Las tres operadoras investigadas son China Mobile, China Telecom y China Unicom. Si bien estas compañías tienen una presencia limitada en el mercado estadounidense y se les ha prohibido ofrecer hardware telefónico o servicios de venta minorista por internet, aún tienen acceso a los datos de los usuarios en este mercado.

La investigación es el último esfuerzo de Washington como parte de una guerra tecnológica cada vez más profunda entre las dos economías más grandes del mundo, y muestra que el gobierno de Estados Unidos está tratando de bloquear cualquier vía para apuntar a los datos de los usuarios estadounidenses.

El regulador podría bloquear acuerdos que permitan a empresas extranjeras operar centros de datos y enrutar datos para proveedores de Internet, dijeron las fuentes.

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Estados Unidos busca subsanar todas las lagunas en materia de datos. Foto: Business Standard

Al ser excluidas de transacciones importantes, la fuerza competitiva de las empresas tecnológicas chinas en el campo de prestación de servicios de Internet y de la nube en los EE. UU. en particular y a nivel mundial en general se verá seriamente afectada, llegando incluso a la parálisis en algunos casos.

Ruta a través de China

China Telecom, China Mobile y China Unicom llevan mucho tiempo en la mira de Washington. La FCC rechazó la solicitud de China Mobile para prestar servicios telefónicos en 2019 y revocó las licencias de China Telecom y China Unicom para operar el mismo servicio en 2021 y 2022.

En abril pasado, la FCC prohibió además a las empresas prestar servicios de banda ancha. Uno de los principales factores en la decisión de la comisión fue que China Telecom desvió el tráfico de internet a través de China, lo que permitió que este fuera interceptado, manipulado o impedido de llegar a su destino.

China Telecom negó todas las acusaciones de los reguladores estadounidenses, diciendo que los problemas de enrutamiento eran comunes en todas las redes.

El alcance de las empresas de telecomunicaciones chinas se ha extendido profundamente dentro de la infraestructura de Internet de Estados Unidos.

Según el sitio web oficial de China Telecom, tienen ocho puntos de presencia (PoP) ubicados en puntos de intercambio de Internet, lo que permite que redes de gran escala se conecten entre sí y compartan información de enrutamiento.

Según la FCC, los PoP plantean “graves riesgos para la seguridad nacional y el cumplimiento de la ley” cuando son operados por empresas que representan un riesgo para la seguridad nacional.

Bill Woodcock, director ejecutivo de Packet Clearing House, un organismo intergubernamental creado en virtud de un tratado y responsable de la seguridad de la infraestructura crítica de Internet, afirmó que el tráfico que pasa por estos puntos es vulnerable al análisis, lo que puede revelar información clave sobre el origen, el destino, el tamaño y la sincronización de cada paquete. También permiten la inspección exhaustiva de paquetes, donde las partes pueden examinar el contenido de los datos e incluso descifrarlos.

A los reguladores les preocupa que las empresas puedan acceder a información personal y propiedad intelectual almacenada en sus nubes y proporcionarla al gobierno chino o interrumpir el acceso de los estadounidenses a esa información.

(Según Bloomberg)