La familia es el primer lugar donde se pueden detectar señales inusuales en los hijos a través de su comportamiento, estilo de vida y amistades. La falta de atención y la supervisión laxa de los padres constituyen una gran vulnerabilidad que facilita la aparición de la drogadicción. En muchos juicios por drogas, cuando el jurado pregunta si sabían que sus hijos eran adictos, los padres suelen responder que sus hijos son muy obedientes en casa y no muestran ninguna señal inusual.
Mientras tanto, durante nuestras visitas de campo para recopilar documentos para escribir artículos sobre delitos relacionados con las drogas en los distritos montañosos de Huong Hoa, descubrimos que la mayoría de los jóvenes involucrados en el narcotráfico provienen de familias con escasa supervisión y control parental. Una madre de la comuna de Thanh, en el distrito de Huong Hoa, lloró en el tribunal al escuchar la sentencia de muerte de su hijo de 22 años por transportar drogas a través de la frontera.
Esta mujer declaró ante el jurado que su difícil vida la llevaba a preocuparse únicamente por el dinero que su hijo ganaba a diario, sin importarle adónde iba, qué hacía o con quién jugaba. Por ello, su hijo llevaba drogas a casa para esconderlas sin que la familia lo supiera. Solo cuando el tribunal anunció la pena máxima, esta mujer comprendió que su negligencia en la crianza de sus hijos había sido la causa de la tragedia de hoy.
Además de la gestión laxa, el hecho de que muchos padres hayan "autorizado" la educación de sus hijos a las escuelas y a la sociedad es también la razón del aumento de la drogadicción, lo que lleva a otros comportamientos relacionados como el tráfico y el transporte ilegal de drogas.
Reconociendo el importante papel de la familia, la Ley de Prevención y Control de Drogas de 2021 ha reforzado su responsabilidad en este ámbito. En concreto, el Capítulo IV de dicha ley estipula claramente las pruebas de detección de drogas en el organismo; la gestión de los consumidores de drogas ilícitas; las responsabilidades de estos consumidores; las responsabilidades de las familias, organismos, organizaciones y comunidades en su gestión; y la elaboración de un registro de consumidores de drogas ilícitas. Este nuevo capítulo, de reciente regulación, responde a las necesidades prácticas y contribuye a prevenir y limitar el acceso de las personas adictas al consumo de drogas, así como todo tipo de delitos.
La situación del consumo de drogas ilegales es cada vez más compleja, especialmente en el caso de las drogas sintéticas. En muchos casos, desde el primer consumo, se ha generado un riesgo para la salud de las personas y se ha provocado una pérdida de seguridad y orden público. Por lo tanto, las normas sobre la responsabilidad familiar en la prevención del consumo de drogas son fundamentales. Sin la resistencia de la familia y la comunidad, todos los esfuerzos de las autoridades resultan insuficientes.
En Quang Tri , en los últimos años, muchas localidades de la provincia han promovido la eficacia de la comunidad en la prevención de drogas mediante la creación del movimiento "Todo el pueblo protege la seguridad nacional", el modelo "Pueblo sin abuso de drogas", "Club juvenil sin drogas"...
Entre ellos destaca el modelo de «gestión integral» de la antigua Policía del Distrito de Dakrong, un modelo que el Ministerio de Seguridad Pública promueve a nivel nacional. La «gestión integral» se centra en la administración del tiempo, los recursos y las relaciones de las personas involucradas. Este modelo moviliza la participación de las familias, las autoridades locales, los departamentos, las dependencias, las organizaciones y la policía. Decenas de personas, tras el periodo de «gestión integral», han abandonado las drogas, se han dedicado a los negocios y han sido apartadas de la administración pública por las autoridades.
La eficacia de este modelo demuestra que, cuando las familias y las comunidades se involucran, el consumo de drogas se detecta y se previene de forma temprana. Sin embargo, en la práctica, en muchos lugares todavía se considera un asunto que compete exclusivamente a la policía o a las familias, por lo que no se le presta atención. Esta situación se debe, en parte, al temor a los problemas y los conflictos, y en parte a la falta de instituciones comunitarias suficientemente sólidas para detectar e intervenir a tiempo.
La labor de prevención y lucha contra los delitos relacionados con las drogas será más eficaz si se detectan a tiempo y a distancia. Por lo tanto, además de la participación de las autoridades, se necesitan más cámaras de vigilancia comunitaria; comidas con la presencia de padres e hijos; y escuelas que enseñen a los alumnos a reconocer las drogas y a decir no a ellas. Cuanto más estrecha sea la conexión entre la escuela, la familia y la comunidad, más eficaz será el sistema de alerta temprana, lo que contribuirá a la prevención y la lucha contra las drogas.
Ante todo, es fundamental que cada ciudadano comprenda que la familia es el primer bastión y la comunidad la segunda línea de defensa en esta dura batalla. Por consiguiente, cada familia debe velar por el bienestar de sus hijos; la comunidad debe pasar de la mera escucha a la intervención activa. Las localidades fronterizas deben promover el papel de los ancianos, jefes de aldea y personas influyentes en la sensibilización, la detección y la rehabilitación de exconsumidores de drogas.
La prevención y el control de las drogas no son un movimiento de uno o dos días, y no pueden basarse en mítines, pancartas o eslóganes, sino en las acciones decisivas de las autoridades, la comunidad y cada individuo.
Anh Thu
Fuente: https://baoquangtri.vn/gia-dinh-va-cong-dong-la-chan-mem-trong-cuoc-chien-chong-ma-tuy-194470.htm






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