El Sr. Vu Van Au (con gafas, en el centro) y un grupo de estudiantes vietnamitas enviados a estudiar a Cuba, 1971. (Foto: NVCC) |
Al recibirnos en una pequeña casa manchada por el tiempo en la calle Bach Mai, el periodista y traductor Vu Van Au bajó lentamente del pequeño ático el diccionario vietnamita-español "dos libras dos". A pesar de sus 94 años, aún conserva cada recuerdo de "una vida cubana", los años que pasó en la hermosa isla a medio mundo de distancia de Vietnam.
“Enviad a los niños para que puedan aprender…”
Como uno de los 23 funcionarios vietnamitas enviados a estudiar español a la Universidad de La Habana, el periodista Vu Van Au no ha olvidado la razón por la que fue enviado a Cuba para estudiar y crecer.
En mayo de 1961, una delegación del gobierno vietnamita, encabezada por el ministro de Cultura, Hoang Minh Giam, visitó Cuba el Día Internacional del Trabajo. En la reunión, el presidente Fidel Castro se sorprendió al ver que se necesitaban dos niveles de interpretación para conversar: del vietnamita al inglés y del inglés al español. Sorprendido al enterarse de que en ese momento nadie en Vietnam sabía español, el líder sugirió con franqueza: «Entonces, deberían enviar a los niños a aprender para que puedan trabajar en asuntos exteriores».
Desde allí comenzó el viaje de los “niños” vietnamitas en la querida tierra de Cuba.
En noviembre de 1961, 23 cuadros vietnamitas partieron a estudiar español en la Universidad de La Habana. La prensa en aquel entonces tenía tres turnos y el Sr. Vu Van Au (quien trabajaba en la Agencia de Noticias de Vietnam) tuvo la suerte de ser uno de ellos. Para él, el momento en que pisó Cuba por primera vez fue como una bocanada de aire fresco, no solo por el extraño paisaje, sino también por la increíblemente cálida bienvenida del país amigo.
La delegación vietnamita se alojó en una villa con su propio equipo de catering, intérpretes y guardias de seguridad. En el corazón del joven vietnamita, lejos de casa en ese momento, el sentimiento de respeto fue una impresión imborrable.
Tras tres años de estudio y crianza en el extranjero, el periodista Vu Van Au regresó a Vietnam y continuó trabajando en la Agencia de Noticias de Vietnam. En 1966, la agencia le encargó la tarea de preparar el establecimiento de una oficina permanente de la Agencia en Cuba. El destino no había terminado: en noviembre de ese año, el Sr. Au regresó a La Habana y transmitió oficialmente el primer boletín de noticias de Cuba a Vietnam el 6 de noviembre de 1966, iniciando así su trayectoria periodística en esta isla caribeña. En 1966, se convirtió en el primer jefe de la sucursal de la Agencia de Noticias de Vietnam en La Habana, informando a los pueblos de ambos países sobre los logros revolucionarios de cada uno.
Como afirmó el embajador cubano en Vietnam, Rogelio Polanco Fuentes, en una reunión con expertos y comunicadores de prensa que estudiaron en Cuba el 6 de junio, el pueblo cubano ha acompañado las hazañas del pueblo vietnamita a diario. Cada avión estadounidense derribado, cada tierra liberada, es motivo de alegría y orgullo para los trabajadores, agricultores y estudiantes cubanos.
Para el joven periodista Vu Van Au, aquellos fueron los años en que los cuadros vietnamitas recibieron el amparo y protección del pueblo cubano. El recuerdo que más conserva es el de 1970, cuando el líder Fidel Castro lanzó una campaña para producir 10 millones de toneladas de azúcar, movilizando a toda la población para aumentar la producción. El Sr. Au recordó con humor que, en aquel entonces, el Comandante en Jefe Fidel era nada menos que un auténtico agricultor.
El 16 de agosto de 1970, el presidente Fidel invitó a todos los reporteros internacionales de La Habana a volar con él a las provincias orientales para… cortar caña de azúcar. Durante un receso, Fidel envió a alguien a buscar a dos periodistas vietnamitas que estaban allí, entre ellos el Sr. Au. El Comandante en Jefe les preguntó sobre su trabajo, sus vidas y cómo comían sus hijos.
Para el Sr. Au, no fue sólo una reunión, sino un recuerdo inolvidable de un líder que siempre se preocupó profundamente por sus amigos internacionales, especialmente por aquellos del lejano Vietnam que tanto amaba.
Más tarde, la foto de Fidel Castro y él de pie y conversando en un campo de caña de azúcar fue colocada en la primera página del diccionario vietnamita-español, como prueba del viaje especial del joven periodista en Cuba.
El Sr. Vu Van Au (extremo izquierdo) se tomó una foto con el líder cubano Fidel Castro el 16 de agosto de 1970, cuando lo siguió para aumentar la producción. La foto muestra la firma del presidente Fidel. (Foto: NVCC) |
Gratitud de por vida
Posteriormente, miles de estudiantes vietnamitas fueron a Cuba a estudiar. Hubo viajes a gran escala; los dos grupos más grandes, de hasta 500 y 300 personas, viajaron en barco desde la Unión Soviética. Cabe destacar que la parte cubana se encargó de todo, desde la comida hasta el alojamiento y las actividades diarias, para todos los estudiantes internacionales, sin que les faltara nada.
“El Sr. Fidel pensó que, tras la victoria de Vietnam en la guerra de resistencia, tendrían que proporcionar leche a los niños, así que planeó tener vacas lecheras y gallinas para producir huevos…”, recordó el Sr. Au con emoción. Por ello, en la década de 1970, Cuba proporcionó a Vietnam más de 1000 valiosas vacas reproductoras en la Granja Moc Chau. Y, como compartió el Sr. Au, “para quienes tienen conciencia, esa generosidad es inolvidable”.
Sobre todo, para el periodista Vu Van Au, su vida está ligada a Cuba no solo por su trabajo, sino también por un profundo vínculo emocional que ha perdurado a lo largo de muchas generaciones. Ese afecto se ha convertido en carne y hueso, impregnando cada latido de la vida familiar. Su hijo, Vu Trung My, tras estudiar en Cuba, también se incorporó a la Embajada de Vietnam en la isla caribeña, siguiendo una vez más los pasos de su padre, contribuyendo así a conectar a las dos naciones hermanas. Con humor, nos contó que el nombre de Vu Trung My (actual embajador de Vietnam en Venezuela) también se debía a su amor por la tierra del otro lado del mundo.
Su nuera defendió su tesis doctoral en Cuba y luego regresó para continuar su trabajo relacionado con el país vecino. Algunos de sus nietos —la tercera generación— aún viven y trabajan en Cuba. Todos, según él, «crecieron en Cuba».
“Tres generaciones de una familia ligadas a un mismo país, creo que es algo muy raro”, afirmó con orgullo.
El periodista Vu Van Au no solo es mensajero, sino también intérprete. A lo largo de su vida, dedicó mucho tiempo y esfuerzo a traducir, escribir e interpretar libros sobre Cuba. Pero quizás la obra que más lo enorgulleció y conmovió fue la compilación del primer diccionario vietnamita-español en Vietnam.
Y por sus contribuciones al fomento del puente informativo entre ambas naciones, recibió en dos ocasiones la Medalla Félix Elmuza, un prestigioso galardón de la Asociación de Periodistas de Cuba. Cada medalla, para él, es un recordatorio de los años significativos del pasado y de la responsabilidad de quienes los narran hacia el futuro.
La editorial le pagó 136 millones de dongs por el diccionario. Tras pagar a las partes interesadas, reservó 100 millones de dongs para apoyar al pueblo cubano en la superación del incendio del tanque de petróleo en el parque industrial cerca de la bahía de Matanzas en agosto de 2022.
—Todavía tengo que pedir prestados dos millones más para llegar a cien —dijo con una sonrisa amable—. No soy rico, pero creo que Cuba es mucho más difícil que yo.
El periodista y traductor Vu Van Au, de 94 años, sostiene un diccionario vietnamita-español que él mismo compiló. (Foto: Yen Vi) |
También durante la reunión con expertos y comunicadores de prensa que estudiaron en Cuba, el embajador Rogelio Polanco Fuentes mencionó el reportaje «Embajada en medio de la selva y ante el paralelo 17», escrito por el periodista, corresponsal de guerra y exembajador cubano ante el Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur, y posteriormente ante el Gobierno de la República Democrática de Vietnam en Hanói , Raúl Valdés Vivó. En él, un soldado decía: «Cuba es un Vietnam en miniatura en medio del océano».
Ese dicho, más allá de una imagen literaria, para el Sr. Vu Van Au es una vívida realidad de una época de dificultades compartidas, ideales comunes y amistad eterna. Siempre ha creído que el periodismo no solo conecta información, sino que también conecta las emociones entre las personas. «No tengo título ni talento especial. Solo intento conservar mi corazón y vivir con sentido».
A sus 94 años, con la vista apagada y las piernas débiles, el experiodista y traductor aún anhela ampliar y reimprimir el diccionario. «No sé hasta dónde pueda llegar, pero mientras recuerde, seguiré contando. Mientras tenga fuerzas, seguiré escribiendo», sonrió, tan suave como el viento costero del otro lado del mundo, pasando por el corazón de la calle Bach Mai.
La vida del periodista y traductor Vu Van Au no se mide por su posición ni su reputación, sino por las noticias que envía desde La Habana, por cada página significativa del diccionario y por las generaciones de su familia que siguen silenciosamente el camino de conectar dos naciones.
Si pudiera resumir todo eso en una sola frase, probablemente sería: Vivió una vida plena con Cuba, con amor, gratitud y completa lealtad.
Fuente: https://baoquocte.vn/chuyen-mot-nha-bao-ca-doi-gan-bo-voi-cuba-318365.html
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