Ver dramas puede causar ansiedad y pérdida de confianza en la sociedad. Los jóvenes se dejan llevar fácilmente por noticias sensacionalistas, lo que afecta sus estudios, trabajo y habilidades comunicativas.
Dra. Le Thi Lam, profesora de psicología, educación y trabajo social, Universidad de Educación, Universidad de Danang - Foto: NVCC
La experta Dra. Le Thi Lam de la Universidad de Danang advierte que ver dramas constantemente puede afectar negativamente la psicología, el trabajo y las relaciones sociales.
Esperar el drama nocturno afecta la psicología
Mucha gente cree que ver dramas, especialmente historias de amor, puede entretener, reducir el estrés después de un día de trabajo estresante y, al mismo tiempo, aportar lecciones emocionales de la realidad. Además, también es una forma de conectar con amigos mediante conversaciones animadas.
La Dra. Le Thi Lam, profesora del Departamento de Psicología, Educación y Trabajo Social de la Universidad de Educación de la Universidad de Danang, comentó que algunas personas pueden explotar las historias en línea para comprender más sobre psicología, sociedad o contribuir al trabajo de creación de contenido.
Sin embargo, sin una orientación y un control claros, esto puede llevar a que los jóvenes se vuelvan dependientes de información externa, en lugar de centrarse en lo que es verdaderamente importante para ellos.
Según el Dr. Lam, la exposición constante a contenido negativo puede aumentar fácilmente el estrés y la ansiedad, e incluso provocar sentimientos de inseguridad y pérdida de fe en la sociedad. La repetición de historias negativas genera escepticismo y pesimismo, y una visión de la vida a través de la contradicción y el conflicto.
Además, las noticias sensacionalistas pueden fácilmente hacer que el cerebro se vuelva "adicto" a estímulos fuertes, reduciendo la capacidad de concentrarse y pensar profundamente.
En lugar de dedicar tiempo a contenidos valiosos, los jóvenes se ven fácilmente arrastrados a debates sin sentido y pierden gradualmente la capacidad de analizar objetivamente y pensar críticamente.
Otra realidad preocupante es que muchas personas están perdiendo gradualmente el control sobre su consumo de información, permitiendo que las redes sociales influyan en sus emociones y pensamientos.
Pasan demasiado tiempo chismorreando y discutiendo sobre temas que no les conciernen, lo que les lleva a descuidar el estudio, el trabajo y planes importantes.
El hábito de la procrastinación y la falta de iniciativa se va formando poco a poco, haciendo que se detengan en observar en lugar de tomar acción para cambiar o desarrollarse.
Además, cuando las personas se acostumbran a discutir en línea, pueden trasladar su mentalidad confrontativa a sus relaciones de la vida real, volviéndose irritables, impacientes y teniendo dificultades para construir conexiones saludables con quienes los rodean.
"Esto no sólo afecta la calidad de vida, sino que también reduce la capacidad de comunicarse y cooperar, habilidades importantes en el trabajo y la sociedad", afirmó el Dr. Lam.
En lugar de ver dramas nocturnos, cuida tu propia salud.
El Dr. Lam aconseja que en lugar de dejar pasar el tiempo en debates sin sentido, los jóvenes pueden encontrar formas de utilizar su tiempo de manera más efectiva.
Aprender a filtrar la información y recibir noticias conscientemente ayuda a los jóvenes a evitar las influencias negativas de las redes sociales. Limitar el tiempo de uso y priorizar el contenido educativo e inspirador puede contribuir al equilibrio psicológico y a mejorar el pensamiento.
Además, cambiar la forma de entretenerse también es una solución importante. En lugar de navegar por internet sin rumbo, los jóvenes pueden aprovechar su tiempo libre para aprender una nueva habilidad, hacer ejercicio, participar en actividades sociales o simplemente pasar tiempo con familiares y amigos.
Estas opciones no sólo ayudan a aliviar el estrés sino que también aportan valor a largo plazo, ayudándoles a desarrollarse de forma sostenible.
En definitiva, lo más importante es practicar el pensamiento proactivo. En lugar de dejarse llevar por la información negativa, pregúntese: "¿De verdad me aporta valor esto?".
Cuando los jóvenes puedan controlar cómo reciben información, ya no serán pasivos en el mundo virtual sino que podrán tomar el control de sus propias vidas.
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Fuente: https://tuoitre.vn/hong-drama-dem-khuya-tac-dong-manh-den-tam-ly-gioi-tre-20250330190636567.htm
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