
En ese contexto, el patrimonio cultural ya no es solo un recuerdo del pasado, sino que se ha convertido en un recurso especial, una forma de “capital patrimonial” capaz de crear valor añadido, empleo, creatividad e identidad para la economía moderna.
Principios fundamentales
Desde complejos arquitectónicos, paisajes y reliquias tangibles hasta tesoros del patrimonio inmaterial como festivales, saber popular, artesanías tradicionales, gastronomía y música , Vietnam posee un inmenso «tesoro intangible»: 9 patrimonios tangibles, 16 patrimonios inmateriales, 11 patrimonios documentales reconocidos por la UNESCO, cerca de 10 000 reliquias clasificadas en todos los niveles, casi 8000 festivales y miles de pueblos artesanales y patrimonios nacionales inmateriales. Todo ello constituye la base de una «economía del patrimonio», donde los valores culturales se transforman en activos para el desarrollo, conectando el pasado con el futuro, la tradición con la creatividad.
Para crear un corredor de desarrollo sostenible para la economía del patrimonio vinculado al sector privado, se requiere un enfoque de gestión sofisticado y humanista. La experiencia internacional y la práctica vietnamita demuestran que este desarrollo debe guiarse por cuatro principios fundamentales: respetar el valor original del patrimonio y evaluar el impacto antes de cualquier intervención; integrar patrimonio, paisaje, turismo, medio ambiente y comunidad en un espacio unificado; preservar la riqueza estética tradicional dentro de una escala de desarrollo apropiada; y, finalmente, fomentar la interacción, la cocreación y el reparto de beneficios entre empresas, comunidades y gobiernos.
En la nueva estructura económica, el sector privado se ha consolidado como un importante motor de innovación y creatividad. La Resolución n.º 68-NQ/TW del 4 de mayo de 2025 del Politburó afirma claramente que la economía privada es una fuerza importante que promueve la productividad laboral, mejora la competitividad nacional y contribuye a la estabilidad de la vida social.
En el ámbito cultural, el sector privado no solo invierte, sino que también narra historias, crea y acompaña en la preservación y promoción del patrimonio. Desde proyectos como el casco antiguo de Hoi An, la aldea artesanal de Bat Trang, el estudio cinematográfico Trang An Ninh Binh y el Festival de Hue, hasta los proyectos franceses de conservación arquitectónica en Hanói, todos demuestran claramente la capacidad de combinar recursos privados, creatividad y valores patrimoniales en el desarrollo económico cultural.
El mundo avanza con paso firme hacia una economía de la experiencia, donde el valor reside no solo en el producto físico, sino también en las emociones, las historias y las identidades que evoca. Los consumidores y turistas de hoy buscan autenticidad, singularidad y un sentido de comunidad, factores en los que Vietnam cuenta con una gran ventaja gracias a su rica historia, cultura y patrimonio.
Sin embargo, junto con esa oportunidad surgen desafíos importantes: el marco jurídico para la cooperación público-privada en el sector del patrimonio aún carece de especificidad, la capacidad de las empresas privadas en los ámbitos de la creación y la conservación es limitada, el mecanismo de gestión todavía se basa en gran medida en el principio de "pedir-dar", y el riesgo de una comercialización desmedida puede provocar que los valores culturales se vuelvan "vacíos" si no existen normas de supervisión.
Para crear un corredor de desarrollo sostenible para la economía del patrimonio vinculada al sector privado, se requiere un enfoque de gestión sofisticado y humanista. La experiencia internacional y la práctica vietnamita demuestran que este desarrollo debe guiarse por cuatro principios fundamentales: respetar el valor original del patrimonio y evaluar el impacto antes de cualquier intervención; integrar patrimonio, paisaje, turismo, medio ambiente y comunidad en un espacio unificado; preservar la riqueza estética tradicional en una escala de desarrollo adecuada; y, finalmente, fomentar la interacción, la cocreación y el reparto de beneficios entre empresas, comunidades y gobierno. Asimismo, además de los tres actores tradicionales (Estado, científicos y empresas), es necesario ampliar este enfoque a cuatro actores, incorporando el papel de las comunidades —aquellas que viven, conservan y se benefician directamente del patrimonio— para crear un círculo de consenso en todas las decisiones.

La gestión de riesgos y la responsabilidad social deben ser prioritarias.
En materia de políticas, es necesario, en primer lugar, mejorar las instituciones y permitir la puesta en marcha de «espacios de prueba patrimoniales», áreas de experimentación jurídica flexibles para modelos de colaboración público-privada en la conservación y explotación del patrimonio. La creación del Fondo de Patrimonio y Creatividad de Vietnam, bajo un modelo de financiación mixta que combine capital público, capital privado y financiación internacional, contribuirá a movilizar recursos con mayor eficacia.
En materia de políticas, es necesario, en primer lugar, mejorar las instituciones y permitir la puesta en marcha de «espacios de prueba patrimoniales», áreas de experimentación legal flexibles para modelos de colaboración público-privada en la conservación y explotación del patrimonio. La creación del Fondo de Patrimonio y Creatividad de Vietnam, bajo un modelo de financiación mixta que combine capital público, privado e internacional, contribuirá a movilizar recursos con mayor eficacia. Asimismo, es necesario promulgar normas de diseño que tengan en cuenta el patrimonio para la arquitectura, la publicidad, la iluminación y el turismo nocturno, así como establecer un mecanismo de «Sello de Patrimonio de Vietnam» para clasificar y reconocer los productos y servicios culturales creativos asociados a valores auténticos e impacto en la comunidad.
Paralelamente, es necesario emitir normas de diseño que tengan en cuenta el patrimonio para la arquitectura, la publicidad, la iluminación y el turismo nocturno, así como establecer un mecanismo de “Etiqueta del Patrimonio de Vietnam” para clasificar y honrar los productos y servicios culturales creativos asociados con valores auténticos e impacto en la comunidad.
Otra dirección importante es desarrollar la infraestructura digital y los sistemas de conocimiento abierto sobre el patrimonio mediante la construcción del «Centro de Datos del Patrimonio de Vietnam», una plataforma nacional que integra información sobre reliquias, festivales, artesanías tradicionales, gastronomía, derechos de autor y mapas digitales, apoyando a empresas emergentes creativas y compañías culturales. Cuando la tecnología de realidad virtual (RV/RA), las entradas electrónicas, las guías multilingües y los modelos
Si se populariza el concepto de "museo abierto", el patrimonio cultural entrará de lleno en la era digital, llegando al público de una forma más dinámica y atractiva. Desde un punto de vista práctico, es posible implementar diversos modelos específicos, como el conjunto de trajes tradicionales vietnamitas y moda patrimonial con el centro "AoDai.VN", que combina espectáculos y comercio electrónico; el conjunto de gastronomía patrimonial con museos, visitas guiadas que muestran platos típicos y marcas como "Pho Hanoi", "Bun bo Hue", "Mi Quang" y "Cao lau Hoi An"; el conjunto de pueblos artesanales, espacios creativos que combinan alojamiento, talleres, exposiciones y pequeños conciertos; o el conjunto de la economía nocturna patrimonial con calles peatonales, iluminación artística, mercados nocturnos y cruceros culturales.
Junto con el desarrollo, la gestión de riesgos y la responsabilidad social deben ser prioritarias. Se debe aplicar rigurosamente un conjunto de criterios de control de riesgos, que incluyan la autenticidad e integridad del patrimonio, el impacto ambiental, la carga turística, la distribución equitativa de los beneficios para la comunidad, la estética arquitectónica y paisajística, y los valores educativos y comunicativos. La creación de Consejos de Patrimonio locales, con la participación de las comunidades, artesanos y empresas, contribuirá a garantizar la transparencia y la democracia en la conservación. Además, se debe impulsar el programa «Patrocinador del Patrimonio de Vietnam» para invitar a empresarios y vietnamitas residentes en el extranjero a patrocinar la restauración de monumentos y divulgar los avances y los costos en una plataforma digital.
En este ecosistema, el gobierno no es solo un organismo de gestión, sino que debe convertirse en un "director", un creador de instituciones, estándares, datos e infraestructura blanda; coordinar a las partes según un mecanismo de compromiso en lugar de "pedir-dar"; cambiar el enfoque del precontrol al postcontrol utilizando tecnología digital y monitoreo en tiempo real; y, especialmente, tomar la calidad de vida de las personas como medida para todas las actividades en lugar de centrarse únicamente en el índice de crecimiento turístico.
Cuando la Ley de Patrimonio Cultural (modificada) de 2024 entre en vigor el 1 de julio de 2025, la vinculación del sector privado con la economía del patrimonio se convertirá en un requisito indispensable. Vietnam podrá avanzar plenamente hacia el modelo de una «Economía Creativa basada en el Patrimonio», una economía que opera a partir de la innovación, la tecnología y la integración internacional, pero que a la vez conserva sus raíces culturales nacionales.
Con un marco jurídico bien desarrollado, estándares claros, datos transparentes y consenso comunitario, el sector privado contribuirá de manera significativa a que el patrimonio de Vietnam sea la base de una economía humana, verde, creativa y sostenible, donde se preserve el pasado, se viva un presente próspero y se cultive el futuro.
Fuente: https://baovanhoa.vn/van-hoa/dang-dan-tro-thanh-yeu-cau-tat-yeu-178776.html






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