El periodista y escritor Phong Nguyen presenta el libro "Tierra Sagrada". |
Es su doble identidad —la de periodista profesional y la de nativo de Agarwood— la que dota a su obra de un tono único y convincente. Si un reportero aporta datos precisos y un lugareño transmite emociones sinceras, Phong Nguyen combina ambas: emplea su pericia periodística para construir una estructura sólida para el artículo, pero deja que las emociones fluyan de su profundo amor por su tierra natal. Al escribir sobre los soldados de Gac Ma, logra que los lectores crean en la verdad, pero al mismo tiempo, se conmueve al comprender que tras las palabras reside un corazón que comparte esa pérdida. Es esta combinación la que eleva «Tierra Sagrada» de una colección de memorias y ensayos a un documento cultural e histórico de gran profundidad y peso espiritual.
El estilo de escritura de Phong Nguyen: La intersección entre el periodismo político y la literatura lírica
En su introducción al libro, el poeta Huu Viet realizó una acertada valoración del estilo de escritura de Phong Nguyen, afirmando que «utilizó intencionadamente la capacidad de la literatura para trascender los límites del periodismo» (p. 2). Esta es la clave para comprender el atractivo de «Tierra Sagrada». La obra constituye un ejemplo paradigmático de la fluida fusión entre el realismo del periodismo político y las cualidades líricas poéticas y literarias.
El realismo periodístico de «Tierra Sagrada» queda claramente demostrado mediante el uso, por parte del autor, de un sistema de hechos, cifras y pruebas fidedignas para crear un sólido marco informativo, lo que refuerza la argumentación y la fiabilidad de cada artículo. Importantes acontecimientos históricos, como la batalla naval de Gac Ma el 14 de marzo de 1988 (p. 72), la Conferencia APEC de 2006 celebrada en Nha Trang (p. 131) o la recepción por parte de la Armada de Vietnam de los dos primeros submarinos Kilo (p. 27), se documentan con cronologías completas y contextos específicos. Además, se presentan cifras contundentes: 2.200 billones de VND en ingresos presupuestarios procedentes de las operaciones de tránsito petrolero en Van Phong, la planificación de 150.000 hectáreas de terreno para esta zona económica (pp. 47-48) o el número de 64 soldados fallecidos en la batalla de Gac Ma (p. 81). Pero la autenticidad de la obra se ve reforzada por citas directas: desde el discurso del Primer Ministro Nguyen Tan Dung sobre la estrategia de autodefensa (págs. 23-24), hasta la voz entrecortada de un veterano de Gac Ma o el dolor del artesano Raglai, Mau Xuan Diep (pág. 43). Sin embargo, si solo contara con este marco, la obra sería un mero documento árido. Las cualidades poéticas y literarias insuflan vida a estos hechos, despiertan emociones y graban imágenes conmovedoras en la mente del lector. Phong Nguyen merece ser reconocido como un maestro en el uso de metáforas y símbolos. La bahía de Van Phong no es solo un enclave económico, sino también una «princesa dormida» que aguarda su despertar. Truong Sa no es solo un archipiélago, sino también la «sangre sagrada» de la patria. Los soldados de Gac Ma no solo se sacrificaron, sino que también crearon un «círculo inmortal». Su lenguaje, rico en imágenes y ritmo, crea espacios y emociones: «Cada tarde, la isla de Mao Du cubre orgullosamente el sol, y luego sume a Binh Ba en una espesa noche negra» o el sonido del silbato del barco que conmemora a los mártires «suena sagrado, como un juramento. Profundo. Y orgulloso» (p. 80). Más importante aún, el autor deja fluir sus pensamientos, trascendiendo el papel de mero mensajero para convertirse en un contemplativo que reflexiona sobre el destino de la tierra, la decadencia cultural y los problemas del desarrollo sostenible.
La armoniosa combinación de estilos periodístico y literario en “Tierra Sagrada” crea un efecto artístico único, realzando el valor de cada artículo. En el artículo “ La paz no se logra solo con desearlo”, se utilizan elementos periodísticos como las especificaciones técnicas del submarino Kilo 636, la fecha de entrega y las declaraciones de los líderes como datos fidedignos, que sirven de base para la argumentación. Sobre esta base, el autor incorpora imágenes simbólicas como el “agujero negro en el océano”, el “árbol de bambú de Thanh Giong” y las emociones del pueblo, transformando así un evento militar en un símbolo de fortaleza nacional, infundiendo confianza y orgullo. De manera similar, el artículo “Mensaje del Círculo Inmortal” combina hábilmente figuras históricas como los 64 mártires sacrificados y los nombres de los barcos que participaron en la batalla de Gac Ma el 14 de marzo de 1988 con imágenes literarias como el “círculo inmortal”, la bandera ensangrentada y las emotivas historias personales de los familiares de los mártires. Gracias a ello, el sacrificio se santifica, convirtiendo la pérdida en un legado espiritual inmortal. En el artículo “Premonición de Van Phong”, las cifras sobre presupuesto, planificación y capital de inversión —aparentemente áridas— cobran vida gracias a la imagen de la “princesa durmiente” y a las fervientes premoniciones sobre el futuro, evocando una visión de desarrollo llena de expectativas y emociones. En la canción “Oh, chapi…”, las cifras sobre el estado actual de la preservación cultural, la indiferencia de los jóvenes y la situación del artesano Mau Xuan Diep se ven realzadas por el tono lírico, especialmente a través de la imagen del “sonido del bambú; el sonido de los ancestros sagrados”, una metáfora impregnada de tristeza que expresa la soledad y la angustia del artesano ante la decadencia de la cultura tradicional. Es la combinación de materiales realistas y emociones artísticas lo que hace que “Tierra Sagrada” trascienda el marco de una memoria convencional de actualidad, para convertirse en una obra de profunda dimensión social y humanística.
"Sangre Sagrada": Truong Sa y el Eco Inmortal de la Soberanía
Si «Tierra Sagrada» es un cuerpo vivo, entonces la serie de artículos sobre Truong Sa es su columna vertebral, el lugar donde converge el espíritu de toda la obra y se expresa con mayor intensidad y dramatismo. Artículos como «Gota de Sangre Sagrada», «Mensaje del Círculo Inmortal» y el penúltimo, «El Deseo de Truong Sa», conforman un sólido bloque de pensamiento, el centro donde el concepto de «Tierra Sagrada» se define por la sangre, las lágrimas y una voluntad de hierro.
En la obra de Phong Nguyen, Truong Sa es ante todo un símbolo de sacrificio. La imagen del "Círculo Inmortal" en Gac Ma fue elevada a un plano filosófico por el autor. No se trató solo de un acto de valentía en combate, sino también de un profundo acto simbólico de solidaridad, de usar el propio cuerpo como baluarte, transformando la muerte de un individuo en la vida eterna de la patria. El detalle del héroe Tran Van Phuong, aun con el corazón extinguido, aferrado a la bandera nacional empapada en su sangre, con las inmortales palabras: "¡Esta es tierra de Vietnam, no la toquen!" (p. 72), condensa a la perfección el espíritu de sacrificio por la soberanía sagrada.
Además del sacrificio, Truong Sa es también un símbolo de presencia y longevidad. El autor no solo se centra en el aspecto militar, sino que también construye un sistema de símbolos culturales e históricos. La imagen del «techo curvo del templo» en medio del vasto mar y el cielo no es simplemente una instalación religiosa, sino un hito cultural, una imagen del campo vietnamita, una afirmación de la larga presencia espiritual y cultural del pueblo vietnamita en este archipiélago (págs. 141; 268). Los árboles centenarios de Phong Ba, Tormenta y Mu U son reconocidos como árboles patrimoniales, que resisten con resiliencia las tormentas y se convierten en símbolos de la voluntad indomable de los soldados de la isla. Asimismo, las estelas de soberanía cubiertas de musgo desde 1956 constituyen una prueba legal e histórica innegable, la voz silenciosa pero firme de nuestros ancestros (pág. 143).
Esa tradición sagrada no se detiene en el pasado, sino que continúa con fuerza en el presente. La historia de la capitana Tran Thi Thuy, hija del mártir Tran Van Phuong, quien se sacrificó siendo ella aún un feto, y que ahora sigue los pasos de su padre trabajando en la Brigada 146, es un testimonio vívido y conmovedor de la continuidad de los ideales de generación en generación. El ritual de gritar «¡Truong Sa por la Patria! ¡La Patria por Truong Sa!» cada vez que un barco zarpa del muelle no es solo un lema, sino que se ha convertido en un juramento, un hilo invisible que conecta el continente con las islas lejanas, uniendo pasado, presente y futuro en una voluntad unificada (p. 146).
Partiendo de esas emociones sagradas, el autor plantea un incisivo argumento político en el artículo «La paz no se alcanza con meros deseos o anhelos...». No aboga por la guerra, sino que afirma dialécticamente que la paz debe protegerse mediante la capacidad de autodefensa. La posesión por parte de Vietnam de los submarinos de la clase Kilo 636, conocidos como «agujeros negros en el océano», no es solo un avance en equipamiento militar. Es una declaración de autonomía, autosuficiencia y una acción estratégica de disuasión para «proteger la paz y la soberanía nacional». Esto demuestra una mentalidad defensiva madura: el poder no se emplea para la agresión, sino para preservar la paz de forma proactiva.
Al leer los artículos sobre Truong Sa, se vislumbra una imagen panorámica de la soberanía. El autor ha creado implícitamente un concepto multidimensional de la misma. Esta soberanía se fundamenta en pruebas legales (estelas de soberanía), se protege mediante la fuerza física y militar (soldados, submarinos) y se nutre de la profundidad espiritual y cultural (techos de pagodas, árboles patrimoniales, relatos de sacrificio). Estas tres dimensiones resuenan y se entrelazan. La soberanía no será sostenible si solo se basa en pruebas legales y carece de la fuerza para protegerlas. Asimismo, se volverá vacía de alma si carece del alma cultural y del sacrificio sagrado que crea el «alma de la tierra». Este es el mensaje más profundo y completo que transmite la serie de artículos sobre Truong Sa. Quisiera citar aquí el tono sincero y emotivo con el que el autor retrata profundamente el significado sagrado de la palabra soberanía al escribir sobre Truong Sa, la tierra que marca la vanguardia de la patria: «He estado en Truong Sa muchas veces. Y de repente me doy cuenta de que Truong Sa es una tierra muy singular. Cada persona que viene, cada vez que viene, trae consigo una huella y una emoción muy diferentes. Sin embargo, quizá todas provengan de la misma fuente: llegar a la costa de la Madre Vietnam, la tierra sagrada de la patria. Sagrada, porque cada palmo de tierra, cada braza de mar, cristaliza innumerables valores culturales e históricos; empapados en el sudor y la sangre de nuestra nación. Y, así, muchos de los que vienen a Truong Sa dicen que solo estando en medio del cielo y el mar de Truong Sa pueden sentir verdaderamente el significado de la palabra soberanía» (p. 268).
Alma de la tierra, amor por la gente: Retrato de la cultura y la gente de la tierra de Agarwood
Si Truong Sa es una "Tierra Sagrada" definida por nobles ideales y trágicos sacrificios, entonces la parte continental de Khanh Hoa es donde esa sacralidad impregna todos los aspectos de la vida cotidiana, la cultura y las cualidades de la gente trabajadora común.
Nha Trang: De simples copas a preocupaciones sobre la actualidad
En su artículo «Nha Trang... lai rai», Phong Nguyen retrata un rasgo cultural único de Nha Trang. La cultura del «lai rai» no se limita a comer y beber, sino que también constituye un espacio para la convivencia comunitaria, un lugar para relajarse tras largas jornadas laborales. El autor no solo describe platos rústicos como ostras a la parrilla con su característico aroma a mar o perca a la parrilla con un intenso olor a paja y campo, sino que también presenta una selección de platos típicos de los restaurantes de Nha Trang-Khanh Hoa y, lo que es más importante, captura la esencia de este espacio cultural: relajación, nostalgia y armonía con la naturaleza en pequeños restaurantes a orillas del río, azotados por la brisa (pp. 60-62).
Sin embargo, esa sencillez y tranquilidad se vieron truncadas por los acontecimientos de la época. El autor utilizó la pandemia de la COVID-19 como una dura prueba, dejando al descubierto la fragilidad de una estructura económica demasiado dependiente del turismo. Captó imágenes sobrecogedoras: el turismo «hibernando», calles desiertas, hoteles de lujo «cambiando de manos y propietarios en silencio» (p. 12). Este impacto obligó a Khanh Hoa a «preocuparse más por la estructura económica de los servicios, el turismo, la industria y la agricultura» (p. 13). Aquí, la pluma de Phong Nguyen se transforma claramente de la de un escritor lírico y narrativo a la de un agudo analista socioeconómico, mostrando la sensibilidad de un periodista ante los principales problemas de su país.
Ecos silenciosos: La identidad cultural de Raglai y el dolor de Chapi
Uno de los artículos más conmovedores de “Tierra Sagrada” es “¡Oh, Chapi…!”. El autor traza un retrato completo del pueblo Raglai: firme y feroz en la batalla, convirtiendo el valle en un “valle de la muerte” para el enemigo, pero también atormentado por un complejo de inferioridad derivado de un pasado de pobreza. El alma de la cultura Raglai reside en el Chapi. No es solo un instrumento musical hecho de tubos de bambú, sino “el sonido del bambú; el sonido de los ancestros sagrados, del misterioso bosque sagrado”, la voz del corazón de toda una nación (p. 38). En el centro de este sentimiento se encuentra la figura del artesano Mau Xuan Diep, “el último guardián del fuego”, el único capaz de fabricar e interpretar todas las melodías del Chapi. Su tristeza al ver a la joven generación Raglai indiferente al legado de sus ancestros, interesada únicamente en la música popular, es la tragedia del declive cultural en el proceso de modernización. El autor no critica ni culpa, sino que señala una dura realidad: cuando la vida económica cambia y los valores espirituales no se cuidan ni se cultivan adecuadamente, estos se desvanecen gradualmente hasta desaparecer. La tristeza de Chapi, por lo tanto, no es solo la historia del pueblo Raglai en Khanh Son, sino una metáfora universal del riesgo de perder el patrimonio de muchas otras minorías étnicas en Vietnam.
Vitalidad del suelo
Más allá de las emociones, «Tierra Sagrada» es también una epopeya que ensalza la gran vitalidad de los trabajadores. Se trata del grupo étnico Dang Ha de Xuan Dung, quienes, tras una vida de aislamiento y pobreza, lograron cambiar su destino gracias al apoyo de la comunidad y el gobierno (p. 28). Se trata de los agricultores de Ninh Van, Khanh Son, que, con su laboriosidad y dedicación, transformaron rocas en fragantes huertos de ajo o cultivaron con perseverancia árboles de durian para prosperar en su tierra natal (pp. 28-37).
Ya sean pescadores aferrados al mar, el misterioso pueblo Dang Ha o los agricultores Raglai, todos comparten las mismas nobles cualidades: diligencia, resiliencia, voluntad de superación y un profundo amor y apego a la tierra que los ha visto crecer. No pronuncian palabras grandilocuentes, pero es su sudor, su fuerza y su perseverancia lo que ha hecho de la tierra un lugar verdaderamente sagrado, cultivando la riqueza y la vitalidad de su patria.
"La princesa durmiente": Aspiraciones de desarrollo y el problema de la sostenibilidad
El anhelo de desarrollo impregna toda la obra, manifestándose a través de la imagen de la bahía de Van Phong y las inquietudes en torno al árbol de agar. En «Premonición de Van Phong», el autor dibuja una visión prometedora de una «princesa dormida» a punto de despertar (p. 49). Con el potencial de convertirse en un puerto internacional de tránsito de contenedores y un importante centro económico marítimo, Van Phong simboliza el sueño de Khanh Hoa de conectar con el mar. El autor presenta cifras impresionantes sobre ingresos y planificación para demostrar dicho potencial. Sin embargo, las palabras «Premonición» en el título evidencian que se trata de un futuro incierto, una gran aspiración siempre acompañada de importantes desafíos.
Estos desafíos se ilustran a fondo en el estudio de caso del agarwood del artículo «La fragancia del agarwood en la lejanía» (p. 83). Este artículo puede considerarse una poderosa metáfora de la dirección del desarrollo no solo de Khanh Hoa, sino también de Vietnam. La contradicción fundamental reside en que el agarwood es un producto de enorme valor económico, un «oro negro» de las montañas y los bosques, pero para obtenerlo se requiere paciencia y visión durante décadas, incluso siglos. Los árboles de Aquilaria deben sufrir daños y acumular quintaesencia durante un largo período para cristalizar en agarwood. La dura realidad que señala Phong Nguyen es la contradicción entre este requisito y la mentalidad cortoplacista y de soluciones rápidas. Muchas personas, debido a la presión económica inmediata, se han precipitado a talar los árboles de Aquilaria cuando el agarwood aún es joven y no tiene valor, lo que ha provocado el fracaso y la disminución de la superficie cultivada (p. 88). Al yuxtaponer la historia del árbol de Aquilaria con el gran sueño de la Zona Económica de Van Phong, un proyecto que requiere una visión estratégica a largo plazo, el autor plantea implícitamente una pregunta inquietante: si fracasamos con un árbol por impaciencia, ¿cómo podremos tener éxito con toda una zona económica que exige perseverancia y una visión mucho más amplia? La implicación más profunda es una advertencia. El «agarwood» no es solo un aroma material, sino también el «aroma» del tiempo, de la acumulación, de los valores sostenibles. El hecho de que se abandone el árbol de Aquilaria es síntoma de un problema mayor en el pensamiento sobre el desarrollo. El autor teme que la «princesa» Van Phong nunca despierte por completo si no se resuelve de raíz el problema de la paciencia y la visión estratégica a largo plazo.
En conclusión, "tierra sagrada" no es solo una tierra.
«Tierra Sagrada» de Phong Nguyen no es solo una recopilación de artículos de actualidad sobre Khanh Hoa, sino una obra de gran profundidad, que logra fusionar con éxito el periodismo político con un tono literario lírico. Con un estilo incisivo y a la vez emotivo, la obra pinta un vívido retrato de una localidad que emerge en medio de los grandes movimientos del país, donde cada centímetro de tierra y mar está impregnado de historia, cultura y aspiraciones de desarrollo. El poder de «Tierra Sagrada» reside en su capacidad para despertar las emociones y la conciencia del lector. Lejos de alabar sin cesar o de buscar palabras vacías, la obra conmueve con la verdad, con detalles cotidianos pero profundos, con cifras reveladoras y con los sentimientos persistentes del autor. Phong Nguyen no se limita a narrar historias: sugiere, cuestiona y conmueve, logrando que el lector no solo comprenda, sino que también se preocupe; no solo sienta empatía, sino que también asuma su responsabilidad hacia su tierra natal y su país.
Leer «Tierra Sagrada» es acompañar al autor en un viaje para reconocer la Patria a través de las cosas más sencillas: el sabor salado del océano en una ostra a la parrilla, el sonido ondulante del chapi en las montañas y bosques del pueblo raglai en Khanh Son, o la majestuosa postura del baniano en medio de tormentas y tempestades… A través de estas imágenes, el patriotismo deja de ser un eslogan para convertirse en una emoción vívida, auténtica y perdurable, forjada por innumerables sacrificios, la preservación y la sangre derramada. «Tierra Sagrada», por lo tanto, no es solo el nombre de una tierra, sino también un recordatorio de los valores inmutables que debemos atesorar: soberanía, patrimonio, identidad y futuro. La obra no termina con un punto final, sino con un profundo silencio que invita a cada lector a reflexionar, reconocer y actuar por sí mismo…
NGUYEN CANH CHUONG
Fuente: https://baokhanhhoa.vn/van-hoa/202507/dat-thieng-cua-phong-nguyen-hanh-trinh-giai-ma-hon-datva-tieng-vong-chu-quyen-3477da6/






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