3 cosas que debes evitar al comer calabaza: no comas calabaza amarga, verde o fibrosa. (Foto: Ban Mai) |
No comas melón amargo
Es probable que el melón amargo contenga mucha cucurbitacina. Se trata de un grupo de compuestos químicos naturales que tienen un sabor muy amargo y que se encuentran en muchas plantas de la familia de las cucurbitáceas, entre ellas la calabaza, el calabacín, el melón de invierno, la calabaza y el pepino. Estos compuestos actúan como defensa contra insectos y animales que se alimentan de hojas.
Generalmente, se han seleccionado variedades de calabaza cultivadas en granjas y en el hogar para eliminar o reducir los niveles de cucurbitacina. Sin embargo, la cucurbitacina puede reaparecer debido a una serie de razones, como la polinización cruzada con calabaza silvestre, semillas de calidad inferior, entornos desfavorables (sequía, suelo salino...).
Según el Journal of Clinical and Diagnostic Research , las personas que consumen calabaza contaminada con cucurbitacinas pueden experimentar síntomas como náuseas y vómitos, diarrea, dolor abdominal intenso, mareos y fatiga. Casos graves de deshidratación severa, presión arterial baja e incluso hospitalización.
En 2018, un incidente de intoxicación en India debido a beber jugo de calabaza de sabor amargo dejó a muchas personas hospitalizadas, incluida una persona que murió por insuficiencia orgánica múltiple.
No coma calabaza cruda o verde.
La calabaza poco cocida puede contener compuestos que irritan el tracto digestivo, como saponinas o inhibidores de enzimas digestivas. Estas sustancias suelen destruirse cuando la calabaza se cocina adecuadamente.
Según Healthline , las personas que comen calabaza poco cocida pueden experimentar dolor de estómago, calambres estomacales, hinchazón, flatulencia, diarrea, náuseas y riesgo de infección.
No coma calabazas viejas y fibrosas.
A medida que la calabaza envejece, se vuelve fibrosa, dura y sin semillas. Comer el tipo incorrecto de calabaza vieja puede irritar el sistema digestivo sin aportar ningún valor nutricional. Los riesgos incluyen indigestión u obstrucción intestinal, especialmente en niños o personas con problemas intestinales; dolor abdominal, malestar; asfixia si se tragan semillas duras; Las fibras pueden dañar la garganta o los intestinos.
Por lo tanto, los consumidores deben elegir calabazas blandas y de tamaño pequeño a mediano. Al partirlo, si las semillas están duras, descoloridas y el interior seco y fibroso, debes desecharlas.
Beneficios de la calabaza
La calabaza no sólo es fácil de preparar, sino que también ofrece muchos beneficios para la salud gracias a su rico contenido en fibra, vitaminas y antioxidantes.
Uno de los beneficios destacados de la calabaza es ayudar a la digestión. La luffa contiene mucha agua y fibra soluble, lo que ayuda a mejorar los movimientos intestinales, prevenir el estreñimiento y favorecer un sistema digestivo saludable. Además, la calabaza también tiene un efecto refrescante en el cuerpo, muy adecuado para su uso en verano o en climas cálidos.
La luffa también es muy adecuada para personas que son perder peso porque es bajo en calorías y grasas. Además, esta fruta contiene vitamina C, que ayuda a reforzar el sistema inmunológico, favorece la salud de la piel y protege al organismo de los radicales libres.
En la medicina tradicional, la calabaza también se utiliza como un alimento que ayuda a refrescar el cuerpo, es diurético, ayuda a eliminar toxinas y es bueno para el hígado. Algunos estudios también sugieren que la calabaza puede ayudar a estabilizar el azúcar en la sangre, pero se necesita más evidencia científica para confirmarlo.
Fuente: https://baoquocte.vn/nhung-luu-y-khi-an-muop-de-dam-bao-suc-khoe-314652.html
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