Un grupo de científicos de Ciudad Ho Chi Minh ha creado una lámina de células madre que actúa como un "parche biológico" para ayudar a restaurar el músculo cardíaco infartado, probándolo con éxito en ratones.
La investigación, realizada por un grupo de científicos del Centro de Biotecnología de Ciudad Ho Chi Minh, finalizó en abril. Este trabajo ha abierto una nueva vía de investigación en el tratamiento del infarto de miocardio con células madre.
El Dr. Pham Le Buu Truc (41 años), líder del proyecto, afirmó que las enfermedades cardiovasculares se consideran un "asesino silencioso" porque su tasa de mortalidad es actualmente la más alta entre las causas no transmisibles, superior a la del cáncer y la diabetes. Los tratamientos actuales ayudan a mejorar los síntomas y a ralentizar la progresión de la insuficiencia cardíaca, pero no pueden regenerar ni restaurar por completo el músculo cardíaco dañado.
El equipo de investigación probó el injerto de láminas de células madre en la zona dañada de la pared cardíaca, lo que ayuda a proteger la función de esta zona. Las láminas de células madre actúan como un "parche biológico" en la zona dañada, reduciendo la fibrosis, contribuyendo a la protección de la pared del músculo cardíaco y creando la oportunidad de restaurar las células del músculo cardíaco a la normalidad.
El parche biológico se presenta en forma de gel y debe exponerse a la luz ultravioleta para endurecerse y adherirse a la pared cardíaca. Foto: Ha An
Para crear el "parche biológico", el equipo seleccionó, aisló y cultivó células madre mesenquimales de tejido del cordón umbilical humano. Se trata de un tipo de célula madre infantil: joven, sana, fácil de recolectar, con muy buena compatibilidad y prácticamente sin rechazo inmunitario. Simultáneamente, el equipo creó un gel especial y utilizó tecnología de luz para crear una conexión entre las células madre y el andamio, lo que ayuda a moldear la lámina celular al introducirla en el organismo.
Este "parche biológico" de células madre funcionará cuando se implante en la pared del corazón, restaurando el tejido cardíaco isquémico o las áreas de células muertas y mejorando la capacidad del corazón para funcionar.
El grupo realizó pruebas en ratones blancos para su verificación. Los ratones fueron operados y se les ligaron las arterias coronarias para crear un modelo de infarto de miocardio que provocó insuficiencia cardíaca. Tras 14 días, el grupo seleccionó el modelo murino de insuficiencia cardíaca basándose en el índice de fracción sanguínea total del ventrículo izquierdo (IFS) evaluado por ecografía (un índice que evalúa la función ventricular izquierda), que disminuyó al 20-30%. Tras una segunda cirugía, injertando el "parche biológico", el grupo colocó la lámina de células madre en la zona cardíaca infartada y monitoreó el desarrollo morfológico, el peso y otros indicadores biológicos durante 2-3 semanas para evaluar su capacidad de recuperación.
Dr. Pham Le Buu Truc, autor de la investigación sobre la creación de un parche biológico para tratar enfermedades cardíacas. Foto: Ha An
Mediante monitorización ecocardiográfica, el grupo observó una mejora en la función contráctil del ventrículo izquierdo tras el trasplante en comparación con el grupo control y realizó una cirugía cardíaca en los ratones. El Dr. Truc y sus colegas analizaron las características histológicas del grado de fibrosis en la pared cardíaca, el proceso de unión del "parche biológico" que contiene tejido de células madre con el tejido muscular cardíaco del ratón, la expresión génica...
Como resultado, el grupo de ratones trasplantados con la lámina de células TB2 presentó una reducción del 2,4% en el porcentaje de fibrosis del tejido cardíaco, la mejor entre los grupos de ratones analizados. Además, la lámina de células madre no mostró rechazo inmunitario. «Este resultado es una base importante para los próximos pasos de las pruebas en humanos», afirmó la doctora con más de 15 años de experiencia en la investigación con células madre para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
En ensayos clínicos en humanos, si se realiza una cirugía abierta para implantar la lámina de células madre en la pared cardíaca, surgirán muchos problemas, incluyendo el riesgo de ser demasiado invasiva. Por lo tanto, el Dr. Truc propuso una técnica para inyectar un gel con células madre en la cavidad pericárdica. Posteriormente, se inserta un dispositivo compacto emisor de luz (que ayuda a que el gel se solidifique y condense) en la zona dañada del músculo cardíaco para crear un "parche biológico" de células madre in situ, que ayuda a cubrir el tejido cardíaco dañado. Este método se considera mínimamente invasivo, reduce la posibilidad de complicaciones y puede aportar numerosos beneficios terapéuticos a los pacientes.
Imagen ampliada de la conexión entre la lámina de células madre y el músculo cardíaco en la muestra de TB2. Foto: NVCC
El Dr. Bui Quoc Thang (Departamento de Reanimación - Cirugía Cardíaca Pediátrica, Hospital Cho Ray) evaluó que los resultados del estudio contribuyeron a sugerir diversos enfoques para lograr nuevos efectos en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, especialmente el infarto de miocardio. El injerto ayuda a reducir el proceso de fibrosis, mejorando así la función contráctil del ventrículo izquierdo, demostrando su eficacia en la protección de las células miocárdicas en condiciones isquémicas. Esto puede aplicarse en combinación con los métodos de tratamiento actuales, como la medicación, la colocación de stents o la cirugía de revascularización coronaria, para aumentar la eficacia de los métodos actuales.
Sin embargo, el Dr. Thang afirmó que, para su aplicación en humanos, se requieren más estudios preclínicos que aclaren el mecanismo de reducción de la fibrosis y protección de las células miocárdicas en el estado isquémico de la lámina celular. Esto ayudará a los médicos a fortalecer la base científica para las próximas etapas de los ensayos clínicos. Además, para realizar la investigación en humanos, se requiere la autorización del Ministerio de Salud y una gran inversión de recursos. Esto se debe a que los ensayos clínicos son muy costosos y requieren un equipo de expertos clínicos que comprenda cómo llevar a cabo la investigación. "Si la investigación en humanos tiene éxito, los beneficios para la ciencia, los pacientes e incluso los beneficios económicos serán proporcionales a la inversión", afirmó el Sr. Thang.
Ha An
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