
Las piezas de ajedrez originalmente tenían forma humana - Foto: captura de pantalla
El ajedrez es conocido como el «juego de reyes». Este deporte no solo es una forma de entretenimiento intelectual, sino también una herramienta para simular el arte de la guerra y desarrollar el pensamiento estratégico. Su origen está estrechamente ligado a la historia militar de la antigua India.
réplica del ejército
El origen más aceptado del ajedrez es el juego Chaturanga, que se originó en la India alrededor del siglo VI d.C. El nombre Chaturanga significa "cuatro unidades" en sánscrito, en referencia a las cuatro ramas principales del ejército indio de aquella época: infantería, caballería, elefantes y carros.
Las piezas originales fueron las precursoras de peones, caballos, alfiles, torres y reyes; se les dio forma y movimientos para simular con precisión estas unidades en el campo de batalla. El propósito principal del Chaturanga era entrenar y desarrollar las habilidades de "formación de batalla" y "mando militar" para los gobernantes sin derramamiento de sangre. Rápidamente se convirtió en una forma de entretenimiento intelectual de alto nivel para la aristocracia.
Cambios en las piezas de ajedrez
Las piezas de ajedrez fueron diseñadas originalmente para simular unidades de combate y órdenes sociales como infantería, caballería, elefantes y reyes cuando el juego (llamado shatranj) era popular en la antigua Persia.
En aquella época, era común representar figuras humanas y animales; el ajedrez se consideraba una simulación de batalla donde los jugadores asumían el papel de reyes. Sin embargo, la forma de las piezas de ajedrez comenzó a perder su forma humana después del siglo VII debido a la expansión del islam.

En el siglo XII, aparecieron en Irán juegos de ajedrez con diseños abstractos. - Foto: royalchessmall
En la tradición islámica, tallar estatuas o simular figuras humanas o animales es tabú. Por lo tanto, cuando el ajedrez se introdujo en el mundo árabe, las piezas se simplificaron a formas abstractas como cilindros, cubos y pequeñas torres, diferenciándose solo en altura y forma para evitar ser consideradas ofensivas para la religión.
Las evidencias demuestran que los juegos de ajedrez excavados del período abasí (siglos IX y X) presentan piezas talladas de extrema sencillez. El ajedrez se extendió a Europa a través de los árabes y, en un principio, conservó esta forma abstracta.
Durante los siglos XII y XIII, en plena Edad Media, el ajedrez se fue "cristianizando" gradualmente y los artesanos occidentales comenzaron a restaurar formas humanas (reyes, reinas, caballeros, obispos, soldados), reflejando la sociedad feudal y religiosa de la época.
Estas piezas de ajedrez humanas fueron populares en Europa durante siglos. Sin embargo, a mediados del siglo XIX se produjo una revolución estética y una estandarización.
En 1849, en Londres, Inglaterra, un concurso de diseño para crear un juego de ajedrez estándar internacional seleccionó el diseño de Nathaniel Cook. Este juego, comercializado por el fabricante como Staunton, eliminó por completo los rostros y figuras humanas reales, reemplazándolos con símbolos abstractos (caballos con cabeza de caballo, pirámides y pirámides con forma de hendidura).
El juego de ajedrez Staunton fue posteriormente reconocido como estándar internacional por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), marcando oficialmente el fin de las piezas de ajedrez humanoides desde mediados del siglo XIX.
Este cambio no se debió únicamente a la religión o la estética, sino también a la practicidad (facilidad de producción, durabilidad, facilidad de transporte) y a la universalidad, lo que convirtió al ajedrez en un juego neutral y global, centrado en la lógica y la inteligencia.
Fuente: https://tuoitre.vn/hinh-dang-quan-co-vua-da-bi-truu-tuong-hoa-nhu-the-nao-20251017112813246.htm






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