Sentir ganas de orinar al acostarse a dormir no es necesariamente un signo anormal. La primera razón es que, al estar acostado, el líquido de las piernas fluye con mayor facilidad hacia los riñones, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
La sensación de necesidad de orinar al acostarse por la noche, si se produce con frecuencia, dará lugar a la nicturia.
Con esta cantidad de líquido, los riñones lo procesan y lo convierten en orina, que luego llega a la vejiga. Como resultado, muchas personas sienten la necesidad de orinar. Sin embargo, si esto ocurre con frecuencia, obligando a la persona a levantarse para orinar y perdiendo horas de sueño, se convierte en nicturia.
Los adultos mayores y las personas obesas tienen mayor riesgo de padecer nicturia. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) describen la nicturia como uno de los síntomas urinarios más molestos, y es bastante común.
En mujeres que acaban de dar a luz, la nicturia puede ser más intensa. Esto se debe a que el parto afecta la función de los músculos del suelo pélvico. Si se duerme en una posición que ejerce presión sobre la vejiga, aumentará la sensación de necesidad de orinar al acostarse.
Las personas con hiperplasia prostática benigna o problemas uterinos o ováricos también pueden sentir ganas de orinar si se acuestan en una posición que ejerce presión sobre la vejiga. Asimismo, los pacientes diagnosticados con trastornos del músculo detrusor, también conocidos como vejiga hiperactiva, pueden sentir ganas de orinar al acostarse.
Entre los problemas de salud que contribuyen a la nicturia se incluyen los cálculos vesicales, el cáncer de vejiga, la cistitis, los tumores pélvicos o las infecciones del tracto urinario.
Además de los problemas físicos, los factores psicológicos también pueden causar la necesidad repentina de orinar después de acostarse. Por ejemplo, es común tener la costumbre de orinar antes de dormir. En teoría, esto es razonable, ya que dormimos entre 7 y 8 horas y necesitamos vaciar la vejiga.
Sin embargo, forzarse a orinar aunque no sea necesario antes de acostarse creará un reflejo en el cerebro y la vejiga, estimulando la sensación de querer orinar tan pronto como se acueste.
Para reducir la sensación de tener que orinar por la noche, los expertos recomiendan que, por la tarde, las personas se acuesten o se sienten con los pies elevados por encima del nivel del corazón durante aproximadamente una hora. Esto ayudará a que el líquido de los pies llegue a los riñones y se libere en la vejiga con mayor rapidez, limitando así la sensación de tener que orinar temprano por la noche, según Healthline .
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