Estados Unidos investiga a importantes empresas procesadoras de carne por sospechas de manipulación de los precios de la carne de res.

El presidente Donald Trump anunció el 7 de noviembre que había ordenado al Departamento de Justicia que abriera una investigación sobre las principales corporaciones procesadoras de carne, acusándolas de “colusión ilegal, fijación de precios y manipulación de precios” para aumentar los precios de la carne de res en Estados Unidos.

En una publicación en la red social Truth Social, el presidente Trump dijo que la medida tenía como objetivo proteger a los agricultores y consumidores estadounidenses de lo que describió como prácticas desleales por parte de “empresas procesadoras de carne en su mayoría de propiedad extranjera”.

El presidente Trump dijo que se necesitaban “medidas inmediatas” para “proteger a los consumidores, luchar contra los monopolios ilegales y garantizar que estas empresas no obtengan beneficios ilegales a costa del pueblo estadounidense”, y añadió que había pedido al Departamento de Justicia que actuara con rapidez.

En otra publicación, el presidente Trump dijo que los precios de la carne de res han bajado significativamente, mientras que los precios de la carne enlatada han aumentado, describiendo la situación como “sospechosa”. Aseguró que la administración aclarará rápidamente la situación y que, si hay algún comportamiento ilegal, los responsables pagarán un alto precio.

Poco después del anuncio del presidente Trump, la fiscal general Pam Bondi confirmó que se había iniciado una investigación. Bondi publicó en redes sociales que la Oficina Antimonopolio, dirigida por Abigail Slater, estaba colaborando con la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, para llevar a cabo la investigación.

Los precios de la carne de res en Estados Unidos se encuentran en un máximo histórico, después de que una sequía prolongada redujera la cabaña ganadera a su nivel más bajo en 70 años. Además, los aranceles impuestos por el presidente Trump a Brasil, uno de los principales exportadores de carne de res, también han limitado las importaciones. El mes pasado, el presidente Trump sugirió que Estados Unidos podría importar carne de res de Argentina para reducir los precios internos, lo que enfureció a los ganaderos estadounidenses.

Según los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. (BLS), los precios de la carne de res y de ternera aumentaron un 14,7% interanual en septiembre, mientras que la carne molida cruda aumentó un 12,9%.

Las nuevas acusaciones del presidente Trump han reavivado el debate bipartidista sobre el alza de los precios de los alimentos. El precio de la carne de res ha aumentado casi un 15 % en el último año, lo que supone una enorme presión para los presupuestos familiares ante la persistente alta inflación. Se prevé que la tasa de inflación anual alcance el 3 % en septiembre de 2025, un punto porcentual por encima del objetivo del 2 % fijado por la Reserva Federal.

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