Las investigaciones iniciales sugieren que, si se aprovecha adecuadamente, la "superpotencia biológica hibernante" podría abrir camino a nuevos tratamientos para enfermedades metabólicas y daños nerviosos. - Foto: AI
En muchos mamíferos, la hibernación es un estado biológico especial que ayuda al cuerpo a ralentizar su metabolismo, conservar energía y resistir condiciones ambientales adversas. Según el profesor de genética Christopher Gregg, de la Universidad de Utah, son los genes que regulan este proceso los que crean "una serie de superpoderes biológicos", como la resistencia al daño cerebral y la resistencia selectiva a la insulina.
Cuando los animales despiertan de la hibernación, la sangre fluye hacia el cerebro, lo que normalmente causaría un derrame cerebral en humanos. Pero gracias a un mecanismo de protección especial, sus cerebros no sufren daños.
Además, algunos animales, como las ardillas terrestres, pueden desarrollar resistencia a la insulina para almacenar grasa antes de la hibernación, pero luego esta capacidad desaparece naturalmente.
Sorprendentemente, los humanos también poseemos segmentos genéticos similares, y los científicos creen que podemos explotar completamente estos mecanismos con fines médicos.
Un avance en ratones de laboratorio
En un estudio publicado en la revista Science el 31 de julio, un equipo de investigación de la Universidad de Utah (EE.UU.) identificó factores clave ubicados cerca del grupo de genes FTO, que está relacionado con el control metabólico, la masa corporal y el riesgo de obesidad en humanos.
Aunque los ratones no hibernan, pueden entrar en un estado de letargo, una somnolencia temporal cuando tienen hambre, lo cual es suficiente para estudiar mecanismos genéticos similares. Mediante la herramienta de edición genética CRISPR, los científicos desactivaron cinco secuencias reguladoras de ADN no codificantes (CRE) en ratones y observaron:
La eliminación de un segmento CRE llamado E1 provocó que los ratones hembra aumentaran significativamente de peso cuando fueron alimentados con una dieta rica en grasas.
La eliminación del fragmento E3 cambia la forma en que los ratones buscan alimento en entornos experimentales.
En otras palabras, modificar tan solo unos pequeños fragmentos de ADN fue suficiente para cambiar el comportamiento, el metabolismo y las respuestas fisiológicas de los ratones. Esto abre la posibilidad de modificar el metabolismo humano mediante grupos de genes similares.
¿Es posible inducir la “hibernación” en humanos?
Los científicos advierten que aplicar cambios genéticos similares a los humanos no es sencillo.
"Los humanos no son capaces de entrar en un estado de letargo debido al ayuno como los ratones, por lo que es difícil simular el mismo mecanismo", señaló la profesora Joanna Kelley (Universidad de California, Santa Cruz).
Además, mientras que el letargo en los ratones es provocado por la inanición, la verdadera hibernación en especies como los osos está impulsada por ritmos circadianos y hormonas.
Aun así, la investigación sienta las bases para nuevos tratamientos. A largo plazo, Gregg espera desarrollar fármacos que modulen el gen de hibernación humano, proporcionando neuroprotección y estabilidad metabólica sin poner a los pacientes en hibernación.
Perspectivas en la medicina del futuro
El descubrimiento de genes relacionados con la hibernación no sólo es un gran paso adelante en la biología, sino que también abre un enorme potencial para aplicaciones en la medicina moderna.
Si podemos entender cómo funcionan estos genes, especialmente cómo ayudan a los animales a regular el metabolismo, conservar energía y proteger el cuerpo durante la hibernación, es totalmente posible que se puedan utilizar para desarrollar nuevos tratamientos para los seres humanos.
Gracias al mecanismo de resistencia a la insulina controlada de los animales que hibernan, los científicos esperan encontrar formas más efectivas de combatir la obesidad y la diabetes tipo 2.
El hecho de que los animales puedan "sobrevivir" a un torrente de sangre al cerebro sin sufrir daños tiene implicaciones importantes para el desarrollo de métodos para prevenir daños neurológicos, como por ejemplo después de un derrame cerebral.
Además, también se puede aplicar en medicina espacial y cuidados intensivos, con la capacidad de poner a las personas en un estado metabólico bajo (similar a la hibernación) para prolongar la vida en casos de trauma severo o durante largos viajes en el espacio.
Aunque aún quedan muchos retos por delante, esta investigación ha abierto una dirección completamente nueva, donde los humanos pueden explotar sus propios genes al servicio de su salud y de su vida.
Fuente: https://tuoitre.vn/con-nguoi-co-sieu-nang-luc-ngu-dong-tiem-an-trong-gene-20250805211824781.htm
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