Diferenciar entre acoso escolar y violencia escolar
La Dra. Le Thi Mai Lien, Jefa del Departamento de Psicología de la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades (Universidad Nacional de Ciudad Ho Chi Minh), afirmó que es necesario distinguir entre violencia escolar y acoso escolar.
En declaraciones al periódico Thanh Nien , la Dra. Mai Lien señaló que el psicólogo sueco-noruego Dan Olweus (en 1993) definió el acoso escolar como: “Los niños son víctimas de acoso cuando están expuestos a acciones negativas, intencionales, continuas y prolongadas que les causan daño o malestar por parte de una o más personas. Esta acción se produce en una relación de dependencia psicológica y se repite con regularidad”.
El acoso escolar comprende las siguientes formas: acoso físico, psicológico y cibernético. Según Eisenberg E. M. (2003), el acoso escolar busca eliminar las diferencias en la apariencia (estatura, peso, medidas, color de piel, cabello, dientes); las diferencias en intereses o ídolos; y la discriminación por motivos de género, orientación sexual, raza, grupo o posición social.
Hurrelmann (en Vettenburg, 1998) define la violencia escolar como: "Incluye todas las actividades y acciones que causan sufrimiento o daño físico o psicológico a las personas que trabajan dentro o alrededor de la escuela, o que tienen la intención de dañar a los sujetos en la escuela".

Es necesario distinguir entre violencia escolar y acoso escolar.
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modelo de 3 pisos
La Dra. Mai Lien afirmó que, actualmente, el modelo de tres capas para la prevención del acoso escolar, aplicado en muchos países como Estados Unidos, Europa y Norteamérica, ha demostrado ser eficaz para detectar y prevenir el acoso escolar. En el que:
El primer nivel es la prevención, mediante la educación de la mayoría de los estudiantes, padres y profesores. Dado que la realidad es que cualquier niño puede sufrir acoso escolar, es necesario concienciar sobre las señales, las consecuencias, cómo actuar y buscar apoyo en estas situaciones, así como saber cómo informar a los profesores si se descubre que se está siendo acosado.
Por ejemplo, hay casos en los que un estudiante sufre acoso escolar por parte de un amigo, pero los padres lo consideran una travesura infantil. Existe una diferencia entre bromear y acosar. Un niño acosado no podrá reaccionar como si solo fuera objeto de burlas; sufrirá y soportará una inhibición psicológica durante mucho tiempo.
En este nivel de prevención, las escuelas pueden organizarse mediante actividades como el izamiento de la bandera, actividades de inicio de año (incluidas las normas), la organización de clases de habilidades para la vida, la comunicación a través de vídeos y la invitación de expertos para intercambiar información...
El segundo nivel es la prevención intensiva, dirigida a estudiantes vulnerables al acoso escolar. Los estudios demuestran que estos estudiantes suelen tener baja autoestima, pocos amigos, han experimentado cambios en su entorno (como mudarse de casa o estar lejos de la familia) y presentan diferencias en su apariencia o rendimiento académico. Para detectar estos casos, se utilizan métodos como la observación, la realización de cuestionarios y la creación de buzones secretos. Posteriormente, se organizan actividades en grupos reducidos de 5 a 8 estudiantes para que puedan compartir, intercambiar información, encontrar recursos para afrontar las dificultades y desarrollar un sentido de pertenencia, una necesidad fundamental.
El tercer nivel se centra en la prevención para estudiantes que han sido víctimas de acoso escolar y para quienes han ejercido acoso. Se les brindará apoyo psicológico individualizado para fortalecer su autoestima, mejorar su pensamiento y autoimagen, aliviar el malestar emocional sufrido y desarrollar habilidades para integrarse con sus compañeros.
En estos tres niveles, el nivel 1 debe contar con la atención de la sociedad, las escuelas y los padres; el nivel 2 lo llevan a cabo orientadores escolares o profesores a tiempo parcial, y el nivel 3 solo puede ser llevado a cabo por psicólogos bien capacitados y supervisados.

Es necesario incluir conocimientos sobre la prevención del acoso escolar en los programas de educación escolar.
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4 soluciones
Según la Dra. Mai Lien, en Ciudad Ho Chi Minh, la aplicación del modelo de prevención de 3 niveles en particular y el tema de la atención a la salud mental en las escuelas en general todavía presentan muchas limitaciones.
Como orientadora escolar, profesora y tutora de estudiantes de posgrado, la Dra. Mai Lien se percató de que la atención que los directivos escolares prestan al acoso escolar varía entre los institutos. La labor de prevención del acoso escolar depende principalmente de personas como los directivos o del entusiasmo del profesorado que también ejerce como psicólogo escolar. Por lo tanto, su eficacia es muy precaria, ya que depende de cada individuo.
La Dra. Le Thi Mai Lien ofrece cuatro soluciones que la sociedad, las escuelas y los padres pueden implementar para limitar rápidamente el problema del acoso escolar.
En primer lugar, la solución a largo plazo consiste en incluir conocimientos sobre la prevención del acoso escolar en el currículo escolar. Al igual que ocurre con la educación sexual, abordar el problema del acoso escolar de forma temprana ayudará no solo a los profesores, sino también a los alumnos a protegerse a sí mismos, a sus amigos y a evitar convertirse en acosadores en el futuro.
Incluir la educación para la prevención del acoso escolar en el currículo también creará coherencia entre las escuelas públicas, evitando la dependencia de la percepción subjetiva de cada director.
En segundo lugar, se necesita un equipo de orientadores escolares en las escuelas porque, como se ha analizado, los docentes que desempeñan esta función asumen un doble rol que genera ansiedad en los estudiantes. Además, estos docentes no suelen tener las mismas habilidades, conocimientos ni el mismo entusiasmo por la orientación escolar que quienes cuentan con la formación adecuada. De hecho, algunas herramientas psicológicas, como cuestionarios, escalas y pruebas, solo pueden ser aplicadas por profesionales con la formación pertinente. Estas herramientas son fundamentales para la detección temprana de niños en riesgo de sufrir acoso escolar.
En tercer lugar, es necesario reforzar las actividades de investigación y seguimiento del acoso escolar para obtener datos sistemáticos. Asimismo, mediante el intercambio anónimo de información, podremos detectar con prontitud el riesgo de que los estudiantes sufran acoso y, por consiguiente, dar respuestas oportunas. Las universidades y los departamentos de educación deben crear redes de apoyo psicológico escolar para que, en casos de trastornos psicológicos derivados del acoso, como ansiedad y depresión, los estudiantes puedan ser derivados a organizaciones y profesionales con las competencias adecuadas.
En última instancia, a la espera de cambios sistémicos de arriba hacia abajo, el funcionamiento del modelo de prevención del acoso escolar dependerá del entusiasmo y el interés de los profesores, los padres y las escuelas.
Los centros educativos, según sus recursos, pueden invitar a orientadores externos para colaborar. Los docentes, con su entusiasmo, pueden organizar sesiones específicas sobre acoso escolar para ayudar a los alumnos a reconocer las primeras señales de acoso y a informar con valentía a los profesores. Los padres también deben prestar más atención a la vida de sus hijos, no solo en el colegio, sino también en los grupos de redes sociales.
Fuente: https://thanhnien.vn/mo-hinh-3-tang-4-giai-phap-phong-ngua-bat-nat-hoc-duong-185251110220649445.htm






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