Los ingresos del Canal de Suez de Egipto cayeron casi a la mitad en enero después de que los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron una serie de ataques contra barcos en el Mar Rojo, dijo un funcionario egipcio.
Los ataques obligaron a las principales compañías navieras a evitar la vía fluvial, lo que provocó una caída de los ingresos a 428 millones de dólares en enero, frente a los 804 millones de dólares del mismo mes de 2023, según Osama Rabie, director de la Autoridad del Canal de Suez. El número de barcos que transitan por el canal se ha reducido un 36%, añadió Rabie. Muchos buques comerciales que transitan por el Canal de Suez y el estrecho de Bab al-Mandeb han tenido que tomar rutas alternativas más largas alrededor del Cabo de Buena Esperanza de Sudáfrica, lo que ha provocado cambios y retrasos.
Sin embargo, Rabie dijo que el Canal de Suez seguía siendo la ruta "mejor, más rápida y más segura", señalando que la ruta del Cabo de Buena Esperanza era "insostenible, no había servicios y era muy difícil navegar".
Los hutíes, oficialmente conocidos como Ansar Allah, están atacando barcos presuntamente vinculados a Israel en solidaridad con los palestinos de Gaza. Los ataques han afectado gravemente al Canal de Suez, la principal fuente de ingresos y divisas de Egipto.
La disminución de los ingresos del Canal de Suez se produce en un momento en que Egipto se enfrenta a una crisis económica cada vez más profunda, con la moneda cayendo a un mínimo histórico frente al dólar, provocando un alza de precios y dificultando la vida de sus ciudadanos. El Cairo ha conseguido un rescate de 3.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero ha recibido escasas ganancias debido a la lentitud en la venta de activos estatales, la flexibilidad cambiaria y otras reformas económicas propuestas por el fondo.
Khanh Minh
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