Los habitantes de Tinkers Bubble viven fuera de la red, lavan su ropa a mano y viven en armonía con la naturaleza en Somerset.
La vida parece ralentizarse dentro del pueblo de Tinkers Bubble, escondido en los bosques de Yeovil, Somerset (Reino Unido).
Kirsty Tizard es dueña de una cafetería en la ciudad. Su trabajo es el sueño de muchos. Pero se siente sola y aburrida. Cada mañana, se siente atrapada en un círculo vicioso. Entonces, una decisión lo cambia todo.
La pareja decidió abandonar su negocio y traer a sus hijos a vivir en la tranquilidad de Tinkers Bubble. Desde entonces, los sonidos que oía con frecuencia eran el canto de los estorninos, el sonido de los caballos tirando de las carretas, el viento constante que soplaba entre los abetos y el alegre canto de los recolectores de heno.
Tinkers Bubble no sólo es una de las últimas comunidades aisladas de la red eléctrica del Reino Unido, sino también un símbolo del estilo de vida autosuficiente del país.
La vida en Tinkers Bubble Village.
Cerca de la naturaleza, viviendo fuera de la red
Fundado en la década de 1990, con una superficie de unas 16 hectáreas, de las cuales 8 hectáreas son bosque verde, la gente aquí vive en completa armonía con la naturaleza, sin depender de ninguna fuente de energía fósil.
Los aldeanos de Tinkers Bubble producen su propia madera, vino, jugo de manzana y verduras y los venden localmente para ganarse la vida.
Utilizan un sistema solar para generar electricidad, pero principalmente utilizan leña para cocinar y calentarse. El agua proviene de un arroyo local, lo que les permite vivir de forma totalmente natural.
Se estima que el ingreso anual de cada persona, de sólo 1.500 a 2.000 libras (casi 48-65 millones de VND), es suficiente para cubrir los gastos de vida aquí.
Autosuficiente
La vida autosuficiente de la comunidad Tinkers Bubble está organizada científicamente . Cuentan con tableros cerca de la rotonda central que muestran claramente el trabajo pendiente. La gente suele celebrar reuniones semanales y mensuales para planificar y coordinar el trabajo.
Pequeñas casas de madera se encuentran dispersas alrededor de la casa comunal. Las comidas suelen prepararse juntas en la casa circular central, techada con paja, lo que crea un ambiente cálido y familiar.
Cuentan con un equipo de cuidadores de caballos para garantizar que la gente pueda viajar sin problemas. Aquí no se usan coches.
También tienen una yunta de vacas para producir leche y queso, y pollos. Los horticultores proporcionan alimentos a los aldeanos para venderlos en las tiendas locales. Un equipo de carpinteros se especializa en la fabricación de rastrillos para recoger heno. La gente de aquí aún conserva la forma tradicional de lavar la ropa a mano.
Espacio dentro de la casa compartida.
Alex Toogood es un ingeniero civil que vive en la ciudad. Pero siempre se siente solo en la sociedad urbana; su salud mental se deteriora. Por eso, se mudó a Tinkers Bubble hace unos años.
“Vivir de forma autosuficiente no solo me brinda libertad e independencia, sino que también resuelve muchos de los problemas que enfrentaba en la ciudad, como la soledad, la mala salud mental y los problemas alimentarios”, afirmó.
Sin embargo, este estilo de vida no es apto para todos, especialmente para las personas mayores. Tinkers Bubble es un destino ideal para quienes buscan la cercanía con la naturaleza y la libertad.
A Alex Toogood y Meg Willoughby les encanta la vida en el pueblo.
Para obtener resultados como los de hoy, los aldeanos han pasado por muchas dificultades, incluso han tenido que soportar falsos rumores.
En la década de 1990, cuando la tensión por los derechos de los trabajadores turísticos era alta, corrieron rumores de que los residentes de Tinkers Bubble consumían drogas, robaban e incluso secuestraban niños. Sin embargo, todos estos eran inventos sin fundamento.
Ahora, unos 70 voluntarios se quedan en el pueblo por periodos cortos cada año. A pesar de la falta de comodidades modernas como lavadoras y aire acondicionado, muchos están dispuestos a dejar la ciudad para ir a Tinkers Bubble. Quieren conectar con la naturaleza, sanar sus almas y aprender las habilidades necesarias para sobrevivir.
(Según Vietnamnet)
Fuente
Kommentar (0)