
Un nuevo estudio revela que las células madre humanas tienden a envejecer más rápido en el espacio. Este descubrimiento ayuda a los científicos a comprender mejor los desafíos que enfrenta el cuerpo durante los vuelos espaciales de larga duración. - Foto: Futurism
Los experimentos se llevaron a cabo durante cuatro misiones de reabastecimiento operadas por SpaceX a la Estación Espacial Internacional (ISS) entre finales de 2021 y principios de 2023.
Las células madre están presentes en todo el cuerpo y tienen la capacidad de autorrenovarse o transformarse en células sanguíneas, óseas y cerebrales, desempeñando un papel fundamental en el mantenimiento y la reparación de la vida. Sin embargo, en el espacio, esta función se reduce significativamente.
“En el entorno espacial, las células madre pierden gradualmente su capacidad de regenerarse y recuperarse. Esta es información importante que debemos comprender para las misiones espaciales de larga duración”, enfatizó la profesora Catriona Jamieson, directora del Instituto de Células Madre Sanford (EE. UU.).
El trabajo, financiado en parte por la NASA y publicado en la revista Cell Stem Cell, es también el primero en observar directamente cómo funcionan las células madre en la órbita terrestre baja, en tiempo real.
Para realizar el seguimiento, el equipo construyó un biorreactor, un dispositivo del tamaño de un teléfono con un sistema de monitorización de IA integrado. Las células madre de la médula ósea, extraídas de pacientes con reemplazo de cadera, se colocaron en un andamio estéril y se transportaron a la EEI.
Normalmente, las células madre permanecen en estado de reposo hasta un 80% del tiempo para conservar energía. Pero en el espacio, ya no descansan, trabajan constantemente y se agotan rápidamente.
"Cuando las células madre se activan, no vuelven a su estado de reposo, lo que provoca una disminución de su función. Si se agotan bajo presiones como la microgravedad, el sistema inmunológico dejará de funcionar correctamente", explica Jamieson.
Algunas muestras de células sobrevivieron hasta 45 días en la EEI, pero debido al exceso de trabajo, agotaron sus reservas de energía, envejecieron rápidamente y perdieron gradualmente la capacidad de producir nuevas células.
Este fenómeno también está vinculado a la activación de los «genes oscuros», segmentos de ADN repetitivos que constituyen el 55 % del genoma humano. Se trata de restos de retrovirus que invadieron los cuerpos de nuestros ancestros hace miles de años.
“Bajo una presión extrema, estos genes se activan. Empujan a las células madre a una espiral de degradación, crisis y envejecimiento acelerado”, dijo Jamieson.
Comparó este proceso con lo que observó en pacientes con leucemia preclínica, donde las células madre también se estresan y corren el riesgo de transformarse en leucemia.
En el lado positivo, los datos preliminares sugieren que las células madre pueden regenerarse cuando los astronautas regresan a la Tierra, aunque el proceso podría tardar hasta un año. Esto podría abrir nuevas posibilidades no solo para proteger la salud en el espacio, sino también para tratar el cáncer y las enfermedades degenerativas en la Tierra.
"Estos hallazgos sugieren que los vuelos de larga duración pueden debilitar los sistemas inmunológico y sanguíneo. Al mismo tiempo, nos ayudan a comprender mejor el mecanismo de envejecimiento para desarrollar terapias que ralenticen o reviertan este proceso", dijo el Dr. Arun Sharma (Centro Médico Cedars-Sinai, EE. UU.).
Según los investigadores, conocer de antemano los riesgos del entorno de la órbita baja nos permite desarrollar estrategias de prevención, al tiempo que trasladamos avances médicos a los pacientes en la Tierra.
Fuente: https://tuoitre.vn/gene-toi-troi-day-moi-de-doa-dang-so-khi-con-nguoi-du-hanh-vu-tru-20250913120537683.htm






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