El 13 de junio, Israel lanzó una campaña de ataques aéreos a gran escala contra las instalaciones nucleares y militares de Irán, marcando un punto de inflexión estratégico en Oriente Medio.
El evento impactó de inmediato los mercados financieros y de materias primas globales . El precio del oro, un activo refugio, se disparó más de 45 dólares, o un 1,3%, hasta superar los 3.430 dólares por onza en la mañana del 13 de junio en el mercado asiático.
Mientras tanto, los precios del petróleo crudo WTI aumentaron casi un 8% a 73,4 dólares por barril, lo que refleja las preocupaciones sobre las interrupciones en el suministro de petróleo, especialmente en el Estrecho de Ormuz, a través del cual fluye alrededor del 20% del petróleo mundial.
Por otro lado, los activos de mayor riesgo se vieron presionados. El Nikkei 225 de Japón cayó casi un 1,5%, el Hang Seng de Hong Kong un 0,3% y los futuros de las acciones estadounidenses y europeas también cayeron. Bitcoin, un activo especulativo, cayó un 4,3%, hasta los 103.800 dólares por BTC.
Un aumento brusco de los precios del petróleo podría incrementar los costos de transporte y producción, impulsando la inflación global. Mientras tanto, la transferencia de dinero al oro y al dólar estadounidense muestra que los inversores buscan seguridad en medio de la incertidumbre.

El ataque se produce en medio de delicadas negociaciones entre Estados Unidos e Irán sobre un acuerdo nuclear. El presidente Donald Trump ha expresado su preocupación de que las acciones de Israel puedan perjudicar las posibilidades de un acuerdo diplomático en ciernes, lo que dificultaría los esfuerzos para estabilizar la región.
Irán ha prometido previamente una "venganza despiadada", posiblemente mediante ataques con misiles o drones contra el norte de Israel o bases estadounidenses en Irak y Siria. Se espera que Israel continúe con ataques aéreos limitados, evitando una escalada hacia una guerra total a menos que Irán cruce la "línea roja".

¿Cómo se comporta la economía mundial ante este desarrollo tan “candente”?
A corto plazo, se espera que los mercados financieros sigan fluctuando, con los precios del oro, el petróleo y el dólar fuertemente respaldados, mientras que las acciones y Bitcoin están bajo presión a la baja.
Las gestiones diplomáticas internacionales, con la participación de Estados Unidos, Rusia y China, podrían impulsar un alto el fuego temporal si el conflicto se extiende. Estados del Golfo como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, preocupados por la creciente influencia de Irán, podrían respaldar discretamente a Israel.
Sin embargo, los representantes iraníes como Hezbolá y los Hutíes todavía pueden librar una guerra de guerrillas, causando una inestabilidad prolongada en el Líbano, Siria y la región del Mar Rojo.
Los precios del petróleo corren el riesgo de seguir subiendo debido a las perturbaciones en el Estrecho de Ormuz, lo que impulsaría la inflación mundial. Las bolsas mundiales seguirán bajo presión, mientras que el oro podría alcanzar los 3.500 dólares por onza, como ya habían pronosticado varias importantes instituciones financieras.
Si la situación no se calma, la economía mundial se enfrentará a una inflación persistente debido al aumento de los precios de la energía, lo que afectará las cadenas de suministro y los costos de producción. Economías asiáticas como China e India, que dependen en gran medida del petróleo de Oriente Medio, se verán gravemente afectadas.


Fuente: https://vietnamnet.vn/gia-vang-va-dau-du-bao-len-bao-nhieu-sau-khi-israel-tan-cong-iran-2411103.html
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