(NLDO) - El análisis del "legado" de la nave espacial Cassini refuerza la creencia de que ha aparecido un océano alienígena con vida.
Las simulaciones numéricas de la deformación de Titán han demostrado más claramente la existencia de un antiguo océano interior con mucha agua, algo de amoníaco y posiblemente vida que ha pasado por muchas etapas evolutivas.
Titán es la luna más grande de Saturno, donde las imágenes de la nave espacial Cassini de la NASA han revelado un paisaje muy similar al de la Tierra, con lagos, ríos, montañas... superpuestos bajo una densa atmósfera.
La NASA se ha referido durante mucho tiempo a Titán como una "segunda Tierra" debido a su paisaje y a algunas pistas que sugieren la presencia de vida.
Titán, la luna viviente, con Saturno al fondo - Foto: Media Whale Stock / Adobe
Una nueva investigación dirigida por el Dr. Sander Goossens del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA refuerza aún más esa creencia.
Analizaron los datos que Cassini dejó atrás antes de su inmersión suicida en la atmósfera de Saturno en 2017, una caída que la NASA ordenó para evitar contaminar las "lunas vivientes" Titán y Encélado con sus restos.
A partir de mediciones de radar precisas, los científicos calcularon la variación de la velocidad de Cassini al pasar cerca de Titán y luego el cambio en la gravedad y la deformación de Titán a lo largo del tiempo.
Examinaron cuidadosamente los efectos de las mareas en Titán en cada punto de la órbita de la nave espacial y concluyeron que la distorsión era menor de lo calculado previamente.
Las simulaciones numéricas que comparan esta deformación con diferentes estructuras internas sugieren que el escenario más probable es que el interior de la luna albergue un océano compuesto de agua y una pequeña proporción de amoníaco, según un resumen de un estudio publicado en Sci-News.
Un océano subterráneo podría facilitar el transporte de materia orgánica desde el núcleo rocoso de la luna hasta la superficie. En el caso de Titán, se creía que la gruesa capa de hielo entre el océano y el núcleo dificultaba este proceso.
Sin embargo, un nuevo análisis del Dr. Goossens y sus colegas revela que el hielo podría ser más delgado de lo que se pensaba, lo que hace más plausible el intercambio de material entre la roca y el océano.
“Las moléculas orgánicas que puede producir este proceso se consideran ingredientes clave para el surgimiento de la vida”, afirmó el Dr. Goossens.
Los resultados, publicados en la revista Nature Astronomy, dan nuevas esperanzas a las misiones de exploración de Titán planeadas por la NASA.
Fuente: https://nld.com.vn/nasa-xac-dinh-dau-hieu-moi-ve-su-song-ngoai-hanh-tinh-196240512101559453.htm






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