Las autoridades informaron que el ataque afectó a 3,5 millones de residentes de Oregón y Luisiana que poseían licencias de conducir o documentos de identificación de esos estados. Casey Tingle, alto funcionario de la oficina del gobernador de Luisiana, declaró el viernes que se expusieron más de 6 millones de registros.
Fotografía ilustrativa. Fuente: Internet
Los estados no culparon específicamente a nadie por el ataque. Los hackers explotaron una vulnerabilidad en un popular software de transferencia de archivos llamado MOVEit, desarrollado por la empresa Progress Software, con sede en Massachusetts.
Cientos de organizaciones en todo el mundo podrían haber sufrido la exposición de sus datos después de que piratas informáticos aprovecharan una vulnerabilidad para infiltrarse en sus sistemas en las últimas semanas. Varias agencias federales estadounidenses, incluido el Departamento de Energía, se vieron afectadas.
Múltiples fuentes informaron a CNN el viernes que la Oficina de Administración de Personal de Estados Unidos también se vio afectada por el ataque informático, pero las consecuencias no fueron graves.
Funcionarios estadounidenses describieron el ciberataque como un ataque oportunista y con motivación financiera que no interrumpió los servicios de la agencia.
Grandes corporaciones, entre ellas la BBC, British Airways y universidades británicas, también se vieron afectadas por el ataque.
Los responsables de ciberseguridad de EE. UU. han ordenado a las agencias federales que apliquen las actualizaciones de MOVEit, pero se dice que la actualización también tiene un fallo de seguridad.
“Varios cientos” de empresas y organizaciones en Estados Unidos podrían verse afectadas por un ciberataque, según declaró el jueves un alto funcionario estadounidense a la prensa, en lo que se considera otra prueba de la capacidad del gobierno estadounidense para responder a incidentes cibernéticos.
Hoang Nam (según CNN)
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