Utilizando las extrañas órbitas de dos de las numerosas lunas de Júpiter, Amaltea y Teba, los astrónomos han reconstruido el estado inicial del gigante gaseoso. Hace unos 4.500 millones de años, cuando la nube de gas y polvo que formó el Sol y los planetas se disolvió, Júpiter era al menos el doble de grande que ahora y poseía un campo magnético unas 50 veces más intenso que el actual, según el equipo.
"Es sorprendente que incluso después de 4.500 millones de años, todavía queden suficientes pistas para que podamos reconstruir el estado físico de Júpiter en el momento en que se formó", dijo el astrofísico Fred Adams de la Universidad de Michigan, coautor del estudio.
El radio de Júpiter duplicaba su tamaño actual y el planeta tenía un campo magnético 50 veces más intenso que el actual. Foto: K. Batygin
Las investigaciones sugieren que la enorme gravedad de Júpiter, combinada con la del Sol, desempeñó un papel clave en la configuración de las órbitas de los planetas y cuerpos rocosos en el sistema solar primitivo. Sin embargo, el proceso específico de formación de Júpiter sigue siendo un misterio.
Para esclarecer este problema, los científicos analizaron las órbitas actuales de Amaltea y Teba, que están ligeramente inclinadas y se han visto afectadas con el tiempo por la gravedad de Ío, una luna más grande y con actividad volcánica. Al comparar los cambios reales con los esperados tras el impacto de Ío, los investigadores calcularon que Júpiter tendría que haber sido entre dos y dos veces y media más grande de lo que es hoy para crear las órbitas actuales de Amaltea y Teba.
Tras la disipación de la nebulosa solar y el fin de la formación planetaria, Júpiter se contrajo gradualmente a medida que su superficie se enfriaba. Basándose en su radio original, el equipo también estimó que la intensidad del campo magnético del planeta en ese momento era de alrededor de 21 militeslas, 50 veces más fuerte que el actual y 400 veces más fuerte que el campo magnético de la Tierra.
“Lo que hemos establecido aquí es un valioso punto de referencia”, afirmó Konstantin Batygin, científico planetario del Instituto Tecnológico de California (Caltech) y coautor del estudio. “Un punto de referencia a partir del cual podemos reconstruir con mayor seguridad la evolución de nuestro sistema solar”.
Según Caltech, Júpiter se está contrayendo actualmente a un ritmo de unos 2 centímetros por año. Esto se debe al mecanismo de Kelvin-Helmholtz, un proceso físico que hace que los planetas se reduzcan de tamaño al enfriarse. A medida que la temperatura interna desciende, también lo hace la presión interna, lo que provoca que Júpiter se contraiga de forma constante. Sin embargo, se desconoce el momento exacto en que comenzó este proceso.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/giat-minh-voi-qua-khu-cua-sao-moc-tung-khong-lo-gap-doi-nay-am-tham-thu-nho-moi-ngay/20250524022552509
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