El 8 de marzo, los ciudadanos haitianos salieron a las calles para protestar y exigir la renuncia del primer ministro Ariel Henry, en medio de un continuo estado de emergencia respecto a la seguridad de la nación caribeña.
| Haití está sumido en la violencia perpetrada por bandas criminales. (Fuente: AP) |
Los manifestantes quemaron barricadas en la carretera Delmas, paralizando la actividad en la zona e interrumpiendo el tráfico en la capital, Puerto Príncipe. Muchos portaban banderas rusas, el primer país en reconocer la independencia de Haití.
Además de exigir la dimisión del primer ministro Henry, los manifestantes también corearon consignas en apoyo del pueblo palestino en la Franja de Gaza.
La Policía Nacional de Haití (PNH) dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos mientras la multitud marchaba hacia la Embajada de Canadá.
Mientras tanto, Reuters informó el mismo día que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, habló con el primer ministro Henry el 7 de marzo para instarlo a emprender una transición política “urgente”.
El Sr. Blinken enfatizó que: "La necesidad urgente ahora es acelerar la transición hacia un gobierno más amplio e inclusivo".
El primer ministro haitiano aún se encuentra en Puerto Rico y se desconoce cuándo podrá regresar a su país. El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, declaró que Henry desea regresar a su país y que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EE. UU. está a cargo de garantizar su seguridad.
Pierluisi enfatizó que la situación del primer ministro haitiano es "un tema relacionado con las relaciones exteriores de Estados Unidos", que "EE.UU. es la parte con la voz principal" y que Puerto Rico simplemente está cooperando.
En acontecimientos relacionados, también el 8 de marzo, la jefa de la Oficina General de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), María Isabel Salvador, solicitó al Consejo de Seguridad que adoptara medidas urgentes para abordar la grave crisis de seguridad en el país.
Hablando en una reunión a puertas cerradas, destacando los niveles “sin precedentes” de violencia y las amenazas emergentes de las bandas criminales en la nación caribeña , Salvador argumentó que se necesita una “misión multinacional de asistencia en materia de seguridad” inmediata, liderada por Kenia, en Haití.
También dijo que sigue en contacto regular con el primer ministro haitiano, Ariel Henry, y ha instado al gobierno y a la oposición a entablar un diálogo pacífico y constructivo.
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