Cuando el ejército entró en la ciudad
Sólo una sonrisa tuya y puedo ver todo el Sur.
Porque tus labios son como fruta dulce, flores frescas.
Figura esbelta, vestido fluido.
Traigo la imagen del país a la poesía.
Treinta años como un sueño
Ahora muy real muchos colores de felicidad.
Momento sagrado, vítores instando
Apenas tuve tiempo de despedirme y luego marché apresuradamente.
Hoy, de pie en el centro de Saigón, cien veces cambiado
La chica del pasado ¿dónde está ahora?
Pero de todos modos esa sonrisa ese día
Como si todavía estuviese en algún lugar de la vitalidad de Saigón...
Fuente: https://baoquangnam.vn/hinh-anh-mot-nu-cuoi-3153734.html
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