija, sin respuesta durante unos segundos; leves espasmos en las extremidades o temblores incontrolables de todo el cuerpo; comportamientos repetitivos como masticar, chasquear los labios y girar la cabeza involuntariamente. Algunos niños también pueden experimentar convulsiones breves mientras duermen y luego despertarse con una sensación de cansancio y letargo inusuales.
Además de monitorizar los síntomas clínicos, los exámenes médicos exhaustivos desempeñan un papel decisivo. Pruebas como electroencefalogramas, resonancia magnética cerebral, análisis de sangre o evaluaciones cardiovasculares ayudan a los médicos a determinar la causa exacta de las convulsiones y a descartar otras enfermedades que pueden provocar síntomas similares.
Muchas personas todavía creen que la epilepsia es una enfermedad "incurable", lo que lleva a una mentalidad de rendición o a buscar remedios caseros como la medicina herbaria, el tabaco, consejos populares...
De hecho, la epilepsia es una enfermedad crónica que puede controlarse eficazmente si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente. Algunos errores comunes son interrumpir el tratamiento, modificar la dosis de forma arbitraria o no acudir a las revisiones periódicas, lo que no solo reduce la eficacia del tratamiento, sino que también puede provocar que la enfermedad empeore.
En algunos casos, los padres confunden las crisis epilépticas con "convulsiones febriles" o piensan que su hijo simplemente se desmayó temporalmente, lo que provoca un retraso en el diagnóstico y afecta la eficacia del tratamiento.
Actualmente existen muchos métodos para ayudar a controlar la epilepsia, incluyendo el tratamiento con fármacos antiepilépticos como tratamiento básico, la intervención quirúrgica (aplicada en algunos casos especiales) y la dieta (dieta cetogénica).
Entre ellas, el uso de fármacos antiepilépticos es la medida más eficaz y común, que ayuda a la mayoría de los pacientes a controlar las crisis y a mantener una calidad de vida estable si siguen correctamente las instrucciones de su médico.
La detección y el tratamiento precoces de la epilepsia no solo ayudan a prevenir crisis epilépticas traumáticas, sino que también permiten a los niños continuar con su educación, desarrollarse psicológicamente e integrarse con normalidad en la comunidad. Esto es fundamental para que los niños vivan sanos, seguros de sí mismos y se desarrollen integralmente.
Fuente: https://baodautu.vn/chu-quan-voi-con-co-giat-nhieu-tre-danh-mat-co-hoi-dieu-tri-benh-kip-thoi-d388245.html






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