Vietnam se está transformando rápidamente hacia una economía digital, datos digitales y un modelo de gestión que aplica ampliamente la tecnología digital. La velocidad de aplicación de la tecnología en la producción (negocios, servicios públicos, finanzas, banca, salud, educación, etc.) ha superado con creces lo imaginado. Mientras tanto, el sistema legal, que es la vía para el funcionamiento del país, se encuentra bajo una gran presión: el volumen de documentos es cada vez mayor, la velocidad de emisión es rápida, el alcance de la regulación es interconectado y más complejo que nunca.
El desajuste entre el ritmo de la práctica y la forma tradicional de legislar ha creado numerosos cuellos de botella. La superposición, las contradicciones, la falta de unidad y la falta de documentos rectores siguen siendo algunos de los mayores desafíos que enfrenta el entorno legal. Esto ha tenido numerosas consecuencias: aumento de los costos de cumplimiento, menor confianza empresarial, menor capacidad de previsión y dificultades para que los esfuerzos de reforma institucional logren los resultados deseados.
Al observar la realidad, se observa que modificar cada ley y cada disposición de la manera tradicional solo resuelve el problema superficialmente. La raíz del problema reside en el modelo de pensamiento. Cuando el derecho se ha convertido en un sistema complejo, interdisciplinario y en constante evolución, el enfoque de "redactar documentos legales" ya no es suficiente. Vietnam necesita adoptar la mentalidad de "diseñar y gestionar el sistema legal": un pensamiento estratégico, sistemático y basado en la evidencia, basado en la aplicación profunda de la ciencia de datos.
Sin embargo, la transformación del pensamiento legislativo no puede limitarse únicamente a la tecnología. Más importante aún, se trata de cambiar la forma en que se organiza el trabajo, el modelo analítico, el mecanismo de coordinación intersectorial y las competencias del equipo encargado de la formulación de políticas. Un sistema jurídico digital requiere datos fiables, normas claras, procesos estandarizados y estándares técnicos unificados. Esto exige el desarrollo temprano de una estrategia nacional sobre la transformación digital en la legislación.
Además, Vietnam necesita establecer un mecanismo para supervisar, revisar y evaluar periódicamente las leyes tras su promulgación, lo cual durante muchos años ha sido un punto débil en el ciclo de políticas. Cuando existan datos, la tecnología facilitará que la revisión sea más proactiva, precisa y con base científica. Esta es la manera de garantizar que el sistema legal no solo se promulgue correctamente, sino también que funcione correctamente.
Además de las reformas internas, un sistema jurídico moderno también debe garantizar la interacción con la ciudadanía y las empresas. La aplicación de la tecnología para recibir, analizar y responder a las peticiones ciudadanas no solo mejora la eficiencia de la aplicación de la ley, sino que también fortalece la confianza y la rendición de cuentas del Estado. En muchos países, las plataformas digitales ayudan a la ciudadanía a seguir el progreso de la resolución de las peticiones y a consultar fácilmente las leyes, reduciendo así los costos de cumplimiento y aumentando la accesibilidad.
Es evidente que la innovación en la forma de concebir la legislación en la era digital no es solo una opción, sino un requisito ineludible para que Vietnam avance hacia un desarrollo rápido, sostenible y autosuficiente. Y como creen muchos expertos y miembros de la Asamblea Nacional: si consideramos el derecho como el motor clave de la innovación, es hora de que experimentemos una "revolución" en la forma de diseñar y gestionar el sistema legal, una revolución liderada por los datos, la tecnología y el pensamiento moderno.
Fuente: https://daibieunhandan.vn/doi-moi-tu-duy-xay-dung-phap-luat-trong-ky-nguyen-so-10396744.html






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