En su intervención en la Cumbre de la Unión Europea (UE) celebrada en Bruselas, Bélgica, el 24 de marzo, el canciller alemán Olaf Scholz afirmó que el Deutsche Bank es una empresa rentable y, por lo tanto, no hay motivos para preocuparse.
Mientras tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, también afirmó que el sistema bancario europeo es muy sólido. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, enfatizó que la eurozona es resiliente gracias a su sólido capital y una sólida posición de liquidez.

Sede del Deutsche Bank en Frankfurt, Alemania. Foto: REUTERS
Estas garantías llegaron después de que las acciones de Deutsche Bank continuaran cayendo el 24 de marzo, marcando el tercer día consecutivo de descensos. El día anterior, los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) del banco se dispararon ante la preocupación por la estabilidad del sector bancario europeo. Los CDS son una forma de seguro para los tenedores de bonos de una empresa en caso de impago.
Según la CNBC, a muchos analistas les resulta difícil comprender por qué un banco que ha obtenido beneficios durante 10 trimestres consecutivos, siempre orgulloso de su sólido capital y buena liquidez como Deutsche Bank, se encuentra en tal situación.
El beneficio neto del banco en 2022 fue de 5.000 millones de euros, un 159% más que el año anterior. Algunos muestran preocupación por el enfoque actual de Deutsche Bank en inversiones inmobiliarias comerciales en EE. UU.
Sin embargo, Autonomous Research (Reino Unido) cree que Deutsche Bank no es el próximo Credit Suisse. Credit Suisse es un banco suizo que se vio obligado a fusionarse tras la crisis.
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