Bajo el intenso sol del centro de Vietnam, donde los campos verdes se entremezclan con las montañas creando un majestuoso paisaje natural, hay una tierra ubicada en la intersección de 3 provincias: Quang Tri (Vietnam), Savannakhet y Salavan (Laos), que simboliza la amistad entre los dos países hermanos, Vietnam y Laos.
Marcando gloriosas páginas de la historia
Me senté en una colina, mirando hacia el horizonte, donde se cruzan las fronteras de las tres provincias de Quang Tri, Savannakhet y Salavan. Aquí, la frontera no es solo una línea en el mapa, sino una larga historia, llena de historia y humanidad en la labor de mantener la paz y la seguridad fronteriza.
Las tres provincias de ambos países colindan con una frontera de 206 km. Las majestuosas sierras y los caudalosos ríos dan testimonio de la gloriosa historia de muchas generaciones de antepasados que se sacrificaron por la independencia y la libertad en las dos guerras de resistencia contra los colonialistas franceses y los invasores imperialistas estadounidenses. La sangre de muchos ha impregnado la tierra, para que hoy podamos estar aquí en paz, contemplar el cielo azul y escuchar el susurro del viento en los interminables bosques primigenios.

Soldados fronterizos y civiles participan en un patrullaje en el punto de referencia 608, en la frontera entre las provincias de Quang Tri, Savannakhet y Salavan. Foto: LE MINH
Esta frontera es un lugar donde convergen culturas, gentes y amistad. Pequeños pueblos se extienden a lo largo de la frontera, y vietnamitas y laosianos conviven en armonía y amistad, como hermanos. Compartiendo caminos y ríos, también colaboran para proteger la paz de la zona fronteriza.

Intercambio de experiencias y obsequios para docentes y estudiantes entre Vietnam y Laos. Foto: TRUC HA
Durante los años de paz, los guardias fronterizos vigilaban silenciosamente cada centímetro de la patria. Eran como águilas, con la mirada siempre atenta a cada pequeño movimiento en la frontera. La paz no llegó por casualidad, sino que fue fruto de un sacrificio silencioso y una dedicación absoluta.
En los fríos días de invierno, cuando la densa niebla cubre cada camino, los guardias fronterizos patrullan silenciosamente, velando por la seguridad de ambos países. Se enfrentan a numerosas dificultades, desde el clima adverso y el terreno accidentado hasta los riesgos del contrabando, el narcotráfico, la trata de mujeres y niños y el cruce ilegal de la frontera. Pero en sus corazones arde una fe y una responsabilidad inquebrantables hacia su patria y su país. No son solo guardias fronterizos, sino también un puente entre los dos pueblos, que preserva la amistad duradera entre Vietnam y Laos.
Compartiendo lo bueno y lo malo
La zona fronteriza entre Quang Tri, Savannakhet y Salavan está rodeada de altas montañas, bosques antiguos y ríos de aguas rápidas.
Durante la temporada de lluvias, las crecidas de las montañas transforman los arroyos en torrentes impetuosos. El viento derriba los árboles del bosque y los caminos fronterizos se vuelven más peligrosos que nunca. Pero incluso en estas difíciles condiciones, la naturaleza ofrece una belleza salvaje y encantadora. Las montañas envueltas en niebla o los bosques de un verde intenso bajo el sol de la tarde siempre crean imágenes mágicas.
La naturaleza de esta región alberga numerosos recursos valiosos. Los bosques primigenios son el hogar de muchas especies raras de flora y fauna. Sin embargo, la tala ilegal y la caza furtiva de animales raros siguen siendo un problema acuciante al que se enfrentan los guardias fronterizos y los guardaparques. Comprometidos con la seguridad fronteriza, los guardias fronterizos también colaboran en la protección del medio ambiente y la preservación de los recursos naturales para las futuras generaciones.
Y algo muy especial es que esta frontera simboliza profundamente la amistad entre los pueblos de Vietnam y Laos. Desde los años de la cruenta guerra, ambos pueblos han permanecido unidos, luchando juntos y construyendo un futuro mejor. Hoy, ese sentimiento se sigue cultivando y desarrollando mediante actividades de cooperación e intercambios culturales y económicos.

Los líderes de las tres provincias de Quang Tri, Savannakhet y Salavan firmaron acuerdos de cooperación en la reunión anual. Foto: TIEN NHAT
Los habitantes de ambos países, vietnamitas y laosianos, comparten el mismo espíritu patriótico, amor por la paz y respeto por los valores tradicionales. Viven unidos, compartiendo cada plato de arroz, cada alegría y cada tristeza. En los mercados fronterizos, se puede observar a personas de ambos países intercambiando productos, con amplias sonrisas en sus rostros. Los niños laosianos corren y saltan felices junto a sus amigos vietnamitas, sin distinción de nacionalidad ni idioma. Todos son como hermanos, creando una colorida estampa de humanidad y conexión transfronteriza.
Al caer la tarde, miré a lo lejos, donde las montañas se desvanecían entre la niebla. Lo que quedó grabado en mi memoria fue el silencioso sacrificio de los guardias fronterizos, la profunda amistad entre Vietnam y Laos. Todo por una frontera pacífica, donde cada persona está apegada a su patria y decidida a proteger cada centímetro de la tierra sagrada de la patria.
Y sé que, por muchas dificultades y adversidades que haya, esta frontera siempre estará protegida, siempre será un símbolo de amistad y de solidaridad duradera entre los dos pueblos hermanos de Vietnam y Laos.
La zona fronteriza entre Quang Tri y Savannakhet es un símbolo de cooperación, solidaridad y amistad. Los guardias fronterizos y la comunidad local han trabajado, trabajan y seguirán trabajando incansablemente para proteger la paz de ambos países. En el futuro, con el desarrollo económico y la integración de ambos pueblos, esta zona fronteriza no solo será una tierra remota y aislada, sino también un territorio lleno de potencial.

Fuente: https://nld.com.vn/canh-giu-tung-tac-dat-thieng-lieng-cua-to-quoc-196250322205156258.htm






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