La carta no es un llamado a la inversión ni a la reducción de impuestos, sino una propuesta audaz: enseñanza obligatoria de inteligencia artificial (IA) y informática a los estudiantes de secundaria.
La carta abierta es más que un simple llamado a la reforma educativa . Es una señal urgente y alarmante de que Estados Unidos corre el riesgo de perder su liderazgo tecnológico global: una clara advertencia sobre quedarse atrás de China en la carrera por forjar el futuro del mundo.

Porque apenas unas semanas antes, China había anunciado que, a partir del curso escolar 2025-2026, todos los alumnos de primer grado tendrían que aprender al menos ocho horas de IA al año. Y eso era solo la punta del iceberg estratégico.
¿Por qué la educación en IA está en el centro de la carrera por las superpotencias?
En primer lugar, la IA es la tecnología clave del siglo XXI. Más que una simple herramienta, la IA se ha convertido en la "infraestructura inteligente" para todos los sectores: salud, manufactura, transporte, finanzas, educación, defensa y ciberseguridad. Según el pronóstico de PwC, para 2030, la IA aportará 15,7 billones de dólares a la economía mundial, de los cuales China representará 7 billones, casi el doble de los 3,7 billones de Norteamérica. Detrás de estas cifras se esconde un cambio en el equilibrio de poder global.
En segundo lugar, la IA no solo genera ventaja tecnológica, sino también poder geopolítico. La nación que domine la IA tendrá ventaja en la guerra de la información, las armas autónomas, el análisis de datos de inteligencia y el control de los flujos globales de información. La integración de la IA en la infraestructura militar, los sistemas de vigilancia y las cadenas de suministro inteligentes es la palanca para configurar el nuevo orden mundial.
En tercer lugar, la formación de una fuerza laboral de IA no se logra de la noche a la mañana. Se necesitarán décadas para formar una generación de ingenieros, diseñadores de algoritmos y legisladores con un profundo conocimiento de la IA. Comenzar en la secundaria, o incluso en la primaria, es un paso impostergable si se quiere tomar la iniciativa.
China avanza: de la estrategia nacional a la reforma de las aulas
Desde 2017, Beijing ha anunciado una estrategia nacional de IA con un objetivo claro: convertirse en el centro mundial de IA para 2030. El plan incluye no solo decenas de miles de millones de dólares en apoyo financiero para investigación y empresas, sino también una reforma educativa radical.
En primer lugar, China ha introducido la IA en la educación de forma temprana y sistemática. En primaria, los estudiantes se exponen a la programación del pensamiento lógico; en secundaria, aprenden a aplicar la IA a proyectos; en bachillerato, se centran en la innovación y la práctica. No se trata solo de enseñar teoría, sino que los programas se integran con la práctica mediante proyectos creativos y aplicaciones prácticas, desde chatbots y reconocimiento facial hasta la gestión agrícola inteligente.
En segundo lugar, China está invirtiendo en infraestructura y tecnología de apoyo. Se están desarrollando simultáneamente laboratorios de IA, centros educativos de alta tecnología y plataformas de aprendizaje digital. Se están utilizando asistentes de IA en el aula para personalizar el aprendizaje, ofreciendo a los estudiantes una experiencia más profunda.
En tercer lugar, la cooperación entre el gobierno, la empresa y la academia está ampliamente implementada. Grandes empresas como Baidu, Alibaba y Tencent no solo ofrecen software gratuito, sino que también organizan eventos nacionales de innovación. La Universidad de Pekín y la Universidad de Tsinghua colaboran con el Ministerio de Educación para diseñar programas de formación multinivel.

Estados Unidos se está quedando atrás: brechas en políticas educativas e infraestructura
A pesar de contar con algunas de las empresas de inteligencia artificial más importantes del mundo, desde Google hasta Microsoft y NVIDIA, el sistema educativo estadounidense se está quedando atrás:
Sólo 12 estados requieren que los graduados de la escuela secundaria estudien informática.
Sólo el 6,4% de los estudiantes de secundaria toman clases relacionadas con la tecnología de la información o la IA.
La mayoría de las escuelas en zonas rurales de bajos ingresos carecen de equipamiento, profesores y planes de estudio adecuados.
El modelo educativo estadounidense está fragmentado entre estados y carece de una estrategia federal para la IA en la educación. China, en cambio, adopta un enfoque integral: desde el nivel central hasta el local, desde las políticas hasta el presupuesto, desde el currículo hasta la formación docente.
Cuando la educación en IA es una inversión estratégica, no solo una reforma
En primer lugar, la IA es el "nuevo lenguaje" del mundo laboral. Según un estudio de Brookings Institution, para 2035, aproximadamente el 70 % de los empleos en EE. UU. requerirán conocimientos de IA o habilidades digitales avanzadas. Los estudiantes con experiencia en IA no solo estarán mejor posicionados para encontrar trabajo, sino que también desempeñarán un papel fundamental en la nueva economía del conocimiento.
En segundo lugar, la educación en IA puede reducir la desigualdad. Las estadísticas muestran que los estudiantes de informática ganan un 8 % más, un impacto especialmente positivo para estudiantes de color, minorías étnicas y de zonas rurales. Sin embargo, si no se generaliza pronto, la educación en IA podría aumentar la desigualdad al proporcionar acceso solo a los ricos.
En tercer lugar, los países que actúen con anticipación liderarán la innovación global. Los estudiantes chinos participan en competiciones internacionales de IA, publican investigaciones y aplican la tecnología en proyectos comunitarios desde una edad muy temprana. Esto indica que China está cultivando un ecosistema de talento desde la base, en lugar de depender únicamente de las universidades.
Una llamada de atención a partir de la carta de 250 directores ejecutivos
La Carta Abierta de 2025 marca un punto de inflexión. Cuando los directores ejecutivos se pronuncian no para exigir un trato preferencial para sus empresas, sino para exigir equidad tecnológica para los estudiantes, demuestra que la carrera de la IA ya no es un juego de adultos: es una batalla por el futuro.
La carta destaca tres puntos:
La inteligencia artificial y la informática deberían considerarse un requisito de graduación, como las matemáticas y la literatura.
Debe haber inversión federal para mejorar la infraestructura digital de las escuelas de todo el país.
Las empresas están listas para asociarse con la educación, pero los gobiernos necesitan crear mecanismos de coordinación.
No es coincidencia que Jeff Weiner, ex CEO de LinkedIn, llamara a esto “la revolución de la educación retrasada”, y Satya Nadella, CEO de Microsoft, llamara a la IA “la nueva electricidad de la era digital”.
Así, la competencia entre Estados Unidos y China por la IA ya no se limita a los laboratorios de investigación ni al mercado corporativo; ha llegado al aula, donde se forja a las personas del futuro. China está construyendo gradualmente un nuevo sistema educativo adaptado a la era de la IA. Estados Unidos, a pesar de su superioridad tecnológica, se enfrenta a obstáculos en materia de políticas, infraestructura y una lenta reforma.
* La segunda parte continuará aclarando las lecciones prácticas de China, las direcciones para implementar la IA en la educación primaria en los EE. UU., así como los desafíos éticos y sociales de incorporar la IA a la educación.
Fuente: https://vietnamnet.vn/cuoc-dua-giao-duc-ai-my-trung-khi-nhung-dua-tre-tro-thanh-vu-khi-chien-luoc-2399863.html
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