
Esta mañana, 12 de septiembre, en el Museo de la Mujer de Vietnam (36 Ly Thuong Kiet, Hanoi ), el Instituto de Investigación sobre Cuestiones Religiosas y de Creencias (dependiente de la Unión de Asociaciones de Ciencia y Tecnología de Vietnam) organizó el Primer Foro Anual sobre la Creencia en el Culto a la Diosa Madre Vietnamita.
El evento contó con la participación y el debate de numerosos expertos, científicos, artesanos en activo y representantes de comunidades religiosas de todo el país, quienes aportaron perspectivas profundas, soluciones prácticas y consensos para proteger y promover el valor de este patrimonio tan especial.
El foro tiene como objetivo afirmar el valor cultural especial del culto a la Diosa Madre vietnamita, un patrimonio cultural inmaterial representativo de la humanidad, al tiempo que crea un espacio académico y un diálogo multidimensional entre investigadores, gestores culturales, artesanos, comunidades religiosas y jóvenes.
El foro se centró en debatir tres temas principales: Valores culturales de la creencia en el culto a la Diosa Madre: identificación de la identidad, síntesis de valores espirituales, artísticos y humanísticos en la vida cultural vietnamita.
Desafíos y distorsiones en la creencia del culto a la Diosa Madre vietnamita en la actualidad: comercialización, superstición disfrazada, desviación de las normas éticas, afectando la imagen del patrimonio.
Soluciones para preservar y difundir el valor del culto a la Diosa Madre vietnamita en la sociedad actual: Proponer soluciones relacionadas con la educación , la comunicación y la tecnología digital; construir estándares comunitarios; recomendar políticas de gestión y apoyar prácticas estándar y sostenibles.

En el foro, la profesora asociada, Dra. Tran Ngoc Linh, directora del Instituto de Investigación sobre Religión y Creencias, afirmó: "El foro no es solo el evento inaugural de la serie anual de actividades sobre el culto a la Diosa Madre de los Tres Reinos, sino también un hito en el inicio del camino para acompañar a la comunidad en la preservación y promoción del patrimonio.
Esta es una oportunidad para reafirmar la identidad cultural vietnamita en el proceso de integración, difundiendo los profundos valores humanísticos de la religión de la Diosa Madre en la vida contemporánea, al tiempo que se despierta el sentido de responsabilidad de toda la sociedad en la preservación del patrimonio, no solo como fuente de orgullo, sino también como un compromiso sostenible para las generaciones futuras.”
En el seno de la cultura vietnamita, el culto a las Diosas Madre de los Tres Palacios no es solo una práctica espiritual rica en identidad, sino también un símbolo de la vitalidad cultural nacional, que refleja la aspiración de volver al origen y promueve valores humanistas y la moral de "recordar la fuente del agua al beber".

El reconocimiento por parte de la UNESCO de la "Práctica de culto a la Diosa Madre vietnamita" como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ha reafirmado la gran importancia de este tipo de creencia no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional.
Sin embargo, en el contexto de la globalización, la urbanización y la explosión de los medios digitales, el culto a la Diosa Madre se enfrenta a muchos desafíos: el riesgo de comercialización, la distorsión en la práctica, la falta de uniformidad en la gestión y el conocimiento incorrecto por parte de una parte de la comunidad.
Se trata de cuestiones que deben ser investigadas, debatidas y orientadas tanto para promover los valores del patrimonio como para garantizar la sostenibilidad y la salud en la vida y la sociedad.
El culto a las Diosas Madre de los Tres Reinos es uno de los patrimonios culturales inmateriales más singulares de Vietnam, reconocido oficialmente por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 1 de diciembre de 2016, en la 11ª sesión del Comité Intergubernamental de la Convención de 2003.

El reconocimiento de la UNESCO ha reafirmado la gran importancia de esta creencia, tanto a nivel nacional como internacional. Esto supone un gran honor y orgullo para la comunidad practicante y para todo el país.
Además de su valor espiritual, el culto a la Diosa Madre es también un símbolo de vitalidad cultural nacional, que refleja la aspiración de volver a las raíces y promueve la moralidad de "recordar la fuente del agua al beber".
Esta creencia representa el honor a las diosas en la cultura vietnamita, con profundos valores humanísticos.
Las sesiones de práctica también tienen un significado educativo y tradicional, ya que ayudan a unir a la comunidad y a crear solidaridad entre diferentes credos y religiones.
El festival y ritual de Hau Dong es también una forma de arte integral, que combina música, vestuario, danza y representaciones folclóricas.
Sin embargo, este honor conlleva una gran responsabilidad a la hora de proteger y promover los valores positivos del patrimonio, implementando seriamente el compromiso del país con la UNESCO.
En el foro, expertos y científicos afirmaron que para ello es necesario identificar correcta y plenamente los valores fundamentales, evitando malentendidos y prejuicios sobre "La práctica de venerar a las Diosas Madre de los Tres Reinos del pueblo vietnamita".

En el contexto de la globalización, la urbanización y la explosión de los medios digitales, el culto a la Diosa Madre se enfrenta a numerosos desafíos.
Los fenómenos de distorsión, abuso y prácticas deficientes están muy extendidos, distorsionando el valor original y afectando la sacralidad de las creencias.
Uno de los problemas más importantes es la comercialización y la superstición encubierta. Las ofrendas ya no se limitan a incienso, flores, té y fruta, sino que también incluyen artículos caros como ventiladores eléctricos, arroceras y mantas de algodón que se utilizan como amuletos de la suerte.
Según el investigador Ha Huy Thang, subdirector del Instituto de Investigación sobre Religión y Creencias, en algunos casos, los "regalos de los santos" se han convertido en bienes valiosos.
Algunos médiums se han aprovechado del factor "suerte" para atraer visitantes, lo que ha llevado a la mentalidad de que "más suerte significa más prestigio" y a difundir la imagen de "recitando la suerte" en las redes sociales en lugar de los valores espirituales.
Estas desviaciones provienen de una mala comprensión de la naturaleza de las creencias, de convertir los rituales en servicios, de la falta de gestión, del afán de lucro, y pueden ser explotadas por personas malintencionadas para sabotear la seguridad, la política y la religión.

“La Santa Fortuna”, en su verdadero sentido, es una muestra sagrada, un deseo de suerte, paz y salud, y al mismo tiempo anima a las personas a vivir una buena vida.
Es una bendición, un medio, no un fin, y su valor reside en la transformación de la conciencia, no en las cosas materiales.
El acto de intercambiar regalos es una conexión entre dioses, santos y discípulos, que enfatiza los valores espirituales y el espíritu comunitario.
Quienes practican la religión deben tener la responsabilidad de comportarse de manera positiva, de modo que el dar y recibir "regalos sagrados" tenga un buen significado educativo, expresando la identidad cultural única de Vietnam y, por lo tanto, realzando el prestigio de la religión tanto a nivel nacional como internacional.
Mientras tanto, el profesor Dr. Truong Quoc Binh (ex subdirector del Departamento de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo) afirmó que la práctica de la religión también se realiza de forma arbitraria, no solo en templos y santuarios que rinden culto a las Diosas Madre, sino también en casas comunales que rinden culto a Thanh Hoang, pagodas o incluso en espacios públicos como bodas y mercados tradicionales.
Muchos disfraces de médiums han sufrido cambios extraños y extravagantes, perdiendo sus rasgos tradicionales. Algunos incluso representan arbitrariamente a médiums inexistentes, como la Santa Madre o el Emperador de Jade.
Esto provoca efectos negativos, dañando la belleza espiritual y cultural del culto a la Diosa Madre.

Según los expertos, la línea entre ortodoxia y superstición es extremadamente delgada. La superstición surge cuando se antepone el beneficio a todo lo demás, perdiendo así el valor sagrado de la tradición. Quienes participan en la ceremonia creen erróneamente que la cantidad de bendiciones recibidas determinará su destino y fortuna, lo que los lleva a depender de los dioses, a perder la capacidad de esforzarse y a ser fácilmente explotados.
Las razones de las deficiencias y limitaciones mencionadas son tanto objetivas como subjetivas. Objetivamente, el culto a la Diosa Madre es una creencia popular oral, sin una organización unificada, sin normas ni modelos fijos, lo que provoca que los rituales carezcan de uniformidad.
Subjetivamente, las diferentes percepciones de los profesionales, la falta de una gestión estricta por parte de los organismos estatales y la falta de concienciación de algunos sectores de la comunidad son también las principales causas.
Para resolver estos problemas, los organismos estatales de gestión deben trabajar con las localidades y las comunidades, abordando con firmeza los actos de explotación del patrimonio para beneficio personal.
Al mismo tiempo, es necesario fortalecer la educación para que la población comprenda y aprecie el patrimonio, e impulsar la eficacia de las normativas sobre gestión cultural, festivales y administración de templos y palacios. Sin embargo, esta responsabilidad no recae únicamente en los organismos de gestión cultural, sino también en la comunidad, en cada ciudadano y en los medios de comunicación.
Para abordar los desafíos modernos, el primer Foro anual sobre el culto a la Diosa Madre vietnamita, celebrado en 2025, se centró en debatir soluciones prácticas.
Las soluciones propuestas están vinculadas a la educación, la comunicación y la tecnología digital, con el objetivo de construir estándares comunitarios, recomendar políticas de gestión y apoyar prácticas estándar y sostenibles.
Según la Dra. Tran Ngoc Linh, profesora asociada y directora del Instituto de Investigación sobre Religión y Creencias, este foro no solo es el evento inaugural de una serie de actividades anuales, sino también un hito en el inicio del camino de acompañar a la comunidad en la preservación y promoción del patrimonio.
“Esta es una oportunidad para reafirmar la identidad cultural vietnamita, difundir los profundos valores humanísticos de la religión de la Diosa Madre y, al mismo tiempo, despertar el sentido de responsabilidad de toda la sociedad en la preservación del patrimonio”, dijo el profesor asociado, Dr. Tran Ngoc Linh.
En el foro, científicos y expertos coincidieron en que, con el reconocimiento de la UNESCO, Vietnam tiene la responsabilidad de corregir las desviaciones para proteger y preservar un patrimonio saludable.
Si no puedes mantener el nivel y permites que la negatividad persista, podrías correr el riesgo de ser "eliminado de la lista".
Por lo tanto, la comunidad que venera a la Diosa Madre debería unir fuerzas para preservar y promover los verdaderos valores de la religión de la Diosa Madre.
Preservar el culto a la Diosa Madre es un proceso largo y complejo que requiere la cooperación de la agencia gestora, la comunidad y cada individuo. Es necesario distinguir claramente entre creencias ortodoxas y supersticiones.
Preservar y promover el culto a la Diosa Madre no solo conserva un patrimonio cultural, sino que también contribuye a construir una sociedad sana y unida.
Fuente: https://baovanhoa.vn/van-hoa/dung-de-loc-thanh-thanh-hang-hoa-dat-gia-167686.html






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