
Tras los focos y los aplausos, cada artista se transforma y se prepara en silencio antes de salir al escenario. No son solo actores, sino también artistas que dan vida a sus personajes con toda su sutileza y pasión…
Autorretrato del rol
La noche del 8 de octubre, en el espacio sagrado del Templo Kiep Bac, donde el humo del incienso se mezclaba con el resonante sonido de los tambores festivos, la representación del fragmento "La batalla de los corazones del pueblo" de la obra Cheo "El espíritu de Bach Dang Giang", a cargo de artistas y actores de la Compañía Cheo del Teatro Tradicional Hai Phong, despertó profundas emociones en el público durante el Festival de Otoño Con Son - Kiep Bac 2025. Pero pocos saben que, tras bambalinas, antes de que se encienda el escenario, existe otro mundo : un mundo de calma y a la vez de gran intensidad, donde los artistas se transforman silenciosamente en personajes con sus propias manos.
Bajo la luz amarilla de un pequeño espejo, la artista Pham Thi Mai, galardonada con el premio al Mérito Artístico, pintaba con meticulosidad cada pincelada, dibujando los característicos dientes teñidos de negro de una anciana, transformándose así en una aguadora de una obra de teatro cheo. Su cabello plateado estaba cuidadosamente peinado bajo un pañuelo marrón; su rostro, sencillo pero con la gracia propia de la gente de la región ribereña, irradiaba el encanto y la sencillez de la gente de la zona. «Los dientes y el cabello son la esencia de una persona; si no están bien cuidados, se pierde el alma del personaje. Estoy acostumbrada a hacerlo todo yo misma para que, al subir al escenario, pueda encarnar verdaderamente al personaje», compartió en un momento de preparación apresurada antes de la función.
No muy lejos, el Artista Meritorio Thanh Binh, quien interpreta al Héroe Nacional Tran Hung Dao, se mira al espejo, se aplica polvos, se ajusta sus pobladas cejas horizontales y sus ojos, penetrantes y serenos, transmiten una sensación de serenidad. La solemnidad de un sabio gobernante, la majestuosidad de un comandante militar, todo comienza en la etapa de maquillaje. Él mismo afirma: “El papel del Santo Tran no solo requiere técnica actoral, sino también carisma. El maquillaje es mi herramienta para meterme en la piel del personaje, para sentir plenamente su esencia. Siempre me maquillo yo mismo para mantener esa fluidez emocional…”.
En el reducido espacio del backstage, cada artista pintaba en silencio su propio mundo. Sin ruido ni bullicio, solo la concentración, la meticulosidad y la convicción de que cada capa de polvos y pintalabios les ayudaría a plasmar su alma en el personaje. Y cuando sonó el tambor inicial, salieron al escenario, ya no ellos mismos, sino transformados en personajes históricos, en figuras de la memoria colectiva.
artista de escena silencioso

En los estudios de arte tradicionales, que los artistas preparen su propio maquillaje se convierte en parte de su profesión, una responsabilidad y a la vez un motivo de orgullo. El maquillaje escénico no se limita a aplicar polvos y dibujar cejas, sino que es un arte visual. El artista debe comprender la psicología, la personalidad, el estatus social y la edad del personaje para elegir el tono adecuado. Un delineado demasiado oscuro puede hacer que el personaje parezca feroz, mientras que uno demasiado tenue puede restarle encanto. Por ello, los artistas se dedican constantemente a aprender, observar y practicar con destreza para plasmar la esencia del personaje.
Durante la puesta en escena de la obra "Misión Cumplida" (noviembre de 2024), Tran Trung Hieu, exdirector de la Compañía de Teatro de Hai Phong (actualmente Compañía de Teatro del Teatro Tradicional de Hai Phong), reveló: "El proceso de caracterización de personajes reales, especialmente figuras históricas como el general Vo Nguyen Giap o el presidente Ho Chi Minh, es sumamente difícil. Representar al tío Ho se considera uno de los mayores desafíos del teatro histórico. Dado que el tío Ho no solo es un personaje respetado, sino también un modelo familiar para el público, si el maquillaje, la barba, el cabello, el color de piel, los rasgos faciales... no son lo suficientemente precisos, fácilmente se generará una sensación de incomodidad o extrañeza".
A diferencia de los escenarios modernos con equipos de maquillaje profesionales, durante las giras, los artistas suelen encargarse de todo. Llevan consigo estuches de polvos, brochas, pelucas, barbas e incluso preparan su propia cera para lograr el aspecto adecuado. Muchas veces, el backstage se reduce a un pequeño rincón tras el escenario, un viejo espejo y una bombilla tenue; sin embargo, los artistas pintan con pasión retratos de cientos de personajes diferentes.
El trabajo de maquillaje exige meticulosidad y una profunda pasión por la profesión. Un solo error puede hacer que el personaje pierda su autenticidad. Pero es en esos momentos de tranquilidad donde el artista encuentra la alegría: creando la apariencia del personaje con sus propias manos, para que, al salir a escena, brille con el fruto de su sudor, esfuerzo y amor por el trabajo.
El maquillaje, por lo tanto, no es solo una habilidad, sino también parte esencial del escenario, que ayuda a los artistas a transformarse de la vida real al papel, de personas comunes a personajes, del presente al pasado. Y detrás de cada capa de maquillaje hay una historia de silenciosa dedicación: la de personas que, en silencio, mantienen viva la llama del arte tradicional en la nueva era.
Cuando cae el telón, el público recuerda al personaje, y los artistas recuerdan el momento en que se miraron al espejo: el momento en que vivieron, creyeron y se entregaron por completo al papel. Son narradores no solo con sus canciones y su mirada, sino también con sus apasionados dibujos: los artistas silenciosos del escenario.
CONDADO DE SEAFuente: https://baohaiphong.vn/nghe-si-san-khau-sau-canh-man-nhung-523703.html






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