Rusia reclama el control de una aldea en el este de Ucrania.

El Ministerio de Defensa ruso anunció avances en la toma de control de otra aldea en la provincia de Lugansk. Ucrania no ha confirmado esta información, pero ha descrito la situación allí como "grave".

"En la dirección de Kupyansk, unidades militares del Comando Occidental, con talento y profesionalismo, liberaron la aldea de Novoselivske en la región de Lugansk", anunció el Ministerio de Defensa ruso el 5 de agosto.

Moscú afirma que los ataques están ayudando a Rusia a aumentar su ventaja en la línea del frente cerca de la provincia de Járkov.

Ucrania no se ha pronunciado al respecto. La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, afirmó ayer que el ejército ruso ha intensificado sus ataques en el este de Ucrania. En muchas zonas se han registrado intensos combates.

Kiev cree que Moscú intenta desviar el foco de la guerra hacia esta zona, mientras que Ucrania se centra en su contraofensiva en el sur. «En dirección a Kupyansk, el enemigo pretende recuperar los territorios que perdió el año pasado», afirmó Maliar.

Un tanque Leopard 2A6 abandonado por soldados ucranianos tras una batalla cerca de Malaya Tokmachka el 8 de junio. Foto: Twitter/AndreiBtvt — Un tanque Leopard 2A6 abandonado por soldados ucranianos tras una batalla cerca de Malaya Tokmachka el 8 de junio. Foto: *Twitter/AndreiBtvt*

En septiembre de 2022, el ejército ucraniano lanzó un contraataque relámpago en el noreste del país, recuperando el control de casi toda la provincia de Járkov. Rusia controlaba Lugansk por completo, pero Ucrania reconquistó varias aldeas durante el contraataque. Posteriormente, el ejército ucraniano rodeó con éxito la ciudad de Jersón, obligando al ejército ruso a replegarse a la orilla oriental del río Dniéper.

Ucrania lanzó una nueva ofensiva a principios de junio, enviando al campo de batalla varias brigadas entrenadas por la OTAN y equipadas con armamento occidental. Kiev ha reivindicado repetidamente un éxito parcial, afirmando haber recuperado el control de más de 210 kilómetros cuadrados de territorio.

Sin embargo, el país ha sufrido grandes pérdidas de tropas y equipo pesado en su intento por romper las fortificadas defensas rusas. Las autoridades ucranianas afirman que la contraofensiva podría ser larga y difícil, y han solicitado más armamento a sus aliados occidentales.

El ejército ruso está enviando fuerzas de reserva, compuestas por unidades profesionales, a los frentes de batalla del este y el sur. El viceministro Maliar afirmó que Rusia ha desplegado unidades aerotransportadas en la zona de combate y señaló que continúan los intensos enfrentamientos en las ciudades de Avdeevka y Maryinka, en la provincia de Donetsk.

El Ministerio de Defensa ruso informó el 4 de agosto que el ejército ucraniano había perdido más de 43.000 soldados y 4.900 piezas de equipo tras dos meses de contraofensiva. Ucrania y Rusia rara vez publican cifras de bajas de sus fuerzas armadas.