El desarrollo de la red 5G se vuelve urgente.
Durante la pandemia, las compras en línea y los pagos sin efectivo se han disparado en el sudeste asiático, y la transmisión de vídeo se ha convertido en la nueva normalidad, lo que ha provocado un aumento vertiginoso de los costes de datos.
Algunos expertos del sector afirman que la demanda de servicios 5G en el sudeste asiático podría ser mayor que en otros mercados, y el proveedor de equipos de telecomunicaciones Ericsson predice que los usuarios de 5G en la región y Oceanía superarán los 600 millones en 2028.
La transición a nuevos estándares de telecomunicaciones a menudo conlleva fusiones entre operadores. En 2014, XL Axiata, la tercera compañía de telecomunicaciones de Indonesia, adquirió Axis Telekom Indonesia, la quinta en el ranking.
Ese mismo año, Myanmar permitió que Telenor y la qatarí Ooredoo entraran en el mercado, controlado por una operadora estatal, para atraer las inversiones que tanto necesitaba.
La llegada de los servicios de telecomunicaciones 5G ha desencadenado una oleada de fusiones entre operadores inalámbricos en el sudeste asiático para reducir los costes de inversión, pero ha suscitado preocupación por la posibilidad de que el mercado caiga en manos de unas pocas grandes empresas.
En Tailandia, True Telecom, el segundo operador más grande, se fusionó con Total Access Communication (DTAC), que ocupaba el tercer lugar. La nueva compañía, que conserva el nombre de True, controla el 50% del mercado de las telecomunicaciones, arrebatándole el primer puesto a AIS, el proveedor líder del país durante las últimas dos décadas.
En una rueda de prensa celebrada en marzo para conmemorar la finalización de la fusión, el director ejecutivo de True, Manat Manavutiveth, afirmó que la compañía planea expandir el servicio 5G para cubrir al 98% de la población de Tailandia para 2026.
En Malasia, la segunda y tercera compañías de telecomunicaciones más grandes, Celcom, controlada por el Grupo Axiata, se fusionaron con Digi.com, propiedad en un 49% de la noruega Telenor, para crear un nuevo gigante con más de 20 millones de clientes.
Preocupaciones sobre el monopolio
Detrás de estos acuerdos estratégicos se encuentra la necesidad de captar capital para impulsar la expansión de los servicios de red, así como los recursos necesarios para la investigación y el desarrollo. Según la consultora británica GSMA, se prevé que las inversiones en el sector de las telecomunicaciones de Asia -Pacífico alcancen los 134 000 millones de dólares entre 2022 y 2025, de los cuales el 75 % corresponde al gasto en 5G.
Sin embargo, el dominio del mercado por parte de las grandes compañías, resultado de las alianzas entre operadoras, también es motivo de gran preocupación. Por ejemplo, el mercado de telefonía móvil en Filipinas se reduce prácticamente a una competencia entre Globe Telecom y PLDT. La situación es tan grave que el gobierno del expresidente Rodrigo Duterte tuvo que presionar a otras empresas para que entraran en el sector de las telecomunicaciones, lo que culminó con el lanzamiento de Dito Telecommunity en marzo de 2021.
En Tailandia, el gobierno aprobó en octubre la fusión de True y DTAC, con condiciones como la limitación de las tarifas de uso bajo la nueva entidad. Sin embargo, los consumidores han manifestado su preocupación de que la fusión pueda conllevar una disminución en la calidad del servicio.
Cabe destacar que el desarrollo de los servicios 5G en el Sudeste Asiático lleva la clara impronta de China, ya que Pekín ha alcanzado rápidamente acuerdos de suministro de infraestructura con varios países de la región, aprovechando las ventajas de precio. En Estados Unidos y Europa, los legisladores han impedido que las empresas chinas participen en las redes 5G.
En junio del año pasado, el gobierno tailandés anunció una alianza con el gigante chino de las telecomunicaciones Huawei Technologies para impulsar el uso industrial de la tecnología 5G. La compañía también colabora con Indonesia en la formación de expertos en 5G.
Mientras tanto, Malasia eligió a Ericsson como principal contratista de 5G, pero no olvidó afirmar que esto fue el resultado de un riguroso proceso de licitación y que no excluyó a empresas chinas por razones geopolíticas.
(Según Nikkei Asia)
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