
El tiempo que muchas personas pasan frente a la pantalla está dominado por contenido de entretenimiento.
Según una encuesta, más del 72% de los jóvenes vietnamitas admiten pasar al menos 3 horas al día navegando por sus teléfonos sin ningún propósito específico.
Esta cifra plantea una gran pregunta: ¿se está convirtiendo silenciosamente la tecnología, otrora aclamada como la "asistente perfecta" en la gestión del tiempo, en una ladrona de los momentos más preciados de la vida?
Cuando la tecnología se convierte en aliada
Es innegable el impacto positivo que la tecnología tiene en la gestión del tiempo. Con un smartphone compacto, los usuarios pueden consultar su horario laboral, configurar recordatorios e incluso hacer ejercicio a tiempo gracias a aplicaciones inteligentes.
Plataformas como Google Calendar, Notion o Trello ayudan a millones de personas a planificar sus estudios y trabajo de forma ordenada, optimizando cada minuto.
Para los jóvenes, especialmente la Generación Z, la tecnología es fundamental para aprender en cualquier momento y lugar, desde aprender idiomas en Duolingo hasta desarrollar habilidades sociales en Coursera o Udemy. Sin olvidar las aplicaciones de meditación digital como Headspace, que les ayudan a gestionar el estrés y recargar energías en medio de sus apretadas agendas.
El 'ladrón' silencioso
Junto a ese aspecto positivo, existe una realidad preocupante: la tecnología está acaparando el tiempo de las personas de forma silenciosa e irresistible.
En promedio, cada vietnamita abre su teléfono más de 80 veces al día, principalmente no para trabajar, sino para navegar por redes sociales, ver vídeos cortos o jugar a videojuegos por entretenimiento.
Plataformas como TikTok, Facebook Reels o YouTube Shorts, con su mecanismo de desplazamiento infinito, hacen que sea fácil para los usuarios perderse en la cantidad interminable de contenido.
Lo que en un principio se planeó como 15 minutos de entretenimiento puede convertirse en una hora sin que nos demos cuenta. La sensación de estar constantemente ocupados, revisando notificaciones, respondiendo mensajes o actualizando redes sociales, engaña a nuestro cerebro haciéndonos creer que somos productivos, cuando en realidad no estamos haciendo nada realmente importante.
Cuando la "gestión del tiempo" se convierte en una batalla
Lo preocupante es que no todos son conscientes de este inconveniente. Según la encuesta, más del 60% de los encuestados afirmaron haber sufrido agotamiento digital por pasar demasiado tiempo con sus dispositivos, pero aún así les resulta difícil dejarlo debido al miedo a perderse algo (FOMO).
Los expertos afirman que para que la tecnología se convierta realmente en una herramienta eficaz de gestión del tiempo, los usuarios deben establecer límites claros: desactivar las notificaciones innecesarias, usar aplicaciones para limitar el uso de las redes sociales o incluso tener un "día sin tecnología" para recuperar el equilibrio.
La tecnología no es ni totalmente buena ni totalmente mala; lo que importa es cómo la usamos. En un mundo donde los teléfonos inteligentes son omnipresentes y las aplicaciones están diseñadas para captar nuestra atención, la gestión del tiempo ya no es solo cuestión de planificación, sino una prueba de cordura.
Quizás lo que se necesita ahora no es otra herramienta nueva, sino aprender a poner límites para que el tiempo realmente te pertenezca.
¿El amo o el guiado?
La tecnología es un arma de doble filo que puede ayudarnos a simplificar nuestras vidas o arrastrarnos a un círculo vicioso. La clave está en: ¿quién la controla?
Fuente: https://tuoitre.vn/cong-nghe-tu-giup-quan-ly-den-danh-cap-thoi-gian-nguoi-dung-20250618001721633.htm






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