Las nubes se ciernen sobre las cumbres de las montañas de la tierra Muong.

La singular carretera serpentea como una suave tira de seda, cruzando las laderas superpuestas de las montañas, llevándonos a Van Son, considerada el techo de la tierra Muong, un lugar conocido como el mágico "Valle de las Nubes", donde flotan nubes blancas durante todo el año.

Situada a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar, la comuna montañosa de Van Son hoy no es solo una tierra de nubes y niebla, sino también un lugar que contiene antiguos vestigios culturales Muong y ricos recursos naturales que esperan ser descubiertos.

Un rincón del centro comunal de Van Son. Foto: Nguyen Bon

La comuna de Van Son se formó a partir de las comunas de Quyet Chien, Van Son (antigua) y Ngo Luong. Esta tierra es conocida desde hace mucho tiempo como el "valle de la longevidad", donde el paisaje es puro, el clima templado y sus habitantes viven en armonía con la naturaleza. El aire es fresco todo el año y la niebla cubre las casas sobre pilotes enclavadas en la ladera de la montaña. La mayoría de sus habitantes son del pueblo Muong, gente amable, honesta y hospitalaria.

El carácter ancestral y arraigado de Muong se percibe en cada hogar, en las risas contagiosas del mercado y en las reuniones para compartir vino de arroz. Este estilo de vida natural, diligente y armonioso parece ser el secreto que le ha valido a este lugar el nombre de «el valle de la longevidad», donde muchos ancianos que alcanzan los cien años conservan la lucidez, la salud y la bondad, como las nubes y el viento de las tierras altas.

Quien haya visitado Van Son no puede perderse el mercado Bo-Lung Van, donde converge la esencia cultural de Thung May. El mercado se celebra todos los martes y domingos por la mañana, ofreciendo a los aldeanos la oportunidad de reunirse, comprar, vender e intercambiar productos.

Personas que venden productos agrícolas locales

Entre la bruma matutina, mujeres de tierras lejanas transportan cestas repletas de brotes de bambú, verduras silvestres, mandarinas centenarias, ajo morado y productos locales. En el mercado se vende de todo, desde artículos de uso diario y herramientas agrícolas hasta un bullicioso mercado de búfalos y vacas, una característica cultural típica del pueblo Muong.

Allí, la gente acude no solo a comprar y vender, sino también a reunirse, intercambiar historias y compartir alegría en un espacio que fusiona tradición y vida moderna.

La comuna de Van Son comienza a formar puntos de interés turístico comunitario.

Desde el mercado de Lung Van, cestas de mandarinas doradas, que desprendían una fragancia fresca, nos condujeron al "tesoro" de esta tierra: las antiguas mandarinas Nam Son. La gente las llama en broma "mandarinas apestosas" o "mandarinas antiguas", porque nadie recuerda con exactitud cuándo echaron raíces aquí; solo se sabe que este árbol ha estado presente en las tierras de Muong desde antes de 1950.

Lo que antaño fue una comuna particularmente pobre, con más del 98% de la población perteneciente al pueblo Muong y dedicada a la agricultura a pequeña escala, vio cómo el antiguo mandarino propiciaba el cambio. Con su piel fina, gajos gruesos y jugosos, sabor dulce y aroma característico, la mandarina de Nam Son conquistó rápidamente el mercado.

En particular, la temporada de maduración cercana al Tet ayuda a incrementar el valor económico , aportando ingresos estables de entre 30 y 100 millones de VND anuales a muchos hogares.

La cueva de Nam Son está reconocida como Monumento Escénico Nacional.

Gracias a su clima fresco y la marcada diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas, los mandarinos diferencian fácilmente sus yemas florales, dan fruto de manera uniforme y desarrollan un sabor especial e inigualable. Hoy en día, las antiguas colinas de mandarinos no solo son un recurso para la reducción de la pobreza, sino también un atractivo para el agroturismo, ofreciendo una experiencia única a quienes visitan Thung May.

La cueva Nam Son (también conocida como cueva Ton) es un tesoro escondido en lo profundo de la montaña. El camino hasta su entrada es una emocionante excursión. Desde el centro del pueblo, hay que cruzar senderos a través del bosque de bambú, bordeando la escarpada ladera rocosa, hasta llegar a la pequeña entrada de la cueva, de apenas un metro de altura y menos de 90 centímetros de ancho.

Pero con solo agacharse un poco y cruzar la estrecha puerta, se abre un mundo mágico: estalactitas brillantes, un espacio amplio y fresco, tan silencioso que solo se oye el goteo del agua del techo, que resuena como la música del gran bosque. La cueva de Nam Son está despertando gracias al esfuerzo conjunto del gobierno y la ciudadanía, impulsando su explotación para el turismo sostenible.

Van Son no solo posee la cueva Ton, sino también la cascada Trang, la cascada Thung, la cueva Nui Kien y un complejo de 11 árboles nghien patrimoniales de mil años en la aldea de Bo Tram; todo ello crea un complejo ecológico rico, prístino y atractivo para los turistas que aman explorar.

Reconociendo las ventajas y el potencial, en los últimos años, algunas familias pioneras han comenzado a practicar el turismo comunitario. En la aldea de Chien, antigua tierra de Nam Son, las casas sobre pilotes han sido renovadas para ser espaciosas, limpias y contar con un sistema sanitario moderno, listas para recibir huéspedes. La Sra. Dinh Thi Truong, de la aldea de Chien, es una de las pioneras. Invirtió con audacia casi 400 millones de VND en la construcción del antiguo alojamiento sobre pilotes Lung Van, con capacidad para entre 15 y 20 huéspedes. Comentó que todos los visitantes desean experimentar la gastronomía Muong: platos rústicos que capturan la esencia de las montañas y los bosques, y que todos se marchan con satisfacción y nostalgia.

Tras la fusión, Van Son cuenta con numerosas ventajas para un mayor desarrollo. El Comité del Partido de la comuna para el período 2025-2030 identificó los siguientes avances estratégicos: priorizar la inversión en transporte que conecte los destinos turísticos con las zonas de producción; desarrollar especialidades agrícolas, en particular mandarinas antiguas, según la cadena de valor asociada al turismo experiencial; y capacitar a la población y mejorar las capacidades para el turismo comunitario.

El secretario del Comité del Partido de la comuna de Van Son, Nguyen Duy Tu, informó: La comuna está desarrollando un proyecto de explotación turística sostenible. En primer lugar, se está renovando el camino a la cueva de Nam Son, instalando escalones de piedra y barandillas de seguridad. Asimismo, se está ampliando el modelo de alojamiento en casas de familia a otras aldeas como Hay Duoi, organizando mercados nocturnos y promocionando productos ecoturísticos culturales y agrícolas específicos del pueblo Muong. Además, Van Son aspira a conectar regiones a lo largo del triángulo «Van Son - Mai Chau - Pu Luong», creando una cadena de destinos atractivos que prolongue la estancia de los turistas.

Al partir de Van Son cuando el sol de la tarde se abrió paso entre las nubes, el valle parecía dorado por la puesta de sol. Las colinas de mandarinos cargados de fruta, el murmullo del agua en el corazón de la cueva Nam Son, las amables sonrisas de la gente Muong, sencilla y gentil.

“El techo de la tierra Muong” ya no es una tierra dormida en la niebla, sino que se está volviendo más fresca día a día, de modo que un día no muy lejano, “Thung May” no solo será un destino para los amantes de la naturaleza, sino también un símbolo del viaje para despertar el potencial, para construir una aldea Muong rica y hermosa en medio del gran bosque.

Le Chung

Fuente: https://baophutho.vn/may-von-dinh-nui-noc-nha-xu-muong-242219.htm