David Beckham solía jugar para el PSG cuando era jugador. |
Cuando el Inter Miami se enfrenta al Paris Saint-Germain en los octavos de final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025™, todas las miradas parecen estar puestas en Lionel Messi, la figura central de ambos equipos, tanto del pasado como del presente. Pero entre bastidores, otra cara también emociona al PSG: David Beckham.
Beckham jugó poco tiempo en el PSG, pero dejó un legado tan emotivo y profundo que él mismo admitió: "Me trataron como si hubiera estado allí durante 16 años, no seis meses".
Beckham llegó a París en el invierno de 2013: un fichaje sorpresivo, peculiar y simbólico. Por aquel entonces, Qatar Sports Investments estaba iniciando su proyecto "Universo PSG", con la ambición de convertir al club en una marca global.
El presidente Nasser Al Khelaïfi no necesita un centrocampista polivalente; necesita un nombre. Beckham, aunque está lejos de su mejor momento y parece estar listo para colgar las botas tras su etapa en la MLS, sigue siendo un ícono internacional, una marca viva cuyo atractivo trasciende el tiempo.
Fichar a Beckham fue una brillante estrategia de marketing, pero lo que lo hizo destacar fue el propio inglés. Aceptó jugar gratis: todas sus ganancias (unas 800.000 libras al mes) se destinaron a organizaciones benéficas, hospitales y organizaciones infantiles.
El PSG pagó la transferencia a través de un fondo en Catar, lo que le permitió eludir las restricciones salariales. Fue una decisión sin precedentes, y Beckham demostró una vez más que no tiene parangón con ninguna otra estrella del fútbol.
Hoy, Beckham -en su rol de propietario del Inter de Miami- se enfrentará al PSG en el Mundial de Clubes. |
El debut de Beckham con el PSG no pudo ser más espectacular: el "Clásico Francés" contra el Marsella. Salió al campo en el minuto 76 para sustituir a Javier Pastore, pero cada movimiento suyo fue seguido por la televisión internacional. En aquel entonces, Zlatan Ibrahimovic era la figura más brillante del PSG, pero Beckham, a sus 37 años, aún brillaba con luz propia.
La jugada que derivó en el 2-0 fue prueba de ello. Empezó con los pies mágicos de Beckham y terminó con la definición de Ibra.
Sin embargo, el legado de Beckham en París no se refleja en las estadísticas. Está presente en el cariño de la afición, en el respeto que se le profesa. Seis meses son un abrir y cerrar de ojos en la historia del PSG, pero un capítulo de emociones para la afición.
"Me siento como si perteneciera allí, como si hubiera sido parte de esa familia durante mucho tiempo", compartió Beckham, no solo cortésmente, sino sinceramente.
El 18 de mayo de 2013, ante más de 45.000 espectadores en el Parque de los Príncipes, Beckham se despidió del campo de fútbol. En el minuto 81, abandonó el campo entre una ovación atronadora, una de las más emotivas que el estadio había presenciado jamás. Entre lágrimas, Beckham levantó la cabeza para saludar a la grada; no como una leyenda que se despide del fútbol, sino como un hijo que abandona un techo al que no ha estado apegado lo suficiente.
Beckham culminó su trayectoria con el título de la Ligue 1. Ese año, el PSG casi alcanzó las semifinales de la Champions League, pero fue eliminado por el Barcelona solo por la regla del gol de visitante. En la Copa de Francia, el PSG derrotó al pequeño Evian.
Pero en el fútbol, los trofeos no duran; las emociones son eternas. Y en ese sentido, la despedida de Beckham fue uno de los momentos más memorables en la historia del PSG.
Ahora, en otro capítulo de su vida, como propietario del Inter Miami, Beckham se enfrenta al PSG en un contexto muy diferente. Ya no hay centros precisos ni tiros libres espectaculares, pero su presencia aún guarda el recuerdo de una primavera breve y brillante.
El PSG fue el estadio donde Beckham terminó su carrera futbolística, pero también es el lugar donde sus recuerdos futbolísticos vivirán para siempre.
Fuente: https://znews.vn/ky-uc-psg-goi-ten-beckham-post1564649.html
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