Caminar hacia atrás no solo mejora la salud mental, sino que también ayuda a desarrollar los músculos, aumentar la flexibilidad y reducir el dolor de rodilla.
Mucha gente cree que caminar o correr hacia atrás quema más calorías que caminar hacia adelante. Según la profesora y doctora Nancy R. Kirsch, de la Universidad de Rutgers (EE. UU.), el principal beneficio de caminar hacia atrás es practicar el equilibrio, esencial para reducir el riesgo de caídas.
Desarrollar la fuerza muscular
Al caminar, el talón toca primero el suelo, seguido de los dedos. Por el contrario, al caminar hacia atrás, los dedos tocan el suelo. Esto altera el funcionamiento de los músculos de la cadera y las piernas. Caminar hacia atrás requiere más esfuerzo de piernas que caminar hacia adelante. Como resultado, la zona del cuádriceps se activa por completo, lo que ayuda a fortalecer los músculos de la parte inferior del cuerpo.
Fortalecer la salud de las articulaciones
Caminar hacia atrás puede ser suave para las articulaciones, ya que reduce el impacto en las rodillas y los tobillos. Este ejercicio es ideal para quienes se recuperan de lesiones o desean realizar ejercicios de bajo impacto.
Al caminar hacia atrás, normalmente se toca el suelo con los dedos del pie. Foto: Freepik
Mejorar el equilibrio
Esta forma de ejercicio puede mejorar la marcha, la velocidad y el equilibrio, especialmente después de una lesión o enfermedad. Según un estudio realizado en 2019 por la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica), con 600 personas, la fisioterapia combinada con la marcha hacia atrás mejoró la marcha y la fuerza muscular en personas con osteoartritis de rodilla, artritis reumatoide juvenil y lesiones del ligamento cruzado anterior.
Aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento.
Caminar ha sido durante mucho tiempo un ejercicio que ayuda a mejorar la flexibilidad y la amplitud de movimiento. Al caminar hacia atrás, las rodillas se estiran antes de que los pies toquen el suelo. Este movimiento repetitivo puede mejorar la amplitud de movimiento, lo cual puede ser beneficioso para quienes tienen dificultad para estirar las rodillas debido a una lesión o enfermedad. Este tipo de ejercicio también puede mejorar la flexibilidad de los tobillos y los isquiotibiales en la parte posterior de los muslos.
Alivio del dolor de rodilla
Un estudio realizado en 2016 por la Universidad de Daegu (Corea del Sur), con 33 participantes, demostró que caminar hacia atrás requiere pasos cortos y frecuentes. Este mecanismo reduce la presión sobre la articulación de la rodilla y la rótula, y estimula los músculos de las extremidades inferiores, las articulaciones de la rodilla y los cuádriceps, reduciendo así el dolor de rodilla. Según los científicos , este ejercicio no tiene efectos secundarios y no requiere herramientas ni equipos especiales.
Se puede caminar hacia atrás en cualquier lugar. Las cintas de correr son una excelente opción para evitar tropiezos y mantenerse seguro. Empieza con una velocidad de 0,8 km/h y aumenta a medida que tu cuerpo se acostumbre.
Durante el ejercicio, mantén una postura recta, pasos uniformes y de la misma longitud. Mantén la mente estable y evita mirar el teléfono o escuchar música mientras te ejercitas. Si caminas hacia atrás al aire libre, puedes combinar caminar hacia adelante y hacia atrás dando 10 pasos hacia adelante y 9 hacia atrás para obtener mejores resultados. Las personas con problemas de equilibrio o movilidad reducida deben consultar a un médico antes de realizar esta actividad.
Huyen My (Según Salud, Vive Fuerte )
Los lectores hacen preguntas sobre enfermedades de los huesos y las articulaciones aquí para que los médicos las respondan. |
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