
Los físicos han podido predecir cuándo terminará el universo (Ilustración: Getty).
Un nuevo estudio sugiere que el universo podría no expandirse eternamente, como se creía desde hace tiempo. En cambio, en menos de 20 000 millones de años, todo el espacio podría dejar de expandirse y comenzar a contraerse, terminando en un «Big Bang inverso» donde todo se colapsa en un único punto.
El universo no se expandirá para siempre.
Durante décadas, los científicos creyeron que el universo se expandiría indefinidamente debido a la influencia de la energía oscura, una energía misteriosa que se cree que constituye el 70% de la energía total del universo.
Sin embargo, un equipo de investigación internacional que incluye científicos españoles, chinos y estadounidenses acaba de elaborar un nuevo modelo que demuestra que podría ocurrir lo contrario.
Según los cálculos del equipo, el universo tiene solo unos 33 300 millones de años. Sin embargo, dado que llevamos 13 800 millones de años existiendo desde el Big Bang, eso significa que quedan menos de 20 000 millones de años antes de que todo se derrumbe en un «Big Crunch».

El Big Crunch se considera el final más probable para nuestro universo (Foto: Medium).
Para determinar este número, los físicos se basaron en la constante cosmológica λ (lambda), que también es la cantidad que Albert Einstein propuso una vez para describir la expansión del universo.
En consecuencia, si λ es positivo, el universo se expandirá eternamente; pero si λ es negativo, la gravedad prevalecerá, atrayendo el universo hacia atrás. Datos observacionales recientes sugieren que λ podría ser un valor negativo pequeño, lo que significa que el universo podría estar acercándose a su fin.
Axión: La misteriosa partícula que podría decidir el destino del universo
El nuevo modelo del equipo va más allá de la constante λ y también considera una partícula hipotética llamada axión.
En teoría, los axiones son partículas extremadamente ligeras que permean el espacio, actuando como una débil fuerza repulsiva que contribuyó a la expansión del universo durante miles de millones de años. Pero con el tiempo, la energía del axión se debilitaría, permitiendo que la gravedad volviera a tomar el control.
El universo dejará entonces de expandirse en su tamaño máximo (aproximadamente 1,7 veces su tamaño actual) y comenzará a contraerse. Este proceso es similar a un coche que sube una colina y reduce su velocidad al perder impulso, deteniéndose en la cima y luego acelerando.
Durante la fase “cuesta abajo”, la materia se vuelve cada vez más densa, la gravedad se vuelve más fuerte y, finalmente, todo colapsa en un punto extremadamente pequeño, caliente y denso, lo que marca el “Big Bang inverso”.

¿Pueden los humanos confiar en los elementos naturales para cambiar el destino del universo? La respuesta aún está por venir (Foto: Prime).
Los científicos subrayan que no se trata de una predicción firme, sino de un escenario posible si se confirman las observaciones de que la energía oscura cambia a lo largo del tiempo.
En el futuro, telescopios espaciales como Euclid (ESA) y Nancy Grace Roman (NASA) ayudarán a recopilar más datos para verificar esta hipótesis.
“El universo tuvo un comienzo: el Big Bang”, afirmó el profesor Henry Tye, miembro del equipo de investigación. “Ahora la pregunta es: ¿tiene también un fin? Si el modelo es correcto, entonces el Big Bang inverso es el fin inevitable del universo”.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/khi-nao-vu-tru-tan-bien-khoa-hoc-da-co-cau-tra-loi-20251009082541420.htm
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