La Pagoda de un Pilar, obra maestra de la arquitectura budista en el corazón de Hanói , es una obra arquitectónica única, un símbolo imperecedero, asociado con la historia milenaria del país. Construida por primera vez en 1049 bajo el reinado del rey Ly Thai Tong, esta pequeña pagoda no solo lleva la marca del budismo, sino que también evoca la historia sagrada del sueño del rey. En ese sueño, el Bodhisattva Guanyin apareció, sentado sobre un loto radiante, guiando al rey. Al despertar, el rey decidió construir una pagoda con la imagen de un loto surgiendo del agua, como una plegaria por la paz y bendiciones duraderas para el pueblo.
Pagoda de un pilar en el cielo azul,
Las flores de loto crecen eternamente, pacíficas y fragantes.
Mil años de fuertes pilares de piedra, el alma sagrada de la nación, el amor al cielo y a la tierra.
La Pagoda de un Pilar no solo es especial por su forma, sino también por su profundo significado. Construida sobre un alto pilar de piedra, esta pequeña y hermosa pagoda yace en medio de un espacio apacible, como un loto que esparce su fragancia en medio de un lago en calma. La imagen de la flor de loto, símbolo de pureza y santidad en el budismo, ha calado hondo en la conciencia de cada vietnamita. La arquitectura de la pagoda es una delicada combinación de arte y religión, de solidez y delicadeza, creando una obra de arte única y excepcional.
Pagoda de un solo pilar. Foto: Recopilada
En retrospectiva, en 1105, bajo el reinado de Ly Nhan Tong, la pagoda se amplió con la construcción del lago Linh Chieu que la rodeaba, creando un paisaje natural poético que se integraba con el espacio espiritual. Sin embargo, tras numerosos altibajos, especialmente la destrucción por parte de los colonialistas franceses en 1954, la pagoda se redujo, dejando solo la pequeña pagoda que vemos hoy. No obstante, tras su restauración, la Pagoda de un Pilar aún conserva sus características originales, conservando en sí los profundos valores culturales y espirituales de la capital, Hanói.
La Pagoda de un Pilar, también conocida como Lien Hoa Dai, posee una sólida estructura con dos grandes pilares de piedra meticulosamente unidos. La sólida estructura de madera que la corona sostiene el techo curvo de tejas con la imagen de dos dragones mirando hacia la luna, majestuoso y solemne. Ya sea desde lejos o bajo el techo de tejas, se puede sentir la poderosa ascensión del loto, que expresa el noble espíritu y la infinita compasión del budismo. Toda la arquitectura es una maravillosa armonía entre la imagen del loto y la sólida estructura, creando una perfecta simetría entre la tierra y el cielo.
Dos dragones adorando a la luna en el tejado del templo. Foto: Recopilada
El espacio que rodea la pagoda realza aún más la elegante belleza de la estructura. El lago que se encuentra debajo es como un espejo que refleja la imagen de la pagoda, creando una armonía absoluta entre la calma de las aguas y la suave arquitectura curva. El paisaje natural y los árboles circundantes contribuyen a la tranquilidad del espacio, ayudando a las personas a purificarse y a serenarse. Cada vez que contemplamos la Pagoda de un Pilar, nos parece ver la armonía entre el pasado y el presente, entre la espiritualidad y la realidad, calmando el caos de la vida.
A través de los altibajos de la historia, la Pagoda de un Pilar se mantiene firme en el corazón de la capital, intacta por el paso del tiempo. Esta pequeña pagoda no tiene una puerta de tres puertas ni un campanario imponente, pero aún irradia majestuosidad y vitalidad. No solo es una obra arquitectónica icónica de Hanói, sino también el orgullo de toda la nación, asociada a valores culturales e históricos indelebles. Para todos los ciudadanos, la Pagoda de un Pilar es tanto un destino espiritual como un lugar para preservar los valores culturales tradicionales, ayudándoles a descubrir lo más sagrado del país.
Kommentar (0)