Seis pasajeros de un Boeing 737 MAX 9 cuyos paneles de las puertas volaron demandaron a Boeing exigiendo una compensación por lesiones físicas y mentales.
Seis pasajeros y un familiar presentaron una demanda contra el fabricante de aeronaves Boeing en un tribunal de Seattle el 11 de enero. El abogado de los demandantes, Daniel Laurence, afirmó que sufrieron conmociones cerebrales, hematomas, dificultad para respirar, sangrado de oídos y trauma psicológico después de que el fuselaje del Boeing 737 MAX 9 se desintegrara en pleno vuelo el 5 de enero.
El vuelo 1282 de Alaska Airlines despegó de Portland, Oregón, con destino a Ontario, California. Apenas 20 minutos después, el avión, con 177 personas a bordo, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia cuando un panel de la puerta, instalado para reemplazar la salida de emergencia, se desprendió en pleno vuelo.
“Esta horrible experiencia causó daños económicos , físicos y emocionales que afectaron profundamente a nuestros clientes”, declaró el abogado Laurence en un comunicado. Los pasajeros también alegaron que muchas de las máscaras de oxígeno del avión eran ineficaces.
El director ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, admitió el 9 de enero su responsabilidad en el accidente. El abogado Laurence afirmó que la declaración de Calhoun fue el impulsor de la demanda colectiva.
Boeing se negó a hacer comentarios sobre la declaración de sus abogados.
El sello de la puerta de un Boeing 737 MAX 9 se desprendió durante el incidente. Foto: Reuters
Tras el incidente, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) suspendió las operaciones de los 171 aviones Boeing 737 MAX 9 para su inspección, lo que provocó la cancelación de muchos vuelos.
Alaska Airlines y United Airlines dijeron el 8 de enero que descubrieron tornillos sueltos en muchos aviones Boeing 737 MAX 9 durante inspecciones preliminares, lo que generó preocupación entre los expertos de la industria sobre el proceso de fabricación y concesión de licencias del avión más vendido de Boeing.
La FAA dijo el 9 de enero que Boeing está revisando sus pautas de inspección y mantenimiento, que deben ser aprobadas por la agencia antes de ser aplicadas a los 171 737 MAX 9 en tierra.
El nuevo incidente podría suponer un duro golpe para la reputación de Boeing, ya gravemente dañada por la suspensión de vuelos del 737 MAX 8 en todo el mundo tras dos accidentes mortales en 2018 y 2019 que provocaron la muerte de 346 personas. Las investigaciones sobre estos accidentes detectaron múltiples problemas en el diseño del Sistema de Aumento de las Características de Maniobra (MCAS) del 737 MAX 8, pero la FAA aún no ha revelado todos los detalles.
Duc Trung (según el Washington Post )
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