La publicación por parte del Politburó de la Resolución No. 71-NQ/TW sobre avances en el desarrollo de la educación y la formación, que incluye el objetivo de proporcionar libros de texto gratuitos a los estudiantes en 2030, no es sólo una decisión administrativa, sino también un mensaje contundente sobre la aspiración de construir una sociedad justa y humana.
Desde su promulgación, esta política recibió el consenso de muchos. Numerosas opiniones la consideraron una política con un profundo significado humanístico, que demuestra la determinación del Partido y el Estado de cuidar integralmente la educación , convirtiendo sus consignas en acciones concretas, con miras al desarrollo sostenible del país.
Durante mucho tiempo, el dicho "La educación es la principal política nacional" se ha vuelto familiar. Pero para que esta afirmación se haga realidad, no debe limitarse a un simple eslogan, sino que debe materializarse mediante políticas concretas y prácticas. La política de gratuidad en la educación general y la próxima política de libros de texto gratuitos son clara prueba de ello.
En realidad, muchos niños han tenido que abandonar la escuela porque las circunstancias de sus familias son demasiado difíciles y no pueden costear libros ni uniformes. Un nuevo juego de libros de texto cada año, para muchas familias pobres, especialmente en zonas remotas, supone un gasto considerable. Cuando el Estado garantiza la educación, esa carga se alivia y las puertas de la escuela se abren más para los niños. Esto también significa que el acceso al conocimiento se vuelve más equitativo, independientemente del origen o la situación económica .
La trascendencia social de esta política se hace aún más evidente en el contexto actual. Con más de 20 millones de estudiantes de primaria en todo el país, los libros de texto gratuitos no solo brindan apoyo económico a millones de familias, sino que también representan un firme compromiso: ningún niño se queda atrás. Todo estudiante tiene derecho a estudiar en las mejores condiciones posibles, a crecer y a contribuir al desarrollo del país. Se trata de una inversión estratégica, no solo para resolver los problemas inmediatos, sino también para sentar las bases sólidas para el futuro.
Sin embargo, junto con esa determinación política, existen grandes desafíos. Proporcionar libros de texto gratuitos a todos los estudiantes requiere un presupuesto considerable, así como un estricto mecanismo de gestión, emisión y distribución. No solo es necesario imprimir y distribuir libros, sino también considerar su uso y reutilización a largo plazo para evitar el desperdicio.
La experiencia internacional demuestra que, en muchos países, la gestión de los libros de texto suele realizarse mediante préstamo y devolución a través del sistema de bibliotecas escolares, en lugar de distribuir libros nuevos cada año. Este método no solo ahorra costos, sino que también ayuda a educar a los estudiantes sobre la importancia de preservar los libros y valorar el conocimiento. Vietnam puede basarse en esto para crear un mecanismo adecuado que garantice la eficacia y sostenibilidad de la política.
Se puede decir que la Resolución n.º 71-NQ/TW ha abierto un nuevo capítulo para la educación vietnamita, reafirmando la visión estratégica del Partido y el Estado de cuidar de las generaciones futuras. Desde la política de gratuidad de la matrícula para estudiantes de secundaria hasta el siguiente paso, la gratuidad de los libros de texto, el Estado ha enviado un mensaje claro: invertir en educación es invertir en el futuro de la nación. Y esa es la inversión más sostenible.
Fuente: https://baodaklak.vn/giao-duc/202509/mien-phi-sach-giao-khoa-mo-canh-cua-tri-thuc-3931ad0/
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