La fiscalía surcoreana ha acusado y detenido a un experto de 66 años por robar millones de dólares en secretos comerciales para construir una fábrica de réplicas en China. Era un alto ejecutivo de Samsung Electronics, el principal fabricante mundial de chips de memoria. Incluso ganó el premio al empleado del año en tres ocasiones. Tras 18 años trabajando allí, en 2001 se incorporó a Hynix Semiconductor (posteriormente rebautizada como SK Hynix), el rival nacional de Samsung. Allí, contribuyó decisivamente a mejorar la productividad de los chips de SK Hynix.
Cuando fue nombrado director ejecutivo de una empresa con respaldo chino en 2020, la agencia de espionaje de Seúl alertó sobre espionaje económico y robo de tecnología. La fiscalía afirmó que reclutó a unos 200 exingenieros de Samsung y SK y lo acusó de robar especificaciones clave de fábrica y diseños de salas blancas.
Aunque el sospechoso no logró instalar una línea de producción “imitación” de Samsung en Xi’an, la fuente reveló que también se robaron millones de conjuntos de datos.
El incidente es una llamada de atención para las grandes empresas tecnológicas de Corea del Sur y para el propio país, afirmó un exejecutivo de Samsung al que se le propuso trabajar en una empresa china de semiconductores. La principal preocupación, añadió, es que el conocimiento y el personal cualificado son mucho más difíciles de controlar que los productos. A medida que la tecnología de semiconductores y baterías se vuelve cada vez más difícil de adquirir mediante adquisiciones, los rivales tienden a contratar ingenieros expertos en esos campos.
Corea del Sur, sede de los mayores fabricantes de baterías y chips de memoria del mundo, como LG Energy Solutions y Samsung SDI, necesita proteger mejor su propiedad intelectual. Datos del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) muestran que se detectaron 93 casos sospechosos de espionaje industrial entre 2018 y 2022. Los semiconductores, las pantallas y las baterías fueron los principales objetivos.
El impacto económico del robo de propiedad intelectual es una de las mayores preocupaciones de las autoridades surcoreanas. La Federación de Industrias Coreanas (FKI) estima que el coste anual del robo de propiedad intelectual oscila entre 56 y 60 billones de wones.
Funcionarios de la Oficina de Propiedad Intelectual de Corea (KIPO) anunciaron que ampliarán el alcance de las investigaciones sobre robo de tecnología y aumentarán el número de investigadores. La KIPO cooperará con las fuerzas del orden nacionales, además del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) y el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. Además de duplicar las multas, los denunciantes recibirán mayores recompensas.
Según los fiscales, entre 2019 y 2022 solo fueron detenidas 47 personas en 445 casos de espionaje comercial.
Si bien cambiar de trabajo es una decisión personal, los chips, las pantallas y las baterías se han convertido en temas geopolíticos , afirmó un legislador surcoreano. El Comité de Industria Estratégica de la Asamblea Nacional solicitará al NIS, la KIPO y otras agencias del orden público que soliciten mayores penas de prisión para casos de espionaje económico.
(Según Korea Times)
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