En la Clínica General MEDLATEC Vinh Phuc , los resultados del examen mostraron que el niño tenía sobrepeso con un IMC de 25,7 (el índice normal para los asiáticos es inferior a 23), con espinas negras en la nuca, un signo típico de resistencia a la insulina.
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| Fotografía ilustrativa. |
La prueba mostró que la glucemia en ayunas era de 7,26 mmol/L, la HbA1c aumentó al 10,6 % y los autoanticuerpos (anti-GAD, ICA) fueron negativos. Con base en estos resultados, el médico diagnosticó al niño con diabetes tipo 2, una enfermedad que se considera propia de la edad adulta.
Se les indica a los pacientes que ajusten su dieta, aumenten el ejercicio para perder peso y mejorar la resistencia a la insulina, combinen medicamentos para el control del azúcar en sangre, se automonitoreen el azúcar en sangre en casa y se realicen chequeos mensuales regulares.
Según la Dra. Duong Thi Phuong Thuy, subdirectora de la Clínica General MEDLATEC Vinh Phuc, esto es una clara señal de alarma sobre la situación de la diabetes tipo 2, que afecta a personas cada vez más jóvenes, incluso en edad escolar. Si antes la enfermedad era común en personas mayores de 40 años, ahora se detectan muchos casos en el grupo de edad de 14 a 15 años.
En Vietnam, la tasa de diabetes se ha duplicado en tan solo una década: de más del 4% de la población en 2012 a casi el 7,3% en 2020. Para 2024, se estima que alrededor de 7 millones de vietnamitas vivirán con esta enfermedad, de los cuales más del 55% tendrán complicaciones, incluyendo un 34% de complicaciones cardiovasculares, un 39,5% de complicaciones oculares y nerviosas, y un 24% de complicaciones renales.
Estas cifras demuestran que la carga de morbilidad está aumentando, afectando no solo a la salud sino también reduciendo la calidad de vida y aumentando los costes de tratamiento.
La Dra. Thuy afirmó que la diabetes tipo 2 en jóvenes tiene una patogenia diferente a la de los adultos. Durante la pubertad, las fluctuaciones en la hormona del crecimiento y las hormonas sexuales agravan la resistencia a la insulina. Asimismo, las células beta pancreáticas en los jóvenes presentan una escasa capacidad de compensación, lo que conlleva una rápida disminución de la función de secreción de insulina.
Además, los factores genéticos también desempeñan un papel importante. Los niños cuyos padres o familiares tienen diabetes tendrán un mayor riesgo.
Combinado con un estilo de vida sedentario moderno, el consumo excesivo de comida rápida y dulces, acostarse tarde y el estrés académico, aumenta el riesgo de contraer la enfermedad. Muchos casos se diagnostican tardíamente porque los síntomas no son claros; cuando se descubre la enfermedad, ya ha causado complicaciones como daños en los ojos, los riñones, los nervios o el sistema cardiovascular.
Para la prevención y la detección temprana, organizaciones profesionales como la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y la Sociedad de Endocrinología Pediátrica (PES) recomiendan realizar pruebas de detección de diabetes en niños con sobrepeso u obesidad (IMC por encima del percentil 85 o >25) que presenten al menos un factor de riesgo adicional, como tener un familiar con diabetes tipo 2, signos de resistencia a la insulina (acantosis nigricans, ovarios poliquísticos, hipertensión, dislipidemia), peso al nacer superior a 4 kg o madre con antecedentes de diabetes gestacional.
Las pruebas de detección deben comenzar a los 10 años o al inicio de la pubertad (si esto ocurre antes), repitiéndose cada 3 años si los resultados son normales, y antes si aparece un aumento de peso rápido o síntomas sospechosos.
La Dra. Thuy destacó que la detección temprana es fundamental para controlar la enfermedad y prevenir complicaciones. Un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno con una dieta saludable, mayor actividad física, pérdida de peso y cumplimiento del tratamiento farmacológico permiten a los niños controlar eficazmente sus niveles de azúcar en sangre, evitando así daños graves en el futuro.
“Los padres no deben basarse en suposiciones cuando ven que sus hijos orinan mucho, beben mucho, pierden peso o tienen la piel inusualmente oscura. Un simple análisis de glucosa en sangre puede ayudar a detectar la enfermedad a tiempo y proteger la salud de sus hijos a largo plazo”, aconsejó el médico.
La diabetes tipo 2 ya no se considera una “enfermedad de adultos”. El rápido resurgimiento de la enfermedad refleja un estilo de vida moderno poco saludable, caracterizado por una dieta hipercalórica, falta de ejercicio, dependencia de dispositivos electrónicos y falta de sueño.
Sin embargo, la enfermedad puede controlarse por completo si se detecta a tiempo, se realizan ajustes en el estilo de vida y se recibe el tratamiento adecuado. Los exámenes de detección regulares, especialmente en niños con sobrepeso o factores de riesgo, son fundamentales para prevenir complicaciones y ayudar a las nuevas generaciones a llevar una vida sana, activa y sostenible.
Fuente: https://baodautu.vn/nguoi-tre-mac-tieu-duong-gia-tang-bien-chung-ngay-cang-nguy-hiem-d425886.html







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