La política de "un programa, muchos libros de texto" se viene impulsando desde hace tiempo y supone un avance significativo en el proceso de innovación educativa en Vietnam. - Foto: NHU HUNG
Esta política abre el espacio competitivo, fomenta la creatividad y crea condiciones para que las organizaciones nacionales y extranjeras participen en el desarrollo del conocimiento general, algo sin precedentes en el sistema educativo vietnamita.
Sin embargo, después de varios años de implementación, cada vez son más evidentes muchas deficiencias en el proceso de implementación.
Una de las paradojas que emergen de la realidad es que muchos libros son altamente valorados académicamente por expertos a cargo y profesores experimentales de departamentos locales de educación y formación pero finalmente no son seleccionados.
La causa subyacente radica en el actual mecanismo de exámenes y evaluación: el examen unificado nacional y las preguntas de los exámenes de muchas provincias siguen "implícitamente" un determinado conjunto de libros.
Cuando las capacidades de los estudiantes, especialmente las de los idiomas extranjeros, se convierten en un KPI importante para evaluar la eficacia de la gestión de los líderes del Departamento de Educación y Capacitación, es comprensible que se priorice la elección de libros de texto familiares que "han logrado fácilmente altas puntuaciones" en exámenes anteriores.
Esto hace que el objetivo de mejorar realmente la calidad (a través de libros nuevos y más modernos) quede relegado a un segundo plano ante la mentalidad de "seguridad" y "fácil de conseguir" de las escuelas y los dirigentes locales.
Otro hecho innegable es que la mayoría de las agencias de gestión, escuelas y profesores no están dispuestos a cambiar sus planes de clase y métodos de enseñanza.
Cambiar a un nuevo conjunto de libros de texto requiere una inversión de tiempo, esfuerzo y disposición para aprender, algo que no siempre está disponible en el entorno educativo general. Como resultado, los nuevos libros de texto, incluso los de alta calidad, son difíciles de acceder e implementar.
Para las empresas editoriales, esta situación plantea grandes riesgos: la inversión en producción, impresión, formación del personal y distribución se vuelve pasiva e impredecible.
No está claro qué localidad elegirá qué libros, cuántos elegirá, durante cuánto tiempo se utilizarán... todo ello crea un mercado opaco e inestable y, por tanto, no se pueden tener productos de alta calidad a precios razonables.
Para eliminar el cuello de botella, se necesita una solución integral, visionaria y viable. En este sentido, la creación de un ecosistema unificado de libros de texto electrónicos es una dirección importante.
Si todos los libros de texto se digitalizan e integran en una plataforma de aprendizaje común, los profesores pueden elegir con flexibilidad el contenido más adecuado para los estudiantes, siempre y cuando sigan el programa marco.
Este modelo no sólo ahorra costes de impresión y envío sino que también ayuda a actualizar continuamente el contenido, en línea con los rápidos cambios en el conocimiento y la sociedad.
Pero aún se necesitan otras soluciones desde la raíz. En primer lugar, las preguntas de los exámenes de todos los niveles deben estandarizarse según el programa, no según los libros de texto. Esto eliminará la dependencia entre los exámenes y los libros de texto, lo que permitirá que estos compitan de forma justa con base en la calidad real.
Es necesario capacitar a los docentes para enseñar una variedad de libros de texto, no solo uno. Este es un paso importante para eliminar la mentalidad de "enseñar según el libro que se conoce" y allanar el camino para la innovación flexible en el aula.
El proceso de selección de libros en las localidades también debe ser público y transparente, limitando la influencia de las relaciones personales o los intereses grupales.
Hemos avanzado mucho en la reforma educativa. Pero cualquier reforma requiere coherencia entre la política y la práctica, entre la visión y las herramientas de implementación.
Si sólo innovamos en el nivel de emisión de políticas pero no eliminamos los cuellos de botella en el nivel operativo, el progreso seguirá siendo una formalidad.
Es hora de que el sector educativo mire atrás y vea qué está pasando en la realidad: cuáles son las deficiencias debidas al mecanismo, cuáles a las personas y cuáles a la falta de herramientas.
Sólo con coherencia de arriba a abajo el modelo de "un currículo, muchos libros de texto" puede tener la oportunidad de cumplir sus expectativas originales de mejorar la calidad de la educación y promover el desarrollo sostenible para las generaciones futuras.
Fuente: https://tuoitre.vn/giai-phap-goc-re-de-co-nhieu-bo-sach-giao-khoa-20250729083112045.htm
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