Centro de pruebas de COVID-19 en París, Francia. Foto: AFP/TTXVN
Según el artículo, la pandemia de COVID-19 no ha desaparecido por completo, y aún surgen diversas variantes del virus SARS-CoV-2. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la nueva variante EG.5 como "debiendo ser vigilada" tras su descubrimiento el 17 de febrero.
La EG.5.1, también conocida como Eris, es una subvariante del linaje EG.5 que se ha identificado en el 88 % de los resultados de secuenciación genética de muestras de COVID-19 analizadas por investigadores. La OMS clasificó la EG.5.1 como "variante preocupante" el 9 de agosto, pero aún no es motivo de preocupación y consideró que esta subvariante representa un riesgo bajo para la salud mundial.
De hecho, aunque este subtipo es mayoritario en Francia, no ha hecho más que aumentar el número de casos sospechosos. Según una actualización del Ministerio de Salud Pública francés, a medida que este subtipo se propaga, el número de consultas por sospecha de COVID-19 aumenta, concretamente un 25 % en el grupo de edad de 15 a 74 años. Sin embargo, el ministerio señaló que la tasa de visitas a urgencias y hospitalizaciones por COVID-19 en niños ha disminuido un 6 % y un 7 %, respectivamente, mientras que las cifras se han mantenido estables en adultos.
Según la OMS, la proporción de casos de infección por la variante EG.5 ha aumentado de forma constante a nivel mundial. La prevalencia global de la variante EG.5 es del 17,4%, un aumento significativo con respecto a los datos reportados hace cuatro semanas, cuando la prevalencia global de la variante EG.5 era del 7,6%. Al 7 de agosto, los países más afectados eran China (30,6%), Estados Unidos (18,4%) y Corea del Sur (14,1%).
La OMS considera bajo el riesgo para la salud mundial que supone Eris y afirma que, hasta la fecha, no se han notificado cambios en la gravedad de la enfermedad asociados a la infección por el subtipo Eris. Si bien se han registrado aumentos simultáneos de hospitalizaciones y casos de variantes de Eris en Japón o Corea del Sur, no se ha establecido una relación entre ambos.
Sin embargo, la OMS también señala que, debido a su mayor transmisibilidad, Eris podría aumentar la incidencia de la enfermedad en países donde este subtipo se está convirtiendo en el patógeno dominante. Los síntomas siguen siendo los mismos que en las variantes anteriores: fiebre, tos, dolor de cabeza, dolores corporales...
En Francia, los resultados actualizados muestran que la tasa de casos de infección por la cepa EG.5 es del 1,6 %. Sin embargo, según los expertos, desde finales de junio, el seguimiento de la epidemia de COVID-19 se ha relajado gradualmente, por lo que es probable que los indicadores mencionados no reflejen con precisión la situación real. Por ejemplo, en la ciudad de Bayona, desde finales de julio, las farmacias han informado de la realización de numerosas pruebas de antígenos, muchas de las cuales han dado positivo.
El análisis de "Le Point" citó la opinión de la epidemióloga jubilada Catherine Hill, sugiriendo que como las medidas tradicionales de monitoreo de enfermedades ahora se han relajado, se pueden implementar medidas alternativas como confiar en los resultados del análisis de muestras de aguas residuales para monitorear el desarrollo de la sublínea Eris a bajo costo.
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