De una cicatriz, forma una pulsera
Nadie entra al Club de Mujeres Resilientes con un cuerpo sano ni un espíritu intacto. Todas ellas, las mujeres que han tenido en sus manos un diagnóstico de cáncer, han pasado incontables noches en vela, agotadoras sesiones de quimioterapia y cirugías para extirpar una parte de su cuerpo que las acompañará el resto de sus vidas. Pero luego se reúnen, no para hablar, sino para recoger cada vestigio de fe, cada rayo de esperanza, y decirse a sí mismas: "¡Sigo aquí!".
Una de las primeras personas en sentar las bases de esa casa tan especial fue la Sra. Tran Thi Hoai Thuong, una mujer menuda pero decidida. En 2016, cuando se encontraba en plena vitalidad, descubrió repentinamente que tenía cáncer de mama. Fueron días llenos de lágrimas y miedo. Pero en aquel entonces, una amiga con la misma enfermedad la atrajo a la red de Mujeres Resilientes del país. A partir de esa conexión, ella y otras cinco mujeres en la misma situación fundaron el Club de Mujeres Resilientes de Quang Binh , como una forma de unirse para seguir adelante. En aquel entonces, la Sra. Thuong no ocupaba la presidencia. No fue hasta 2019, cuando la primera fundadora, la Sra. Ngo Thi Kim Dung, falleció debido a una recaída, que asumió la responsabilidad de conectar, liderar y preservar la "llama resiliente" del Club.
El club empezó con solo seis hermanas. Charlaban después de cada tratamiento, se enviaban mensajes y, poco a poco, se convirtieron en una familia. De un grupo pequeño, el club se extendió por toda la provincia, conectando a cientos de socias de diversas localidades. Se reunían no para quejarse de sus enfermedades, sino para compartir los nuevos platos que sabían cocinar, los nuevos ejercicios de meditación que habían aprendido, las maneras de aliviar la fatiga después de la quimioterapia... Se abrazaban cuando alguien recaía, se enviaban palabras de aliento cuando una hermana perdía el cabello debido a la quimioterapia y se sentaban juntas en silencio cuando el miedo las asaltaba. No necesitaban decir mucho, porque la empatía era suficiente para sanar las heridas físicas y mentales.
Difundir un estilo de vida positivo
El Club de Mujeres Resilientes de Quang Binh no solo es un espacio de encuentro y convivencia para mujeres que lamentablemente padecen enfermedades graves, sino también un espacio para organizar actividades sistemáticas, significativas y humanas. Cada año, en marzo, con motivo del aniversario de la fundación de la Red Nacional de Mujeres Resilientes, el Club organiza reuniones y actividades de networking. En octubre, el mes de concienciación sobre el cáncer de mama, conocido como "Octubre Rosa", es la ocasión más especial del año. El Club organiza con frecuencia actividades prácticas, como la entrega de obsequios a pacientes que reciben tratamiento en el Departamento de Oncología del Hospital Amistad Vietnam-Cuba Dong Hoi. Además, el Club también organiza reuniones periódicas para intercambiar información sobre los últimos métodos de tratamiento, actualizar los conocimientos médicos de expertos y brindar mayor confianza a las mujeres que se sienten inseguras ante la decisión de someterse a un tratamiento. Las socias siempre toman la iniciativa de visitar y animar a quienes acaban de descubrir la enfermedad o están experimentando una recaída, porque entienden que a veces un simple apretón de manos basta para alejar a alguien del borde de la desesperación.
En particular, gracias al apoyo del Club, muchas mujeres han superado el período más difícil del tratamiento. Algunas han gozado de buena salud durante casi 10 años después del tratamiento, como la Sra. Nguyen Thi Binh (Dong Hoi City), y otras siguen participando regularmente en el Club a pesar de haber pasado 21 años con el cáncer, como la Sra. Truong Thi Luy (Le Thuy). Ellas son la prueba viviente del mensaje que el Club siempre transmite: «El cáncer no es el final. Es una coma, una pausa para seguir viviendo una vida con más sentido».
Aunque muchos miembros aún están en tratamiento, reciben medicación y se someten a revisiones periódicas, eligen vivir con optimismo, belleza y utilidad. El club se ha convertido en un espacio para que los miembros se reencuentren consigo mismos y compartan con la comunidad. Mensualmente, donan para visitar a personas con enfermedades graves y apoyar a otros casos de cáncer que necesitan dinero para su tratamiento y medicamentos. Son estos momentos de solidaridad los que les hacen sentir útiles, que siguen siendo parte de la vida: no solo pacientes, sino personas valiosas.
Quizás nadie en el club se atreva a decir que ha vencido por completo la enfermedad. Pero hemos superado algo aún más importante: el miedo. Algunas personas que antes querían rendirse ahora organizan viajes benéficos. Algunas mujeres que antes se escondían en casa ahora cuentan con valentía sus historias en el escenario para dar más confianza a quienes acaban de descubrir la enfermedad. Vivimos, trabajamos, cuidamos a nuestros hijos, cocinamos, practicamos yoga, amamos y compartimos bondad. Vivimos como si el mañana aún estuviera lejos y el hoy fuera el regalo más preciado —compartió la Sra. Hoai Thuong.
En su lucha contra la enfermedad, las mujeres del Club de Mujeres Resilientes de Quang Binh no se dieron por vencidas. Eligieron levantarse, tomarse de la mano para atravesar la oscuridad y dar esperanza a sí mismas y a los demás. A partir de su propio trauma, crearon una fuerza común. Y luego, en cada sonrisa, cada abrazo, cada mirada de agradecimiento de las nuevas pacientes, transmitieron un mensaje simple pero profundo: ¡Cuando las mujeres se aman, pueden crear milagros!
El Club de Mujeres Resilientes de Quang Binh se fundó en junio de 2016 y forma parte de la red nacional de Clubes de Mujeres Resilientes. De tan solo 6 socias, ahora cuenta con más de 200 integrantes de comunas, barrios y pueblos de la provincia. Los fondos para mantener las actividades del club son aportados íntegramente por las socias. |
Tranquilidad de espíritu
Fuente: https://baoquangbinh.vn/xa-hoi/202506/nhung-nu-chien-binh-kien-cuong-2226736/
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