Lección final: Convertir los desafíos en oportunidades de oro

Las empresas fuertes son naciones fuertes. Esta es una verdad indiscutible en estos tiempos. Es hora de que los emprendedores vietnamitas afirmen su merecida posición, no solo como personas que se enriquecen, sino también como quienes forjan el futuro del país.
De hecho, la comunidad empresarial y los emprendedores son siempre la fuerza pionera en la promoción del crecimiento, la creación de empleo, la contribución al presupuesto y la difusión del espíritu innovador. Prácticas de innovación a lo largo de casi cuatro décadas han demostrado que el sector empresarial, especialmente las empresas privadas, es el pilar más dinámico de la economía . Actualmente, el sector privado aporta alrededor del 50% del PIB, más del 30% de los ingresos del presupuesto estatal, crea más de 40 millones de empleos, representa más del 82% del total de trabajadores de la economía y aporta casi el 60% del capital total de inversión social.
De las pequeñas fábricas de los primeros años de la renovación, Vietnam cuenta ahora con grandes y poderosas corporaciones privadas con competitividad regional y global, como Vingroup, Masan , Thaco, Vietjet, Hoa Phat, FPT... Estas empresas no solo generan riqueza material, sino que también contribuyen a impulsar la imagen nacional, difundiendo el espíritu emprendedor y la innovación en la sociedad. Incluso en tiempos difíciles, como la pandemia de COVID-19 o las fluctuaciones económicas mundiales, el sector empresarial privado se mantiene resiliente, manteniendo la producción, conservando los empleos de los trabajadores y acompañando al Estado en los programas de seguridad social.
Es una viva expresión de patriotismo y responsabilidad social, valores fundamentales que conforman la identidad de los empresarios vietnamitas.
En particular, a medida que el país entra en una nueva etapa de desarrollo —la etapa de transformación digital, economía verde y economía del conocimiento—, el papel del sector empresarial, especialmente el privado, se vuelve cada vez más crucial. Las empresas vietnamitas son capaces y han llevado a cabo numerosos proyectos y obras a gran escala, con técnicas complejas y ciencia y tecnología modernas, especialmente en plazos cortos y a costos reducidos.
En el camino del desarrollo económico privado, el Partido y el Estado no solo prestan atención, sino que también crean proactivamente un entorno de desarrollo que favorezca el crecimiento empresarial. En los últimos años, se han promulgado diversas políticas para eliminar los obstáculos a la producción y los negocios: desde la reforma de los procedimientos administrativos y la reducción de los costos de cumplimiento legal, hasta la promoción de la transformación digital, la innovación, el desarrollo de los mercados de capitales y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

Se han emitido continuamente numerosas resoluciones y directivas para mejorar el entorno de inversión y negocios, simplificar los trámites administrativos y garantizar los derechos legítimos de las empresas privadas. En particular, el Politburó acaba de emitir la Resolución n.° 68-NQ/TW sobre el desarrollo económico privado (Resolución 68). Esta no solo constituye una reafirmación consecuente de la política principal del Partido, sino también un gran avance en la concepción del desarrollo económico, que consiste en respetar, fomentar y acompañar a las empresas privadas.
La Resolución 68 establece una serie de orientaciones innovadoras, desde el perfeccionamiento de las instituciones y la garantía de la igualdad de derechos en el acceso a los recursos hasta la construcción de un entorno empresarial transparente, justo, seguro y favorable. El Partido y el Estado definen claramente que el desarrollo económico privado es un requisito objetivo, un importante motor para construir una economía independiente, autónoma y profundamente integrada. Se puede afirmar que, con la Resolución 68, el sector privado se encuentra ante una oportunidad excepcional para prosperar, consolidando su posición como motor de crecimiento de la economía vietnamita en la nueva era.
La Resolución 68-NQ/TW sobre desarrollo económico privado ha propuesto numerosas soluciones estratégicas a largo plazo, como la formación de grupos económicos privados sólidos con competitividad regional y global; el apoyo al desarrollo de empresas emergentes innovadoras; el perfeccionamiento del marco legal sobre propiedad, la protección de los inversores y la gestión justa y transparente de los riesgos empresariales. Estas orientaciones demuestran claramente la nueva concepción del Partido sobre el desarrollo económico privado: considerar a las empresas privadas como una "parte orgánica", un "recurso endógeno" de una economía independiente y autónoma.
El nacimiento y la implementación de estas resoluciones es la afirmación más clara: el Partido y el Estado están creando las condiciones más favorables para que el sector económico privado se desarrolle fuertemente, convirtiéndose en el pilar de la economía de mercado de orientación socialista.
Sin embargo, en el contexto de una feroz competencia mundial, el apoyo estatal es sólo una condición necesaria, mientras que el factor decisivo sigue estando en cada empresa.
En el artículo "Desarrollo económico privado: palanca para un Vietnam próspero", el Secretario General To Lam enfatizó: "Para la visión común del país, la economía privada también necesita definir con mayor claridad su misión y visión. La economía privada debe ser una fuerza pionera en la nueva era, implementando con éxito la causa de la industrialización y la modernización de la economía, impulsando la competitividad nacional, asumiendo responsabilidad social, contribuyendo a mejorar la vida de las personas, participando en la construcción de una sociedad civilizada y moderna, y contribuyendo a la construcción de un Vietnam dinámico e integrado internacionalmente".
Para entrar en la nueva era, los expertos afirman que las empresas vietnamitas necesitan realizar cambios drásticos en su mentalidad, métodos de trabajo y visión estratégica. En primer lugar, las empresas deben tomar la innovación como base del desarrollo. El mundo está cambiando rápidamente hacia modelos económicos digitales, economía verde y economía circular. Por lo tanto, invertir en tecnología, gestión moderna y productos de alto valor añadido es la única manera de evitar quedarse atrás.
En segundo lugar, es necesario construir una cultura corporativa sostenible que valore la ética empresarial, la transparencia y la responsabilidad social. Una empresa sólida no solo se mide por sus ingresos o ganancias, sino también por la confianza social y la dedicación a la comunidad.
En tercer lugar, es necesario conectar, cooperar e integrar. Ninguna empresa puede llegar lejos por sí sola. La cooperación entre empresas privadas, el sector público, empresas con inversión extranjera y socios internacionales creará una fuerza conjunta, creando un ecosistema de producción, comercio y servicios con la marca vietnamita.
Y lo más importante, las empresas deben mantener su carácter nacional y las aspiraciones vietnamitas. En la era de la globalización, ese carácter es la clave que ayuda a los emprendedores vietnamitas a integrarse con confianza, pero no a disolverse; a ser pioneros en la innovación, pero a la vez preservar los valores tradicionales y la ética empresarial.

El 9 de octubre, durante una reunión con la comunidad empresarial y empresarios con motivo del Día de los Emprendedores Vietnamitas de este año, el Primer Ministro enfatizó tres "pioneros" a los que las empresas vietnamitas deben aspirar: Ser pioneros, ejemplares y líderes en el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la innovación, la transformación digital, yendo directamente al desarrollo de tecnologías centrales, creando un movimiento y tendencia de innovación entre toda la población, contribuyendo a la construcción de una nación digital; ser pioneros y ejemplares en la producción y los negocios legales, contribuyendo a la construcción de un estado de derecho socialista del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; ser pioneros y ejemplares en la implementación de la Resolución 68 sobre el desarrollo económico privado, contribuyendo a la construcción de una economía de mercado de orientación socialista, bajo el liderazgo del Partido, la gestión del Estado y la propiedad del pueblo.
Ese mensaje no es solo un llamado, sino también una guía para la comunidad empresarial en la nueva era: convertirse en una fuerza impulsora de la modernización del país, contribuyendo a la realización de la aspiración de construir un Vietnam fuerte y próspero. Los empresarios vietnamitas de hoy no son solo "trabajadores económicos", sino también "soldados" en el frente del desarrollo, contribuyendo a afirmar la fortaleza endógena de la nación en un contexto global volátil.
Al entrar en una nueva era -la era del conocimiento, la creatividad y la integración profunda-, el país necesita una fuerza empresarial lo suficientemente fuerte, valiente y de la estatura suficiente para asumir el papel de "locomotora del crecimiento".

El Partido y el Estado han creado, crean y seguirán creando las condiciones más favorables para el desarrollo de las empresas privadas, desde las instituciones y los recursos hasta el entorno competitivo. Pero para convertir las oportunidades en realidad, la comunidad empresarial debe atreverse a pensar, actuar, asumir responsabilidades y ser pionera. Necesitan demostrar su temple, inteligencia y aspiración a la superación, convirtiendo los desafíos de la nueva era en oportunidades de oro para ayudar a las empresas y al país a despegar juntos.
Fuente: https://baotintuc.vn/kinh-te/kinh-te-tu-nhan-tru-cot-kien-tao-dong-luc-tang-truong-moi-bai-cuoi-20251012075152388.htm
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