Vietnam es conocido desde hace mucho tiempo por su riqueza en recursos biológicos, que se extienden desde las tierras altas del norte hasta las llanuras y zonas costeras del sur. En este tesoro, las plantas medicinales ocupan un lugar especial, no solo por sus beneficios para la salud, sino también por su estrecha relación con el conocimiento tradicional transmitido de generación en generación en las comunidades étnicas.

Los remedios elaborados con hojas, raíces y cortezas de árboles, o con simples combinaciones de hierbas medicinales, han creado una sólida base para la medicina tradicional vietnamita. Este conocimiento es un recurso invaluable que refleja la hábil adaptación del ser humano a la naturaleza y constituye, además, la base del desarrollo de la industria farmacéutica actual.
Sin embargo, desde ese valioso acervo de conocimientos hasta la formación de un sector económico moderno existe un largo camino por recorrer. Durante muchos años, las plantas medicinales se explotaban principalmente de forma espontánea, a pequeña escala y de manera dispersa. Si bien muchas localidades cultivaban plantas medicinales, no existía una conexión regional ni se ajustaban a las normas internacionales, lo que resultaba en una calidad desigual y un bajo valor económico. La mayoría de los nuevos productos se quedaban en la materia prima, vendiéndose en el mercado a precios bajos y dependiendo en gran medida de los intermediarios. Por lo tanto, el gran potencial de las plantas medicinales vietnamitas no se ha explotado plenamente, a pesar de la creciente demanda nacional e internacional.
Consciente de este problema, durante el período 2024-2025, el Estado implementó diversas políticas para planificar y desarrollar áreas medicinales clave. Se identificaron ocho regiones ecológicas específicas, entre las cuales la región montañosa del norte se consolidó como un importante centro de abastecimiento de materiales medicinales. Esta es una medida estratégica, tanto para preservar recursos genéticos valiosos como para orientar el desarrollo de plantas medicinales hacia un recurso económico vinculado al sustento sostenible de la población.
Lao Cai es un ejemplo paradigmático. Al incluir plantas como la alcachofa, el té y la Gynostemma pentaphyllum en la planificación de áreas de cultivo conforme al estándar GACP-OMS, la provincia ha transformado el conocimiento tradicional en ventajas económicas. Más allá de la siembra y la cosecha, Lao Cai también desarrolla productos de cultivo sostenible con marcas locales, generando empleo e ingresos estables para la población, especialmente para las minorías étnicas.
El éxito aquí demuestra que cuando el conocimiento popular se combina con la ciencia y la tecnología modernas, cuando los modelos cooperativos y las empresas participan profundamente en la cadena de producción y consumo, las plantas medicinales pueden escapar por completo del estatus de "materias primas" para convertirse en productos con valor añadido, suficientemente competitivos en el gran mercado.
El punto clave de este proceso es la cadena de valor moderna. En lugar de explotar o cultivar de forma fragmentada, el desarrollo de hierbas medicinales hoy en día se orienta hacia un proceso cerrado: selección de variedades, cultivo, cosecha, procesamiento preliminar, procesamiento avanzado y comercialización. El principal beneficio es garantizar un suministro estable de materias primas para la medicina tradicional y los medicamentos esenciales de origen vegetal.
Al mismo tiempo, las personas tienen la oportunidad de cuidar su salud con plantas conocidas, de bajo costo y alta eficacia. Sin embargo, para lograrlo, las zonas de cultivo deben cumplir estrictamente con las normas de la OMS sobre buenas prácticas de cultivo y cosecha de hierbas medicinales (GACP). Esto representa un gran desafío, ya que la mayoría de los hogares aún conservan prácticas agrícolas tradicionales, difíciles de modificar a corto plazo.
Además de la tecnología, otro desafío igualmente grave es la pérdida del conocimiento indígena. A medida que los jóvenes abandonan el campo en busca de otros empleos, valiosas experiencias en el reconocimiento, el uso y la conservación de hierbas medicinales corren el riesgo de perderse. Registrar, investigar y proteger el conocimiento comunitario se convierte en una tarea urgente, no solo para preservar la cultura, sino también para garantizar una fuente de datos científicos para el desarrollo a largo plazo.
Además, el papel de las empresas cobra cada vez mayor importancia. Sin las etapas de consumo, el apoyo técnico, la promoción regional y la inversión en el procesamiento integral, a las plantas medicinales les resultará difícil acceder a los grandes mercados. Los proyectos de cooperación entre empresas, fondos de desarrollo y cooperativas han demostrado su eficacia, creando productos que cumplen con los estándares de calidad y consolidan su posición en el mercado.
Según datos de 2024, algunas hierbas medicinales como la canela y el anís estrellado han contribuido significativamente al volumen de exportaciones. Sin embargo, persiste la misma debilidad: las exportaciones se realizan principalmente en forma de materia prima, con bajo valor añadido, dependiendo de comerciantes y mercados intermediarios. Para cambiar esta situación, Vietnam necesita centrarse en el desarrollo de la industria de procesamiento nacional, construyendo una cadena de valor completa que vincule estrechamente las zonas de cultivo con las fábricas de procesamiento, incrementando así los ingresos de los agricultores y posicionando la marca vietnamita de hierbas medicinales en el mercado internacional en igualdad de condiciones.
Se observa que la historia de las hierbas medicinales vietnamitas ya no se limita a preservar una parte de la cultura tradicional. Es un camino para integrar el conocimiento popular a la vida moderna mediante la creación de una cadena de valor profesional. Cuando el Estado implementa políticas de apoyo y la comunidad y las empresas participan conjuntamente, las plantas medicinales autóctonas no solo serán una fuente de materiales médicos, sino también un motor doble: la preservación de la cultura y el desarrollo de una economía sostenible.
El camino para integrar las hierbas medicinales vietnamitas, desde el conocimiento tradicional hasta las cadenas de valor modernas, aún está plagado de dificultades. Sin embargo, con la planificación del Estado y la participación de las empresas y la comunidad, las plantas medicinales autóctonas tienen la oportunidad de convertirse en una industria estratégica: preservar la cultura, aumentar los ingresos y consolidar la marca vietnamita en el mercado internacional.
Fuente: https://baolaocai.vn/duoc-lieu-viet-nam-tu-tri-thuc-dan-gian-den-chuoi-gia-tri-hien-dai-post882517.html






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