Alarmante inseguridad en el ciberespacio
Además de los beneficios de la tecnología avanzada, los ciberdelincuentes están convirtiendo plataformas familiares para jóvenes en sofisticadas trampas, aprovechando la credulidad, la curiosidad y la falta de habilidades digitales para atacar. Recientemente, la información sobre casos de "secuestro en línea" ha aparecido continuamente en páginas de información, lo cual es una señal muy preocupante.

Información y advertencias sobre casos de "secuestro en línea" se actualizan periódicamente en muchos sitios de noticias.
Solo en los últimos tres meses, se han registrado numerosos casos de adolescentes controlados y estafados en línea con trucos sofisticados. En Ciudad Ho Chi Minh, un estudiante fue obligado por un grupo que se hacía pasar por "Policía que investiga blanqueo de capitales" a instalar un software, encender la cámara continuamente y transferir más de 800 millones de VND. En Da Nang, un estudiante fue engañado a través de Zalo, amenazado con ser "secuestrado a Camboya" si su familia no pagaba 400 millones de VND, pero afortunadamente fue rescatado a tiempo. Cabe destacar que, en septiembre pasado, en Hanói , un estudiante fue controlado en línea durante cuatro días, lo que provocó que su familia perdiera casi 1200 millones de VND.
El punto común de estos casos es que los delincuentes aprovechan las redes sociales, haciéndose pasar por policías o conocidos para manipular la psicología y apropiarse de bienes de jóvenes inmaduros en habilidades para la vida y fácilmente afectados por la presión psicológica.
Según estadísticas del Centro para la Infancia y la Juventud, el 86 % de los adolescentes vietnamitas utilizan redes sociales, el 83,9 % utilizan teléfonos inteligentes y, de ellos, casi el 27 % pasan más de 5 horas diarias en línea. Su alto uso intensivo, junto con sus limitadas habilidades de defensa, los convierte en el principal objetivo de los ciberdelitos.
El Ministerio de Seguridad Pública indicó que en 2024 se registraron 2.361 casos de abuso infantil, de los cuales 381 ocurrieron en línea, lo que representa el 16% del total de casos, un aumento del 13% en comparación con 2023. Las formas comunes de delito incluyen la seducción, la manipulación psicológica (grooming), el chantaje por imágenes (sextorsión), la distribución de pornografía infantil y, recientemente, el "secuestro en línea" para controlar remotamente a las víctimas para que se apropien de bienes o cumplan otros fines.
Nuevos pasos para proteger a los niños en línea
A medida que el mundo se adentra en la era digital, la ciberdelincuencia se ha convertido en un fenómeno global, sin fronteras ni nacionalidades. El nacimiento de la Convención de Hanói es un testimonio de los esfuerzos conjuntos de la comunidad internacional por construir un ciberespacio sano, seguro y humano para las generaciones futuras.
Los países que participaron en las negociaciones de la Convención comparten la misma aspiración: proteger a las personas, especialmente a los niños, desde hoy, cuando muchos de ellos aún son inmaduros e incapaces de protegerse de los riesgos y las tentaciones del mundo digital. Por lo tanto, la Convención de Hanói no es solo un tratado legal, sino también un compromiso moral global que sienta las bases de una cultura de ciberseguridad.

Los jóvenes utilizan frecuentemente las redes sociales y esto los hace vulnerables a ataques en línea si no tienen el conocimiento suficiente.
Uno de los aspectos más destacados y revolucionarios de la Convención de Hanói es la primera vez que introduce regulaciones específicas sobre la protección infantil en el ciberespacio. Los artículos 14 y 15 de la Convención exigen que los países tipifiquen como delito el acceso y la manipulación de niños con fines de abuso, y que controlen estrictamente la producción, el almacenamiento o la distribución de materiales de abuso infantil (MASI), incluido el contenido creado por inteligencia artificial (IA).
Estas disposiciones representan un gran avance en el esfuerzo global por proteger a las generaciones más jóvenes de formas sofisticadas de explotación y abuso en línea. La Convención no solo aborda los actos una vez ocurridos, sino que también se centra en la prevención temprana, ayudando a detener el abuso en una etapa temprana. Esta es la herencia y el desarrollo del espíritu de la Convención sobre los Derechos del Niño y sus Protocolos Adicionales, demostrando la visión humana y progresista de la comunidad internacional.
Garantizar la justicia y la humanidad en el manejo de los delitos cibernéticos
Además de sancionar los delitos, la Convención de Hanói también busca garantizar la justicia para las víctimas, especialmente para grupos vulnerables como niños, niñas y adolescentes. Este documento regula específicamente la protección de los niños, niñas y testigos mediante medidas especializadas adaptadas al entorno digital, incluyendo la responsabilidad de las organizaciones y empresas de eliminar o restringir el acceso a documentos perjudiciales.
En particular, la Convención demuestra un pensamiento humanista al limitar la criminalización del comportamiento infantil en el ciberespacio si no son plenamente conscientes de las consecuencias. En realidad, muchos niños hoy en día están expuestos a dispositivos tecnológicos desde temprana edad, participan en redes sociales y se expresan libremente, pero carecen de una comprensión jurídica completa. Por lo tanto, la educación, la advertencia y el apoyo son más necesarios que el castigo. Este es un enfoque humanista que prioriza la educación sobre las sanciones, ayudando a los niños a crecer con seguridad y confianza en el mundo digital.

El hecho de que una serie de países firmaran en los dos días siguientes a la ceremonia de firma muestra el interés de la comunidad internacional en la Convención de Hanoi.
Un mensaje importante del Convenio de Hanói es afirmar el papel central de la educación y la concienciación en la prevención de la ciberdelincuencia. Los países deben promover programas de capacitación y difusión sobre ciberseguridad, habilidades de autoprotección y respeto mutuo en el entorno digital.
La Convención insta a cada país a desarrollar proactivamente un marco legal, a coordinarse estrechamente con los proveedores de servicios de red, a eliminar el contenido nocivo y a crear un ciberespacio seguro y saludable para los jóvenes. Esta responsabilidad recae no solo en el Estado, sino también en las familias, las escuelas y los propios jóvenes, quienes crecen con internet.
La Convención de Hanói transmite un mensaje claro: los jóvenes no son solo objetos que necesitan protección, sino también la fuerza que crea el futuro digital. Dotados de los conocimientos, las habilidades y la concienciación adecuados, los jóvenes se convertirán en "ciberciudadanos" responsables que saben cómo usar la tecnología para crear, conectar y difundir valores positivos.
En la turbulenta era digital, este documento infunde esperanza en un mundo cibernético civilizado donde los niños sean protegidos, respetados y tengan la oportunidad de desarrollarse integralmente. Para Vietnam y la generación joven actual, es un recordatorio para actuar juntos y construir un ciberespacio seguro y humano, para nuestro futuro y el de la humanidad.
Fuente: https://cand.com.vn/doi-song/cong-uoc-ha-noi-cong-cu-manh-me-bao-ve-the-he-tre-tren-khong-gian-mang-i786006/






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