El concepto de “Universidad Verde” surgió en 1990, cuando los líderes de 22 de las principales universidades del mundo se reunieron en Francia y firmaron la Declaración de Talloires, el primer documento que se comprometía con el desarrollo sostenible, en un contexto de creciente preocupación por el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación y la degradación ambiental.
En Vietnam, muchas universidades han impulsado de forma proactiva el modelo de Universidad Verde, generando cambios positivos. Desde mayo de 2019, la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades (Universidad Nacional de Vietnam, Ciudad Ho Chi Minh) ha implementado el programa "Humanistas construyen Universidades Verdes", en tres fases: Concienciación Verde (2018 - 2022), Acción Verde (2022 - 2026) y Cultura Verde (2026 - 2030).
La Universidad de Economía de Ciudad Ho Chi Minh también promueve el proyecto “Universidad Verde - Campus Verde” dentro de su estrategia para el desarrollo universitario multidisciplinario y sostenible en el período 2021-2030. El proyecto se implementa según el modelo de “laboratorio viviente”.
Según una encuesta realizada por la escuela en diciembre de 2024, tras cuatro años de implementación, el 100 % del personal y el alumnado conocen el proyecto. De agosto de 2023 a diciembre de 2024, la escuela recogió 6,4 toneladas de residuos reciclables. Docentes y estudiantes elaboraron más de 71 trabajos de investigación sobre desarrollo sostenible y participaron en la producción de 1,4 millones de kWh de energía solar.
Desde 2019, la Universidad Abierta de Ciudad Ho Chi Minh ha dejado de utilizar por completo botellas de plástico y pajitas de plástico desechables en su campus. Por su parte, la Universidad Ton Duc Thang y la Universidad Tra Vinh se han posicionado entre las mejores universidades sostenibles del mundo durante varios años consecutivos en la clasificación publicada por UI GreenMetric.
A pesar de los numerosos resultados positivos, el modelo de Universidad Verde en Vietnam no se ha replicado ampliamente. La principal dificultad radica en la falta de recursos para invertir en instalaciones e infraestructura sostenibles. Los materiales de construcción ecológicos suelen ser más caros que los tradicionales, lo que limita su acceso. Además, la falta de concienciación y la escasez de personal especializado también constituyen importantes obstáculos.
El Dr. Bui Quang Hung, profesor asociado y subdirector de la Universidad de Economía de Ciudad Ho Chi Minh, afirmó: «No todos están dispuestos a cambiar sus hábitos de consumo, clasificar los residuos o ahorrar energía. El concepto de "desarrollo sostenible" se ha utilizado en exceso en los medios de comunicación sin que se haya implementado, lo que genera escepticismo sobre su eficacia real. La cooperación con las empresas de recolección de residuos enfrenta numerosas dificultades debido a que el modelo de economía circular en Vietnam aún está en sus inicios».
Las nuevas iniciativas a menudo no logran mantenerse a largo plazo, lo que obliga a las escuelas a buscar y cambiar constantemente de socios para garantizar su estabilidad. Medir la eficacia de las iniciativas de sostenibilidad en el ámbito académico también resulta complejo, pues requiere herramientas y métodos de medición precisos para evaluar el progreso y el impacto real.
Actualmente, documentos estratégicos nacionales como la Estrategia de Crecimiento Verde, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático y los compromisos de la COP26 crean condiciones favorables para la sincronización del modelo de Universidad Verde en todo el sistema de educación superior. Sin embargo, su implementación no puede realizarse a corto plazo, y es imposible copiar mecánicamente los modelos de los países desarrollados, ya que las condiciones y circunstancias son diferentes.
Las universidades verdes no son solo una tendencia, sino también un requisito indispensable en la estrategia de desarrollo sostenible. Para replicar este modelo, además del esfuerzo de cada institución educativa, se necesita una hoja de ruta clara y políticas estatales de apoyo financiero e incentivos.
En concreto, es necesario implementar a la brevedad posible políticas de exención y reducción de impuestos, apoyo crediticio preferencial, así como estandarizar los criterios para la construcción de escuelas sostenibles que se adapten al entorno local. Estos son factores clave para impulsar el desarrollo de universidades sostenibles, lo que generará beneficios a largo plazo para los estudiantes y el país.
Fuente: https://giaoducthoidai.vn/khat-vong-dai-hoc-xanh-post742285.html






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