El ministro de Asuntos Exteriores, Lavrov, anunció que las agencias rusas están investigando si la inteligencia occidental estuvo involucrada en la rebelión de Wagner.
"No trabajo en la agencia que recopila pruebas de actividades ilegales, pero tenemos unidades especializadas y les garantizo que saben cómo hacerlo", dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el 26 de junio, cuando se le preguntó si había pruebas de que la inteligencia occidental o ucraniana estuviera involucrada en la rebelión de Wagner.
Al comentar los informes de que la inteligencia estadounidense podría haber detectado señales de una rebelión de Wagner con antelación, Lavrov dijo: "Si no recuerdo mal, CNN informó de que la inteligencia estadounidense sabía de la inminente rebelión desde hacía varios días, pero decidió no informar a nadie. Claramente esperaban que la rebelión tuviera éxito".
El señor Lavrov afirmó que unidades del grupo militar privado Wagner seguirían operando en Malí y la República Centroafricana. «Los miembros de Wagner trabajan allí como instructores y, por supuesto, esta labor continuará», declaró el señor Lavrov.
Ni Estados Unidos ni los países occidentales se han pronunciado sobre las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores ruso.
Soldados de Wagner posan frente a tanques en Rostov del Don, Rusia, el 24 de junio. Foto: RIA Novosti
El 26 de junio, Wagner afirmó que su sede en San Petersburgo «continúa operando con normalidad, de conformidad con las leyes de la Federación Rusa, a pesar de los sucesos ocurridos», en referencia a los disturbios de dos días antes. El grupo reiteró que «ha trabajado por el futuro de Rusia» y agradeció el apoyo de quienes siguen a Wagner.
El 24 de junio, Yevgeny Prigozhin, líder de Wagner, envió a miles de miembros del grupo a la provincia de Rostov tras acusar al ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, de dirigir el ataque contra su cuartel, que causó numerosas bajas. El Ministerio de Defensa ruso negó esta información.
Las fuerzas de Wagner entraron en Rostov del Don, capital de la óblast de Rostov, y tomaron el control del cuartel general del Distrito Militar Sur de Rusia. Posteriormente, las unidades de Wagner se trasladaron a las ciudades de Vorónezh y Lípetsk, al sur de Moscú, donde las autoridades rusas lanzaron una operación antiterrorista.
Tras las conversaciones mediadas por el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, Prigozhin accedió a retirar sus fuerzas y ordenó a las unidades Wagner que regresaran a sus cuarteles para evitar un derramamiento de sangre. El Kremlin anunció el 25 de junio que Prigozhin abandonaría Rusia y se trasladaría a Bielorrusia, y que él y los demás miembros de Wagner implicados en la rebelión no serían procesados.
Las autoridades rusas informaron que varias casas y carreteras resultaron dañadas durante los disturbios de Wagner, y que un gran incendio en la provincia de Vorónezh podría estar relacionado con el incidente. Añadieron que no se habían reportado víctimas.
Nguyen Tien (Según TASS, AFP )
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