Turismo rural: no se trata solo de "pasar el rato en el campo".
Desde experimentar la agricultura y aprender artesanías tradicionales hasta sumergirse en la vida cultural local, el turismo rural está creando un espacio vibrante y único. Este modelo no solo ayuda a las personas a mejorar sus medios de vida, sino que también contribuye a preservar el patrimonio cultural.
Según las directrices del Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo, el turismo rural no se trata solo de ir al campo a relajarse, sino que es una estrategia de desarrollo armoniosa entre la conservación del patrimonio y la economía verde.

Mu Cang Chai ( Lao Cai ) es famoso por sus pintorescos campos en terrazas (Foto: TL).
Vietnam cuenta actualmente con miles de aldeas artesanales tradicionales, cientos de pueblos antiguos e innumerables patrimonios culturales tangibles e intangibles reconocidos por la UNESCO. Sin embargo, si la conservación no va de la mano con el sustento de las comunidades, muchos valores valiosos correrán el riesgo de perderse.
Por lo tanto, el Programa de Desarrollo del Turismo Rural en la Nueva Construcción Rural para el período 2021-2025, aprobado mediante la Decisión 922/QD-TTg de fecha 2 de agosto de 2022, identifica el objetivo de promover los valores culturales tradicionales y los paisajes ecológicos típicos de cada región, al tiempo que se promueve el turismo comunitario asociado con la conservación del patrimonio y la protección del medio ambiente.
En lugar de considerar el patrimonio como "tesoros para exhibir", muchas localidades han "activado" proactivamente ese valor a través del turismo, de modo que la artesanía tradicional y la cultura indígena se convierten hoy en una parte vibrante de la vida rural.
Manteniendo el alma vietnamita en el camino del desarrollo
Recientemente, la aldea de Cam Thanh (Da Nang) figuró entre las 50 aldeas más bellas del mundo y la revista Forbes la describió como «una sinfonía fluvial». Los visitantes pueden pasear en bote de mimbre por el bosque de cocoteros de Bay Mau, participar en una clase de cocina rural o unirse a los pescadores en la faena de pesca.

Imagen de la aldea vietnamita de Cam Thanh en la revista Forbes (Foto: Forbes).
Lo valioso es que el modelo de turismo comunitario aquí aún conserva sus características ecológicas, limita la "concretización", aprovecha los materiales locales y convierte cada experiencia en una historia cultural de los ríos de la región central.
En Moc Chau (Son La), con más de 10.000 hectáreas de árboles frutales y miles de hectáreas de té, hortalizas y otros cultivos, se han desarrollado cientos de modelos de agroturismo. Las actividades incluyen visitas a granjas lecheras, ordeñar vacas, cultivar hortalizas, recolectar ciruelas, aprender a elaborar papel Do o preparar platos tradicionales.
Estas actividades no solo generan ingresos, sino que también ayudan a preservar la artesanía tradicional y el ecosistema de las tierras altas, en el verdadero espíritu del turismo sin sacrificar la naturaleza.
En Lao Cai se están ampliando los modelos turísticos de campos en terrazas, tejido de brocado, mercados de montaña, etc., combinados con el desarrollo de productos agrícolas y souvenirs con identidad fronteriza.
El Departamento Provincial de Turismo tiene como objetivo desarrollar un sistema integrado de destinos rurales, con la comunidad como eje central. De esta manera, el turismo en esta provincia no solo genera nuevos ingresos, sino que también contribuye a preservar la cultura espiritual de las minorías étnicas.
En la región occidental, provincias como Dong Thap y Can Tho atraen a turistas con excursiones de “un día como agricultor”: recolección de fruta, cocina, paseo en bote por los canales, pesca y escucha de música tradicional.
En particular, Con Son —un modelo de turismo comunitario gestionado por más de 70 familias en Can Tho— se considera un ejemplo típico. Aquí, cada residente es a la vez partícipe de la conservación y «embajador cultural», ayudando a los turistas a comprender mejor la gastronomía y el estilo de vida de la región ribereña.
Desarrollarse sin perder la identidad
Según los expertos, el turismo rural vinculado al patrimonio constituye un motor doble: genera valor económico y, a la vez, impulsa un desarrollo verde y sostenible. Al practicar el turismo, las personas también protegen el paisaje, preservan la arquitectura antigua y reducen los residuos plásticos.
Muchos pueblos turísticos han optado por utilizar energías limpias, priorizando los materiales naturales y desarrollando un modelo de "alojamiento ecológico" que es a la vez económico y respetuoso con el medio ambiente.
En realidad, cuando el patrimonio se integra en el ciclo de la vida, es respetado por la comunidad y disfrutado por los turistas, la conservación deja de ser una carga para convertirse en una fuente de orgullo y un motor para el desarrollo.
Cada pueblo artesanal, práctica y costumbre, si se asocia con productos turísticos adecuados, se convertirá en una marca regional, contribuyendo a moldear la identidad del turismo vietnamita.

Los turistas occidentales disfrutan de frutas de temporada y música folclórica del sur en su viaje para explorar el islote Thoi Son (Dong Thap) (Foto: Moc Khai).
En el curso de la modernización, preservar el alma del campo no se trata solo de viejos tejados de tejas o caminos de ladrillo rojo, sino también de la forma en que la gente convive con el patrimonio, convirtiéndolo en medio de vida y motivo de orgullo.
El turismo rural vinculado a la conservación del patrimonio es la vía hacia un desarrollo humano y sostenible, que permite a la campiña vietnamita innovar sin perder su esencia. De esta manera, cada viaje turístico no es solo un recorrido por un territorio, sino también una oportunidad para conectar con la memoria y el espíritu de la patria.
Fuente: https://dantri.com.vn/du-lich/du-lich-nong-thon-gan-voi-bao-ton-di-san-chia-khoa-cua-phat-trien-xanh-20251105200910318.htm






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